Video y fotos: Danzando desnuda con tiburones
La modelo Irina Britanova se fue a las profundidades infestadas de tiburones de las Maldivas para probar que los escualos no son tan peligrosos como pensamos. ¿Qué crees?
Las increíbles imágenes muestran a una joven danzando rodeada por una mancha de tiburones en un vestido amarillo con la falda de vuelos. Luego, como en un delicado striptease regresa transformada en otra habitante de las profundidades y esta se comporta como “pez en el agua” ella misma, desnuda entre su corte de tiburones nodriza, ayudándose de ellos para nadar.
Se trata de la modelo rusa Irina Britanova, quien junto al fotógrafo submarino Andrey Nekrasov, le dio vida a esta sesión fotográfica acuática en la que los otros maniquíes son gigantescos escualos.
No es la primera vez que Britanova desciende al océano para seducir el lente, pero lo novedoso en esta oportunidad es que forman parte de una campaña para desmitificar la leyenda negra que rodea a esta criatura marina, identificada con una ferocidad que se reduce a muy pocas especies, si se piensa que existen más de 375 tipos de escualos y la mayoría de los ataques son provocados por el tiburón blanco, el tigre y el tiburón sarda, que es uno de los pocos que se aventura en las fuentes de agua dulce.
Esta vez, Britanova, de 28 años, y el equipo del fotógrafo Andrey Nekrasov descendieron a 17 metros bajo el mar, hasta un paradisíaco escenario de corales frente a las costas de las Maldivas, en el Océano Índico. A esa profundidad la modelo contenía la respiración durante un minuto, mientras un buzo con dos tanques de oxígeno, estaba a cerca para asistirla en cada pausa de su baile con los escualos.
El resultado son estas impresionantes imágenes que le están dando la vuelta al mundo. Para los que piensan que no es ningún acto temerario, ya que el tiburón nodriza solo se alimenta de moslucos, crustáceos y pepinos de mar. A pesar de que suele ser inofensivo, se trata de una especie extremadamente territorial, que “puede atacar si se siente provocado o simplemente cuando se lo trate de una manera demasiado cariñosa o descuidada y, cuando muerde, sus mandíbulas se cierran herméticamente y deben ser forzadas para abrirse con pinzas o tenazas de titanio o grafito”, causando por ende la muerte de su agresor.
Además, la misión de Irina y Andrey es precisamente romper los estererotipos y que la gente entienda que no todas las especies son agresivas.