Una rosa que no se marchita es la siguiente modificación de Monsanto
La compañía especializada en modificar genéticamente semillas, frutos y otros organismos, ahora va por las flores
La controvertida compañía Monsanto, que debe su fama sobre todo a la modificación de organismos y semillas para crear verduras y frutas conocidas como “transgénicas”, ahora también cambiará la genética de las flores.
Monsanto, cuyas semillas e instalaciones han sido prohibidas en varios países del mundo, está experimentando la manera de evitar que las flores recién cortadas no se marchiten.
Su método consiste en bloquear la capacidad de las flores de producir gas etileno, que es que también hace que las manzanas se descompongan. Los genes que hacen que las flores emitan este gas son conocidos como ARN.
Es posible que Monsanto aplique estas modificaciones al ARN a otras aplicaciones agrícolas. ¿Tendremos entonces frutas y verduras que nunca se echen a perder? ¿Qué tan natural podría ser?