‘DACA’ por muro fronterizo, el insensible plan de Trump

El presidente se plantea mantener el programa de los DREAMers si el Congreso aprueba los fondos para empezar la construcción del muro en la frontera con México

WASHINGTON – Presionado por ultraconservadores para que elimine “DACA”, el presidente Donald Trump tiene entre sus opciones una especie de “trueque” para mantener el programa migratorio a cambio de que el Congreso apruebe fondos para el muro fronterizo, pese a la objeción de demócratas y activistas que mantienen que los “DREAMers” no son una “moneda de cambio”.

La Casa Blanca insiste en que la Administración Trump continúa evaluando el futuro del programa de “acción diferida” (DACA) de 2012 y que aún no ha tomado una decisión al respecto.  Texas y otros nueve estados han dado plazo hasta el próximo 5 de septiembre para que Trump lo elimine, o de lo contrario entablarán una demanda en un tribunal federal en Brownsville (Texas) para impugnarlo.

Según fuentes allegadas al proceso, Trump podría mantener el programa sólo para los jóvenes ya inscritos; eliminarlo de inmediato, o eliminarlo de forma escalonada y dejar que los permisos venzan.

Otra posibilidad es que deje intacto el programa pero lo utilice como pieza de negociación, a cambio de que el Congreso apruebe los $1,600 millones como prima para iniciar la construcción del muro en la frontera con México, valorado en poco más de $20,000 millones.

Eso obligaría a los demócratas a hacer concesiones en medio del debate para evitar un cierre parcial del gobierno antes del próximo 1 de octubre pero, según observadores, es una estrategia de doble filo porque la oposición también podría usarlo como arma política.

Trump tiene previsto reunirse el próximo martes con los principales líderes demócratas y republicanos del Congreso, y se prevé que “DACA” sea uno de los temas sobre el tapete.

“DREAMers” no son “moneda de cambio”

Cuando se filtró la idea del “trueque” hace unas semanas, grupos defensores de los inmigrantes la condenaron y acusaron a Trump de jugar con la vida y futuro de jóvenes que ya están contribuyendo a la economía y al desarrollo del país.

Consultados hoy por este diario, varios activistas y legisladores rechazaron nuevamente la idea de que los “DREAMers”  sean una pieza de negociación.

“DACA no debe ser moneda de cambio, pero eliminarlo sería una receta desastrosa para el Partido Republicano, incluso para conservadores que han defendido el programa. En vez de ceder a la amenaza de una demanda por un puñado de estados conservadores, Trump debería dejar que el Congreso apruebe una ley que legalice a los beneficiarios de DACA, sin tener que escoger entre protegerlos o deportarlos”, explicó Ben Monterroso, director ejecutivo de “Mi Familia Vota”.

Los beneficiarios de DACA no deben usar como pieza de negociación; DACA ha sido exitoso y eliminarlo solo para apaciguar a nativistas es lo más vergonzoso que pueda hacer un presidente o el Congreso”, afirmó.

Juan Escalante, de America´s Voice, dijo que el posible “trueque”, en su esfuerzo por apaciguar a extremistas, “es una mala idea”,  y “tratar a los jóvenes como fichas de intercambio para cumplir una promesa de campaña —en este caso el ´hermoso´ muro que pagaría México-  en nada resuelve la difícil situación por la que atraviesan los Dreamers”.

“¿Qué garantiza que Trump y sus colegas republicanos no usen el programa DACA como piñata a la que amenacen con tirar “a cambio” de más concesiones? El futuro de DACA y de sus beneficiarios debe ser manejado con sumo cuidado y consideración, no como una pieza en un juego de mesa”, afirmó Escalante.

Julio Obscura, subsecretario de prensa de la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,  dijo que Trump no ha hecho más que “aterrorizar a comunidades y a los DREAMers que han hecho un hogar en EEUU. Enriquecen y fortalecen nuestro país… no son negociables”.

Javier Gamboa, portavoz del Comité de Campañas Demócratas del Congreso (DCCC), recordó hoy que los republicanos de la Cámara de Representantes atacaron “DACA” desde el principio, “pero si Trump lo elimina, esa decisión perseguirá a todo el Partido Republicano, especialmente a los republicanos en escaños vulnerables en distritos con alta representación hispana”.

“Esta traición de sus votantes latinos será dura e inolvidable”, de cara a los comicios legislativos de 2018, vaticinó Gamboa. 

Desde sus distritos, varios legisladores demócratas, entre ellos los senadores Richard Blumenthal, de Connecticut, y Kamala Harris, de California, nuevamente expresaron su apoyo a “DACA”.

Harris dijo a este diario que “sería completamente inaceptable tratar las vidas de las personas como piezas de negociación… si somos fieles a nuestra historia y nuestros valores, crearemos una vía hacia la ciudadanía de estos jóvenes. Si el presidente Trump les da la espalda, necesitamos aprobar el Dream Act”.

El presidente de MALDEF, Thomas Saenz, dijo en una columna de opinion publicada por el “Huffington Post”, que Trump debe ignorar la fecha límite de los diez estados que quieren impugnar “DACA” en un tribunal porque, en todo caso,  el proceso sería largo y costoso y esos estados difícilmente lograrían su objetivo de frenarlo.

Mientras,  más de 1,850 líderes políticos, cívicos y religiosos de todo EEUU, incluyendo el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, y el arzobispo de Miami (Florida), Thomas Wenski, firmaron hoy declaración pública a favor de los “DREAMers”, que urge a Trump preservar “DACA” y pide al Congreso la aprobación de una medida bipartidista para la legalización permanente de los jóvenes indocumentados.

Entretanto, el grupo “Make the Road NY” ha convocado una marcha en Nueva York durante esta tarde para exigir la protección de “DACA”.

Siempre inmerso en dramas políticos, Trump se encuentra ahora ante un momento coyuntural en su Administración, tomando en cuenta la promesa que hizo a los “DREAMers” de aportar una solución “con corazón”.

Trump ganó la presidencia con el apoyo de ultraconservadores por sus promesas de combatir la inmigración ilegal y eliminar “DACA”, un programa instituido en agosto de 2012 por su antecesor, Barack Obama, ante la ausencia de una reforma migratoria integral.

La eliminación del programa sería miel sobre hojuelas para grupos ultraconservadores que apoyan además una reducción en la inmigración ilegal, como el Centro para Estudios de Inmigración (CIS), NumbersUSA, o FAIR, pero causaría una devastación para cerca de 800,000 jóvenes indocumentados amparados al programa.

Mark Krikorian, director ejecutivo de CIS, ha dicho que tener empatía hacia los “DREAMers” no quita el hecho de que, a su juicio, “DACA” es inconstitucional y debe ser eliminado. Krikorian también apoya una medida republicana para reducir la inmigración legal.

El futuro de “DACA” mantiene divididos también a miembros del Gabinete de Trump: por un lado, el fiscal general Jeff Sessions y el asesor político Stephen Miller apoyan su eliminación, mientras que, por otro, el jefe de Gabinete y exsecretario de Seguridad Nacional, John Kelly, lo apoya aunque insiste en que sólo el Congreso puede resolver este drama con una solución legislativa permanente.

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