El daño silencioso que le hacen los hisopos a tus oídos

La cerilla tiene una función especial y que protege a tus oídos

Es muy común que luego de bañarte, acudas al espejo que hay en el baño y detrás de este, se esconde una estantería en donde guardas una serie de artículos básicos para el aseo personal, incluyendo los hisopos, los cuales utilizas para limpiar tus oídos o retirar el jabón que haya quedado en ellos.

Sin embargo, utilizar hisopos no es lo más recomendable, pues los expertos explican que los canales que hay en el interior de los oídos están cubiertos por una ligera capa de cera llamada cerumen, la cual los protege de la suciedad, así como de distintos gérmenes, y aunque no lo creas, les ayuda a que se mantengan limpios y además, protege la piel de esta zona para que no se seque y así no te dé comezón en exceso.

Ana Kim, directora del centro de investigación de otología en el Centro Médico de la Universidad Médica de Columbia,  en Estados Unidos, las personas presentan problemas en los oídos comúnmente causados por los hisopos de algodón.

“Si alguien utiliza estos objetos de manera regular, estará removiendo la cera de sus canales auditivos y dejándolos desprotegidos. Esto es muy probable que pase aunque se haga de manera muy suave, la capa es muy delicada”, también explica Erick Voigt, profesor del Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad de Nueva York.

“Cuando usas un hisopo, en realidad estás dañando la piel de tu canal auditivo, haciéndolo vulnerable al shampú, el jabón, el agua, etc. Además, todos tenemos bacterias en la piel, y cualquier herida pequeña podría terminar en una infección”, agregó Kim.

Ambos especialistas recomiendan que si quieres limpiar tus oídos, lo mejor es acudir con un especialista cada 6 meses para que que él retire el exceso y los tapones de cera.

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