¿Por qué se matan nuestras muchachas?
Problemas familiares, falta de adaptación, acoso escolar, baja autoestima y, sobre todo, depresión, son algunos de los factores que llevan al suicidio a muchas adolescentes hispanas en la ciudad de Nueva York
Los suicidios en la ciudad de Nueva York se han convertido en una de las principales preocupaciones y prioridades de las autoridades metropolitanas y de salud. La alarma recae, principalmente, en el número de adolescentes que intentan quitarse la vida cada año.
Cifras reveladas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), muestran la desgarradora realidad de los suicidios entre jóvenes neoyorquinos, principalmente entre latinas que cursan el bachillerato.
El 18.5% de estudiantes hispanas de escuelas secundarias en la Gran Manzana ha considerado seriamente la idea del suicidio. Lo más preocupante es que 13.2% de las niñas entre 10 a 14 años ya han atentado en contra de sus vidas, mientras que el 15.7% se ha planteado cómo podrían suicidarse.
¿Pero qué impulsa a una joven, que está en pleno comienzo de su vida, a contemplar la posibilidad del suicidio? Los factores son muchos y muy complejos, según explicaron expertos consultados por EL DIARIO.
“No hay un sólo factor que pueda determinar por qué los chicos se están tratando de suicidar. Pero uno de los aspectos más importantes es el llamado trastorno de depresión mayor”, dijo el doctor José Sánchez-Lacay, director y fundador de la Unidad Psiquiátrica de Niños y Adolescentes en El Bronx-Lebanon Hospital Center.
Según el experto otro factor primordial es la presión social a la que se enfrentan las jóvenes latinas en este país, especialmente cuando se vive en una urbe como Nueva York.
“Vivimos en una ciudad que tienen alto contenido de presión; Hay violencia dentro y fuera del hogar. También está la violencia estudiantil, lo que se conoce como ‘bullying’”, explicó el psiquiatra, quien aclaró que las estadísticas demuestran que hay más suicidios de personas jóvenes durante el año escolar que en los meses de verano.
“Otra cosa es el escapismo con las drogas, como el K2 del que ahora mismo hay una epidemia en Nueva York, específicamente en el Sur de El Bronx. Esto los pone psicóticos, se deprimen y se quieren matar”, agregó el experto.
Para la doctora Rosa Gil, fundadora de la organización Comunilife, que tiene un programa llamado “La vida es preciosa”, el cual ayuda a prevenir el suicidio entre las jóvenes latinas, otro factor importante que lleva a muchas niñas a contemplar quitarse la vida es el estrés que crea, dentro de la misma familia, el proceso de asimilación a otra cultura.
“Estas adolescentes todavía se están confrontando a los cambios y ajustes culturales de ser emigrantes, sobre todo porque sus madres no nacieron aquí y tienen conflictos y choques con ellas, especialmente en el área de la independencia y la autonomía”, aseguró Gil.
“Además tenemos el problema de la pobreza en nuestra comunidad hispana. Muchas latinas no tienen una familia tradicional, sino que viven con madres solteras y esto crea más estrés y las niñas se sienten deprimidas”, agregó.
Problema del ‘bullying’
Gil coincide con el doctor Sánchez-Lacay, en que el ‘bullying’ que experimentan algunas muchachas en las escuelas las lleva a tomar decisiones drásticas como el suicidio.
“No es fácil ser una adolescente en una escuela en la ciudad de Nueva York. Muchas veces se sienten acosadas y eso les crea un sentimiento de desesperación porque se burlan de ellas. Se sienten atacadas por otros adolescentes debido a su apariencia”, comentó Gil.
Debido a esto, los expertos coinciden en que muchas chicas caen en un estado de depresión agudo que no sólo afecta su rendimiento escolar, sino su autoestima. Muchas se sienten descontentas con ellas mismas y hasta llegan a odiar su propio cuerpo.
“El año pasado, en el Alto Manhattan, en el área de Washington Heights hubo varias adolescentes latinas que se suicidaron, una de ellas con 12 años se ahorcó y otra con 13 años se tiró al rio y se ahogó”, recordó la doctora Gil cuya organización ha ayudado a prevenir el suicidio en más de 200 adolescentes hispanas.
Prefieren las pastillas
Según explicó el doctor Sánchez-Lacay, los varones intentan suicidarse menos que las hembras, pero se matan más debido a los métodos que usan. Ellas prefieren las sobredosis de pastillas o se cortan los brazos, lo que les da mayor oportunidad para que se puedan salvar, mientras que ellos prefieren ahorcarse, usar combinaciones fuertes de medicamentos mortales o armas de fuego.
El psiquiatra explicó además que el comportamiento suicida en general consta de tres fases: primero los que tienen las ideas y amenazan con suicidarse, en segundo lugar están los que lo intentan y en tercer lugar los que cumplen el suicidio, los que se matan. “Hay que estar muy pendiente porque una tercera parte de aquellos que tienen una idea van a realizar un intento suicida”.
Hay mucho estigma
Ambos expertos coincidieron en que uno de los mayores problemas para enfrentar el suicidio en adolescentes, es el estima general que existe sobre los problemas de salud mental. “En nuestras familias piensan que elegir a un psiquiatra es para gente loca. Hay que romper con este estigma con educación”, indicó el doctor Sánchez-Lacay.
El experto, quien tiene su práctica en El Bronx, uno de los condados con los mayores niveles de suicidios, aconsejó a los padres latinos que hablen mucho con sus hijos.
“Deben tener esa puerta abierta para que los hijos se sienten con ellos a conversar sobre qué es lo que les está sucediendo y cuáles son sus problemas para ver cómo pueden ayudarlos”, sugirió el médico, quien también pidió a los padres que busquen ayuda en las mismas escuelas donde hay consejeros escolares y trabajadores sociales.
En Nueva York son muchas las iniciativas que ha lanzado el Departamento de Salud e Higiene Mental y la Alcaldía, mediante el programa TriveNY, para prevenir los suicidios, pero hay uno específico dirigido a salvar a los estudiantes neoyorquinos. Se trata del programa ‘Kognito At-Risk training’, que entrena a maestros y al personal de las escuelas públicas para que aprendan a reconocer los primeros signos y síntomas de trastornos psicológicos en los estudiantes, incluyendo la depresión, la ansiedad y los pensamientos suicidas.
Además, hay clínicas comunitarias que ofrecen servicios completamente gratis para jóvenes sin preguntar por su estatus migratorio o el de sus padres. También, todos los hospitales de la ciudad tienen servicios de psiquiatría de niños y adolescentes.
“El suicidio es prevenible y nosotros necesitamos que más personas sean capaces de reconocer las señales y síntomas de alguien que está luchando contra esto”, dijo en un comunicado Chirlane McCray, Primera Dama de la ciudad de Nueva York quien ha sido la principal impulsora del programa TriveNYC, que ayuda a neoyorquinos que sufren de enfermedades mentales y abuso de substancias.
Reconozca si un joven es suicida
Usted puede ayudar a prevenir el suicidio en adolescentes aprendiendo a reconocer señales de riesgo como estas:
• Amenazas de herirse o matarse a uno mismo.
• Buscar formas específicas de matarse a uno mismo; buscar píldoras, armas de fuego u otros medios.
• Hablar, escribir o publicar en las redes sociales sobre la muerte o suicidio.
• Expresar desesperanza.
• Sentirse inútil o sin falta de un propósito en la vida.
• Actuar con imprudencia o participar en actividades de riesgo.
• Sensación de estar atrapado o que no hay manera de salir.
• Aumento en el uso de alcohol o drogas.
• Separarse de la familia, los amigos o la sociedad.
• Tener rabia, ira o buscar de venganza.
• Estar agitado o rebelde.
• Dormir muy poco o mucho.
• Abandono de su apariencia personal.
• Sensación de no tener ninguna razón para vivir.
• Experimentar un cambio dramático en el estado de ánimo.
Dónde buscar ayuda
Si usted o alguien que usted conoce necesitan ayuda para prevenir un suicidio, no dude en llamar al 1-800-LIFENET. Si la persona está en peligro, llame al 911 de inmediato.
También puede visitar la página el programa integral de salud mental de la Ciudad conocido como ThriveNYC que ofrece acceso a servicios de salud mental: nyc.gov/thrivenyc.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), lanzó una página en Twitter (@TalkToMe), para conectar a la gente con servicios para la prevención de suicidios.
También puede contactar el programa “La Vida es Preciosa”, una iniciativa de Comunilife (comunilife.org) que ha ayudado a salvar la vida de más de 200 chicas con pensamientos suicidas en los condados de El Bronx, Brooklyn y Queens.
Más mujeres se quieren ir
Datos nuevos dados a conocer esta semana por el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York (DOHMH) mostraron un aumento de suicidios en la ciudad y revelaron que más neoyorquinos se quitan la vida en comparación con aquellos que mueren en homicidios o accidentes automovilísticos.
Según las cifras recopiladas en el reporte ‘Epi Data Brief’ titulado “Suicides in New York City, 2000 to 2014”, la tasa de suicidios en la urbe aumentó de 5.5 en 2000 a 6.3 por 100,000 personas en 2014 (los datos más recientes).
De los 565 casos fatales reportados en 2014 en la Gran Manzana, los hombres –principalmente de raza blanca – representaronn la mayoría de las muertes con 393 suicidios en comparación con los 172 suicidios de las mujeres.
Sin embargo, cuando se totalizan las muertes desde el año 2000, se registró un incremento del 56% en la tasa de suicidios entre las mujeres de 45 a 64 años, mientras que las tasas en los hombres se han mantenido estables.
“Los datos sobre el suicidio en la ciudad de Nueva York dejan en claro que la enfermedad mental no tratada de una persona puede causar la muerte prematura y trágica”, dijo la Primera Dama Chirlane McCray.
Según el mismo informe, desde el año 2000, las tasas de suicidio han aumentado en Manhattan y Queens, mientras que otros condados se han mantenido estables.
“Este aumento en relación con la tasa de suicidios en la ciudad de Nueva York nos dice que no estamos llegando a los neoyorquinos con suficiente antelación cuando necesitan apoyo”, reconoció la comisionada de Salud de Nueva York, la doctora Mary Bassett.
Si bien los datos de Nueva York reflejan la misma tendencia al laza que se registra en todo el país (10.4 en 2000 y 13.0 en 2014), las tasas de la Gran Manzana se mantienen por debajo de la media nacional.
También se reveló que las armas de fuego se usaron de manera menos frecuente como método de suicidio en la ciudad de Nueva York (10% de los casos), en contraste con el 50% a nivel nacional en 2014.