Marisa Tomei, la tía “cool” de Spider-Man
La actriz da vida a la tía May en "Spider-Man: Homecoming", la nueva película de Marvel que se estrena este viernes
Cuando uno piensa en el personaje de la tía May, la madre adoptiva de Peter Parker, resulta difícil no imaginar a una mujer de edad avanzada, dulce y calmada; sin embargo, “Spider-Man: Homecoming“, la nueva apuesta de Marvel Studios que se estrena este viernes, rompe con este estereotipo y, por primera vez, nos presenta a una mujer libre, idealista y muy integrada en la sociedad actual.
Interpretada por Marisa Tomei (Brooklyn, 1964), la nueva May aparece mucho más joven que en películas anteriores porque, en esta ocasión, la historia se corresponde con la adolescencia de su sobrino (Tom Holland), quien, a sus 15 años, debe llevar una doble vida como estudiante y como Spider-Man en Nueva York.
¿Qué tiene de especial esta nueva “versión” de la tía May respecto a sus predecesoras?
Una de las cosas que más me gustan del nuevo enfoque del personaje es su capacidad para conectar con el público: al ser más joven, los espectadores conocerán a una mujer “real” que, a diferencia de Peter, sí lleva una vida normal en su hogar de Queens. ¡Podría ser la vecina de cualquiera de nosotros! Además, su espíritu independiente contrasta bastante con el carácter conservador que May tenía hasta ahora, y creo que esto también ayuda a dar realismo al personaje.
¿Fue este nuevo enfoque lo que te atrajo del papel cuando te lo propusieron?
En parte sí, pero lo que de verdad me inclinó a aceptar el trabajo fue la posibilidad de entrar a trabajar en Marvel Studios, ya que sus producciones son siempre un sinónimo de éxito y acaban teniendo un impacto enorme en la cultura juvenil. Curiosamente, pese a la expectación que había en el mundo entero por el “casting” de la película, la selección del reparto se mantuvo en secreto durante varios meses con el fin de mantener la emoción del público y evitar que se filtraran detalles relacionados con el contenido. Yo, por ejemplo, no recibí el guión hasta que los productores me confirmaron que había sido seleccionada para el papel.
“Spider-Man: Homecoming” tiene un estilo mucho más “fresco” y humorístico que otras películas de superhéroes. ¿Qué opinas de este cambio narrativo?
La comedia es mi género cinematográfico preferido, así que no puedo ser muy objetiva sobre este tema… Para mí, actuar en películas de humor siempre es más divertido que hacer largometrajes dramáticos, ya que todo es más instintivo y los diálogos tienen una musicalidad que no suele repetirse en ningún otro género. Además, la comedia siempre supone un reto para los actores, ya que el humor es algo muy personal que no puede imponerse ni enseñarse, y eso es algo que me encanta.
¿Te resultó difícil crear un “lazo familiar” con Tom Holland?
¡Para nada! Trabajar con Tom fue un placer en todos los sentidos, ya que él es un chico encantador y, además, tiene muchísimo talento. Pese a que no tenemos muchas escenas en común, creo que la buena relación que establecimos durante los meses de rodaje nos ayudó a recrear el vínculo de confianza y de cariño que une a Peter y a May. Nunca me cansaré de decirlo: Tom es una persona muy fácil de querer, y por eso nuestra química en la pantalla es tan buena.
Como neoyorquina de nacimiento, ¿qué opinas de la imagen de la ciudad que se ve reflejada en la película?
Es increíble, de verdad. Jon Watts, el director, se involucró desde el primer momento en el diseño de los decorados y, gracias a su dedicación, el resultado final que se ve en la pantalla es muy realista; de hecho, muchos de nosotros teníamos que recordar constantemente que estábamos en un set de grabación y no en Queens, donde transcurre la gran mayoría de la película.
¿Cómo ha cambiado tu visión de Hollywood a lo largo de tu carrera?
Yo creo que, conforme van pasando los años, cada vez me importa menos lo que la gente piensa sobre mis elecciones profesionales y sobre mi vida en general, ya que las prioridades cambian. Ahora mismo estoy en un momento de mi carrera excelente porque puedo elegir lo que realmente quiero hacer y no me siento obligada a aceptar proyectos laborales que no me apasionan. Este año, por ejemplo, he rechazado varias propuestas en el cine porque me apetecía hacer teatro, y la verdad es que no me arrepiento en lo mas mínimo de mi decisión. De hecho, creo que 2016 ha sido uno de los mejores años de mi carrera en cuanto a creatividad, y eso es algo que no hubiera sucedido si no me hubiera dejado guiar por mis instintos.