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Qué capacidad tenían los antiguos disquetes de PC: vas a reír

Los antiguos disquetes tenían tan poco espacio que hoy resultan difíciles de imaginar frente al almacenamiento actual

Los disquetes se insertaban en una ranura ubicada en la parte frontal del CPU, siendo muy prácticos en la época.

Los disquetes se insertaban en una ranura ubicada en la parte frontal del CPU, siendo muy prácticos en la época. Crédito: Pressmaster | Shutterstock

Durante muchos años, los disquetes fueron el principal medio para guardar y transportar información en computadoras personales. Hoy, cuando un teléfono almacena cientos de gigabytes, mirar atrás y revisar la capacidad real de los disquetes de PC resulta hasta gracioso.

Los primeros disquetes comerciales aparecieron a inicios de los años 70. Eran los llamados disquetes de 8 pulgadas, utilizados sobre todo en entornos empresariales.

Su capacidad inicial rondaba los 80 kilobytes (KB) y, con mejoras posteriores, llegaron hasta 1,2 megabytes (MB). Aun así, apenas alcanzaban para archivos de texto o programas muy básicos.

El disquete de 3½ pulgadas: el más recordado

Con la llegada de las computadoras personales, se popularizaron los disquetes de 5¼ pulgadas, flexibles y frágiles. Sus versiones más comunes ofrecían 360 KB y, posteriormente, 1,2 MB.

En esa época, un solo programa podía ocupar varios disquetes, lo que obligaba a los usuarios a intercambiarlos constantemente durante la instalación.

El formato más conocido es el disquete de 3½ pulgadas, introducido en los años 80 y dominante durante los 90.

Su capacidad estándar era de 1,44 MB, aunque existieron variantes menos comunes de 720 KB y 2,88 MB. Con ese espacio apenas se podían guardar unas pocas canciones en formato MIDI o un par de imágenes de baja resolución.

Las limitaciones que marcaron su final

El crecimiento del software y de los archivos multimedia dejó rápidamente obsoletos a los disquetes. Sistemas operativos más complejos, programas de diseño y juegos requerían decenas de disquetes para funcionar.

Además, eran sensibles al polvo, al calor y a los campos magnéticos.

Los disquetes dieron paso a los CD-ROM, con 700 MB, luego a los DVD, las memorias USB y finalmente al almacenamiento en la nube.

Actualmente, un pendrive económico puede almacenar más de un millón de veces la capacidad de un disquete clásico de 3½ pulgadas.

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