Guía para tener menos dolor durante una mamografía
La mamografía es un examen utilizado para detectar cáncer del seno y no es tecnología nueva. Tiene sus inicios en la primera mitad del siglo 20, y la Asociación contra el Cáncer de los Estados Unidos la recomendó por primera vez en 1976.
El equipo y las regulaciones para estas pruebas han cambiado a través de los años, pero algo no ha cambiado: la incomodidad al momento de realizarse la prueba.
Algunos pacientes sienten ansiedad al realizarse el examen. Otras sienten que la experiencia es muy dolorosa, ya que involucra la compresión de los senos entre dos platos plásticos para obtener una radiografía de todo el tejido mamario. (En un estudio, 35% de las personas entrevistadas dijeron haber sentido incomodidad, y 6% dijeron haber sentido dolor).
La máquina comprime el tejido por una razón, esto ayuda a los médicos a tener una imagen más exacta usando menos radiación que lo que se usa en una máquina de Rayos X normal.
Aun así, “estas mamografías no son agradables para muchas mujeres”, dice la Dra. Mamta Kalidas, editora médica en la Asociación contra el Cáncer de los Estados Unidos y profesora asistente de hematología y oncología en la escuela de medicina de Baylor College.
Hemos consultado a profesionales clínicos y expertos, y las investigaciones encontraron que hay varias cosas concretas que puedes hacer para que la experiencia sea más tranquila y cómoda.
Programa tu examen
- No programes tu examen cuando tus senos estén más sensibles, por ejemplo, durante tu menstruación. “Una de las cosas [que] pueden ayudar a minimizar el dolor es no realizarse una mamografía una semana antes de tener tu [período menstrual]”, dice Kalidas. El mejor momento para programar este examen, dice, es la semana después de tu período.
- Si has tenido mamografías antes, es mejor regresar a la misma clínica cuando sea posible. Si vas a una clínica nueva, asegúrate de que esta tenga registros de tus evaluaciones previas, para que el radiólogo pueda comparar las nuevas imágenes con las anteriores. (Si te vas a realizar una mamografía por primera vez o no hay imágenes anteriores para comparar las nuevas, es posible que te tomen más de dos imágenes por cada seno, que es lo normal).
- Si usas una silla de ruedas o un vehículo motorizado, llama previamente para asegurarte de que la sala de mamografías es accesible, dice la Dra. Helen Barr, directora de la División de Estándares de Calidad en las Mamografías de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Así mismo, diles si necesitas una cita más larga para tener más tiempo durante la mamografía, o si necesitarás a dos técnicos para ayudarte a colocarte en posición.
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Cómo prepararte para tu cita
- Evita tomar café o té el día del examen, aconseja Dana Aragon, Técnica radióloga registrada con especialidad en radiografía y mamografía, mamógrafa y oficial de la jefatura de la Asociación de Técnicos Radiólogos de Estados Unidos. La clínica Mayo indica que disminuir o eliminar la ingesta de café puede ayudar a reducir el dolor de los senos, aunque la investigación sobre este tema no es todavía decisiva.
- Aragón dice que “uses sandalias u otros zapatos cómodos, debido a que debes permanecer completamente quieta durante el examen”. Es posible que también quieras utilizar un vestuario de dos piezas, más que un vestido, sugiere, para que puedas conservar tu ropa de la cintura para abajo.
- El día del examen, no uses desodorante, talco, loción o perfume bajo tus brazos o en tus senos, recomienda la FDA. De acuerdo a la Clínica Mayo, las partículas metálicas en algunos de estos productos pueden mostrar una imagen que produzca resultados confusos o la necesidad de escaneos adicionales.
- Pregúntale a tu médico si es seguro para ti tomar un analgésico de venta libre como ibuprofeno (Advil y genérico), acetaminofeno (Tylenol y genérico) o naproxeno (Aleve y genérico) antes del examen, aconseja Kalidas. Estos medicamentos de uso diario pueden ayudar a evitar las molestias y no afectarán las imágenes.
En la clínica
- Considera la meditación o escuchar música en la sala de espera. Es probable que no puedas hacer esto durante la mamografía en sí, ya que debes prestar atención a las instrucciones del radiólogo.
- Pregunta si tienes dudas. Generalmente, los técnicos te explicarán lo que pasará, paso a paso, pero si sientes muchos nervios, siéntete libre de preguntar.
- Escucha cuidadosamente las instrucciones. Para obtener una imagen de todo el tejido mamario, es posible que el personal de la clínica te indique que te pares más cerca o más lejos del equipo y que levantes los brazos de cierta manera. Si una imagen no captura completamente tu tejido mamario, tendrás que hacerlo nuevamente, dice Kalidas, “no es necesariamente la culpa de alguien”. Dicho esto, escuchar con atención, te puede ayudar a que te pongas en la posición indicada más rápido y evitar compresión adicional. “Una vez que te colocas en la posición exacta, te tomarán la imagen y eso será todo”, agrega.
- “Informa a la clínica si tienes alguna discapacidad física que pueda hacer difícil que te sientes, que levantes los brazos o mantengas la respiración”, sugiere la FDA. “Los técnicos más experimentados en mamografías pueden tomar medidas dependiendo de la discapacidad, como colocar almohadas bajo los brazos o atrás de la espalda, dependiendo de la situación individual”, Si padeces de hombro congelado o tienes algún otro inconveniente para mover los brazos, el técnico se adaptará, dice la doctora Stamatia Destounis, radióloga y profesora clínica en el departamento de Ciencias imagenológicas de la Universidad de Rochester Medical Center, para ayudarte a que te sientas cómoda, dice, “cambiamos la posición del tubo de Rayos X, no la de la paciente.”
- Infórmale a la clínica si tienes implantes mamarios, ya que en ese caso el técnico necesitará tomar más imágenes. Esto es válido para cualquier paciente que tenga implantes dice la doctora Madeline Deutch, MPH, profesora asociada y directora de atención transgénero en la Universidad de California en San Francisco: no tienes que informar si los implantes se relacionan con tu identidad de género. (“Los factores comunes de las personas transgénero que pueden afectar la mamografía,” dice Deutsch, se presentan también en muchos pacientes, incluyendo “implantes, mamas densas o que no se han desarrollado correctamente, o en el caso de hombres transgénero, que posiblemente no tengan suficiente tejido para que entre entre los platos”).
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Después de la mamografía
Es posible que te preocupe cuándo vas a recibir los resultados del examen y lo que puedan revelar, dice Kalidas. Para mamografías de detección, deberías tener los resultados dentro de 10 días. Si no los tienes en ese período de tiempo, asegúrate de llamar al médico o al centro.
Se solicita a las clínicas que envíen por correo “un resumen fácil de entender” dentro de 30 días, o “tan pronto como sea posible” si el resultado sugiere presencia de cáncer, de acuerdo con la Asociación contra el Cáncer de los Estados Unidos. También tienes el derecho de solicitar una copia de las radiografías si las necesitas por alguna razón, o si las quieres para llevarlas a otra clínica.
“No te alarmes si te llaman para que te hagan otras pruebas”, dice Aragon. “En ocasiones, los médicos solo quieren confirmar que lo que ven no es maligno”. Por ejemplo, el tejido mamario denso o los quistes requieren una vista más detallada.
Las mamografías no son infalibles, dice Kalidas, pero es una prueba relativamente efectiva para detectar cáncer, así que probablemente la tecnología no cambiará por ahora, aunque sí causa dolor e incomodidad en algunas pacientes.
La investigación sugiere algunos pasos sencillos que las clínicas pueden tomar para disminuir la molestia durante los exámenes; sin embargo, no han sido adoptados en todas partes. Por ejemplo, un estudio mostró que la lidocaína en gel puede disminuir el dolor de las mamografías, dice KIalidas, pero nunca ha visto que se practique. Otro estudio sugiere que un poco menos de compresión es igual de efectiva, y menos incómoda para las pacientes.
Al final, dice la Dra. Kalidas, ten en mente que la cita y colocarte en posición puede tardar aproximadamente 20 minutos, “la compresión en sí solo toma unos pocos segundos”. Al menos, agrega ella, “eso es un consuelo”.