¿Qué significa el restablecimiento de las relaciones entre EEUU y Venezuela?
Este cambio en el vínculo entre ambos países y en la postura de Maduro sobre el revocatorio, deja muchas preguntas abiertas. Nuestro corresponsal en Venezuela analiza las posibles respuestas
La foto de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, estrechando la mano del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, es por lo menosNicolás Maduro un suceso inesperado.
Y no solo porque “el imperio” es para el chavismo -según dicen sus voceros cada día, en cada alocución- el culpable de la escasez, la inseguridad y los cortes de luz que ocurren en Venezuela.
Sino también porque en el mismo día martes, en la misma Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en República Dominicana, Rodríguez dijo cosas como que “(EE.UU.) pretende una intervención militar en Venezuela”.
Sin embargo, horas después la canciller se reunió con Kerry, quien dijo que el encuentro de media hora “no fue cálido”, pero sí “respetuoso”.
El encuentro marca un giro en unas relaciones bilaterales que no cuentan con embajadores desde 2008.
“Le propongo al secretario John Kerry; vamos a designar embajadores, yo estoy listo para designar embajador en Washington nuevamente, estoy listo para regularizar relaciones”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, horas después de la foto.
Que el encuentro y las declaraciones se traduzcan en hechos reales está por verse, pero solo con que haya diálogo entre Venezuela y EEUU varios de los aspectos que componen la intricada crisis venezolana se pueden alterar, sea para bien o para mal.
En qué están las relaciones
El último intento de restablecer relaciones fue hace un año, cuando Rodríguez y el alto mando chavista Diosdado Cabello se reunieron en Haití con el subsecretario de Estado, Tom Shannon (quien ahora viajará a Caracas).
La reunión -y la foto- de ese momento también sorprendió porque se dio en medio de una serie de sanciones que Washington impuso a decenas de funcionarios venezolanos que acusa de narcotráfico y lavado de dinero.
Las sanciones, que contemplan congelamiento de activos y suspensión de visas, no se levantaron, sino que se ampliaron y la relación bilateral se volvió a distanciar.
Pero no es que fuera difícil volver a chocar con Washington, pues desde que el fallecido presidente Hugo Chávez expulsó al embajador estadounidense en 2008 -porque supuestamente EEUU estaba implicado en un intento de asesinato del presidente boliviano Evo Morales- las relaciones han sido prácticamente nulas.
Salvo, por supuesto, en lo económico, puesto que EEUU es uno de los principales socios comerciales de Venezuela.
La Carta Democrática
Ahora Venezuela atraviesa un momento crítico: tras las caída de los precios del petróleo, la crisis que hace un año era grave ahora parece insostenible.
Los saqueos y las protestas por escasez de alimentos han inundado al país petrolero. Y la inflación, según agencias de medición, es del 500% anual.
La crisis -conocida como “la guerra económica” en el chavismo- fue lo que inspiró a la mayoría de los venezolanos a votar en contra del gobierno en la elecciones parlamentarias de diciembre.
Pero la mayoría que la oposición obtuvo desde entonces en el parlamento por primera vez en 17 años se ha vuelto cada vez más irrelevante por los bloqueos que le ha puesto el Tribunal Supremo de Justicia, corte que nunca falló contra el oficialismo en los últimos 10 años.
Con esto, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, llamó a Maduro un “dictadorzuelo” e invocó la Carta Democrática Interamericana, una sanción que en caso de aprobarse expulsaría a Venezuela del organismo más importante del continente.
Muchos creen que la Carta Democrática, donde el apoyo y el rechazo de EEUU es crucial, está detrás de la foto de Rodríguez y Kerry, quien sorprendió al decir después de la reunión que “EEUU no presionará para suspender a Venezuela de la OEA”.
El revocatorio y los políticos presos
Pero Kerry, el mismo martes, en una declaración que de cierta manera contradice lo que dijo sobre la OEA, pidió la libertad de los llamados presos políticos y la realización del referendo revocatorio contra Maduro que, al cumplir la mitad de su periodo este año, puede ser sometido a un plebiscito.
Estos dos elementos son centrales cuando se habla de diálogo para resolver la crisis venezolana.
En semanas pasadas, tres expresidentes y la Unión de Estados Sudamericanos (Unasur) impulsaron varios acercamientos, también en República Dominicana, entre el gobierno y un sector de la oposición venezolana.
Para una parte de la oposición venezolana, acusada de colaboracionista dentro de esa misma facción política, el diálogo es indispensable para lidiar con un gobierno que lleva 17 años acumulando poder.
Y el viernes, el diario El País de España reportó que Kerry pidió a la comisión de Unasur “perseverar” en el diálogo como “vía prioritaria” para resolver la crisis venezolana.
Pero hay una sección de la oposición venezolana que no cree en el diálogo con un gobierno que considera “represor” y “mentiroso”.
El promotor del revocatorio, el excandidato presidencial Henrique Capriles -que esta semana se reunió con los gobiernos de Brasil, Paraguay y Argentina- ha dicho que solo habrá diálogo para fijar una fecha del referendo.
Y el líder opositor preso Leopoldo López dijo tras una inédita reunión con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los enviados de Unasur, que no va a intercambiar su libertad por el revocatorio.
El martes, después de la foto de Kerry y Rodríguez, Maduro dio un giro, quizá retórico, en su versión sobre el revocatorio.
El sábado había dicho de manera tajante que “no habrá revocatorio este año y punto” (si el referendo es en 2017 y Maduro es revocado, no hay elecciones sino que asume el vicepresidente).
Pero ahora afirmó que si el ente electoral aprueba las gestiones de activación de la oposición y llama a un revocatorio, “mañana, pasado, en septiembre, octubre (…) vamos al combate”.
Muchos opositores creen, además, que estas declaraciones de Maduro y la aparente intención de dialogar es una estrategia para ganar tiempo.
Pero ahora -al entrar en diálogo con EEUU- la presión para el gobierno no solo es interna, con los saqueos, la violencia y la escasez. Ahora viene, también, de afuera.
El mundo entero está pendiente de ver qué sale de esa foto entre Rodríguez y Kerry.