La indocumentada y el aborto que el gobierno de Trump quiere evitar
¿Cuál es el verdadero fondo de este conflicto?
WASHINGTON – Un tribunal de apelaciones de EEUU, ubicado en Washington, paralizó hoy temporalmente el aborto de una menor indocumentada de 17 años que está embarazada de 15 semanas y se encuentra recluida en un centro de detención para inmigrantes.
La jueza Tanya S. Chutkan, de la Corte del Distrito de Columbia, ordenó este miércoles al Gobierno del presidente Donald Trump que dejara abortar a la menor y que hiciera los arreglos oportunos para que el procedimiento pudiera llevarse a cabo este viernes o el sábado.
Sin embargo, un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, una instancia inferior al Tribunal Supremo, fijó hoy para este viernes una audiencia con el objetivo de estudiar el caso y, hasta entonces, ordenó paralizar la orden emitida por la magistrada Chutkan.
Al fallar a favor de la menor, la jueza Chutkan dijo ayer estar “asombrada” ante las restricciones impuestas por el Gobierno, puesto que en EEUU el aborto está permitido desde 1973, cuando el Tribunal Supremo dictaminó que el Estado no puede interferir en la decisión de la mujer sobre la interrupción de su embarazo.
La adolescente, identificada en los papeles judiciales como “Jane Doe” para proteger su identidad, obtuvo el 25 de septiembre el permiso de un juez de Texas para abortar y, como resultado, el 28 de septiembre fijó una cita para que los médicos le practicaran el procedimiento.
Sin embargo, funcionarios de la Oficina de Reubicación de Refugiados, que dependen del Departamento de Salud y Servicios Humanos, se negaron a llevarla a su cita médica y la transportaron hasta un centro de “atención y crisis”, instalaciones regidas por grupos religiosos y que aconsejan a las mujeres que no sigan adelante con su decisión de abortar.
Ante esta situación, los abogados de la adolescente pidieron a un juez de Texas que evaluara la situación y, luego, decidieron llevar su caso ante la Corte del Distrito de Columbia.
La joven está retenida en el centro para inmigrantes de Brownsville, en Texas, donde las leyes permiten el aborto hasta las 20 semanas de embarazo y determinan que una mujer solo puede acceder a ese procedimiento cuando hayan pasado 24 horas de los consejos recibidos por un doctor.
La adolescente llegó en septiembre a EEUU a través de la frontera con México y, por el momento, se desconoce su país de origen, puesto que no figura en los documentos entregados a la corte.
Durante el proceso judicial, el Gobierno ha defendido que la menor no podía acceder a un aborto mientras estaba detenida, a no ser que se tratara de una emergencia médica.
El caso ha ganado relevancia a nivel nacional por las consecuencias que podría tener para futuras adolescentes que viven en los centros de detención, donde EEUU retiene a los inmigrantes que cruzan la frontera de manera irregular o los extranjeros que comenten crímenes y son deportados.
El Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la política migratoria, aún no ha explicado si la decisión de tratar de impedir el aborto de la menor es signo de un cambio de la política del Gobierno en este sentido.
En lo que lleva de mandato, Trump se ha ganado el favor de importantes grupos de la derecha cristiana, que han conseguido que el mandatario nombrara un juez conservador para el Tribunal Supremo y que modificara una importante cláusula sobre anticonceptivos de la ley sanitaria de su antecesor, Barack Obama.