Lamar Odom se sincera sobre la muerte de su hijo y la cocaína
"Te conviertes en un adicto debido al trauma por el que estás pasando", dijo el ex de Khloé Kardashian
El exjugador de baloncesto Lamar Odom estuvo al borde de la muerte en 2015 después de sumergirse en una destructiva espiral de alcohol y drogas durante tres días seguidos y pasar otros cuatro en coma, momento en el que tocó fondo y decidió que con la nueva oportunidad que le había dado la vida, entraría en rehabilitación para convertirse en un padre más responsable para sus hijos Lamar Jr. y Destiny, fruto de su extinto matrimonio con Liza Morales.
Por otro lado, el también exmarido de Khloé Kardashian ha querido reflexionar ahora sobre esa etapa tan turbulenta en la que estuvo inmerso y, a modo de conclusión, no ha dudado en justificar de alguna forma su errática conducta con el duro golpe emocional que recibió a los 26 años cuando su bebé Jayden, con tan solo seis meses de vida, falleció de manera repentina debido al síndrome de muerte súbita del lactante. La traumática experiencia, a su juicio, habría terminado de apuntalar su incipiente adicción a los estupefacientes.
“Recibí una llamada telefónica que cambió mi vida. Era el verano de 2006. Me había pasado toda la noche de fiesta, y no había vuelto a casa. Mi hijo Jayden tenía seis meses por entonces. Estaba en casa en su cuna. Debería haber estado en casa con él, pero estaba fuera, haciendo Dios sabe qué. Muy pronto por la mañana, me llamó su madre [su exmujer Liza Morales]. Estaba en pánico, yo la intenté calmar y preguntarla qué pasaba. Me dijo ‘Jayden… No se despierta… La ambulancia está aquí. Se lo están llevando ahora’. Estaba en Manhattan. Conduje hasta Long Island, y cuando llegué al hospital, los medicos me dijeron ‘No responde. Se ha ido’. Pero si le había visto hace nada… ¿Cómo se podía haber ido? ¿Cómo co** es eso posible? ¿Cómo? Entré en la habitación del hospital… Nunca podré olvidar el dolor que vi en la cara de su madre. No se lo podía creer”, se ha sincerado el exdeportista en una extensa y reveladora carta publicada en la web ‘Player’s Tribune’.
“Seis meses. Y ya no estaba. Ahora tendría 11 años. Solía pensar mucho en cómo sería hoy si siguiese entre nosotros. En realidad, lo sigo pensando casi cada día. Los médicos nos dijeron que la causa era síndrome de muerte súbita del lactante. Parecía que se lo estaban inventando. No había ninguna explicación, ninguna respuesta. Simplemente, se había ido. Y se supone que tienes que aceptarlo, debes vivir con ello. Creo que fue esa experiencia la que provocó un repunte en el consumo de drogas. Incluso inconscientemente, no tienes ni idea de lo que estás haciendo en ese momento. Creo que inconscientemente, te conviertes en un adicto debido al trauma por el que estás pasando”.
En el mismo texto, el que fuera estrella de Los Angeles Lakers recuerda también cómo dos años antes de perder a su hijo pequeño, probó la cocaína por primera vez en unas vacaciones en Florida, un momento del que sin duda alguna se arrepiente por haberle abierto el camino hacia la autodestrucción.
“Me gustaría deciros que había una razón para probar la cocaína. Pero no la hay. Simplemente fue una decisión estúpida. Si hubiese sabido que iba a afectar a mi vida de esta manera, ni me lo hubiera planteado. Nunca. Pero lo hice. Y resultó ser una decisión que cambió mi vida. Más o menos en ese tiempo, mi abuela falleció. Perdí a muchos miembros de mi familia en un periodo muy reducido de tiempo. Cuando consumía cocaína, me sentía bien por un minuto. Dejaba de tener tanta ansiedad. No pensaba en el dolor. No pensaba en la muerte. Así que seguí tomándola todavía más y más, pero por entonces lo tenía bajo control. No era algo que hiciese a diario”, ha confesado sobre cómo las drogas pueden ser un refugio y al mismo tiempo una condena.