Lili Estefan rompe el silencio: Habla de la felicidad por su primer Emmy y la tristeza por su divorcio
"Es algo que nunca te esperas, nosotros por el momento que estamos viviendo tuvimos un acuerdo de lo que fuera a pasar esperar, nunca se habló de divorcio, es la verdad"
Lili Estefan está viviendo uno de sus mejores momentos profesionales. No es para menos: después de 20 años al frente de ‘El Gordo y la Flaca’ gana su primer Daytime Emmy a la ‘Mejor presentadora de la televisión hispana’. Justo unos días después de haber recibido uno de los golpes más duros e inesperados de su vida personal: la demanda de divorcio de parte de su esposo Lorenzo Luaces.
Con una sonrisa que pocas veces abandona, con la valentía en su corazón y la verdad en sus labios, por primera vez, a siete meses de haber anunciado en cámara su separación, Lili Estefan habla, en exclusiva, de todo lo que está viviendo, de esta montaña rusa de emociones, del Emmy, divorcio, tristeza, presente, futuro y fe, mucha fe.
Pregunta: ¿Esperabas ganarte este Daytime Emmy?
Lili Estefan: Este año no le puse la atención que se merece. Llevamos varios años yendo y las cosas más populares no son las que son premiadas y yo me considero que somos del pueblo… He visto muchas películas nominadas a los Oscars y en mi opinión no son las que todo el mundo iría a ver, así mismo pienso de la televisión…
P: Cuando escuchaste tu nombre, ¿qué sentiste dentro de ti?
L.E.: Sentí como que se me había quitado un peso de arriba, es como que te llena el cuerpo de oxígeno, es algo que no crees. Lo primero que dije fue una mala palabras (risas)… Esa caminada antes de llegar al escenario me la disfruté, y ya cuando llegas y ves a todo el público te quedas en blanco y dices: “Oh my God!”… Todos trabajamos muy duro, yo me siento con suerte…
P: Se lo dedicaste a tu equipo, a tus hijos y a tus fans, ¿por qué?
L.E.: A mis hijos porque son los que sacrifican más tiempo conmigo para que yo pueda tener esta carrera, incluso el domingo mi hijo tenía su última actividad en el colegio con los profesores y yo le pedí cancelar para quedarme con él y me dijo: “Tú tienes que ir a los Emmy, tú sabes el orgullo que yo me voy a sentir cuando me pregunten dónde estás y diga ‘en los Emmys’”… Es algo de lo que él va a acordarse siempre. En el momento que yo pude contarlo y lo llamo, el grito que ese hijo mío ha pegado jamás lo voy a olvidar. Para Lorencito era un orgullo que yo estuviera nominada. Mis hijos han sacrificado mucho para que yo pueda lograr todo esto…
Mi equipo a diario me hace lucir espectacular, cuando yo llego con el moño virado, cuando no llego a tiempo, cuando no sé algo me lo buscan inmediatamente. A diferencia de otros programas aquí en Univision, nosotros nos llevamos muy bien, hemos sabido protegernos, nos decimos horrores los unos a los otros, somos fuertes, pero es para mejorar. Nos divertimos hasta de las cosas que nos salen mal.
Al final mis fans que me han acompañado durante tantos años me dicen las historias más bellas, fotos que me mandan desde hace 25 años, anécdotas… Yo tengo esa relación que los fans ya son familia mía, y por muy privada que yo trate de mantener las cosas, ellos saben, me leen. Han sabido mantenerme a flote, tomarme por la mano y sacarme en cada momento de mi vida, en cada momento bueno o malo, lo han sabido hacer… Dios es grande, esto me ha caído en el momento que más lo necesitaba.
P: Eso lo dijiste también en tu discurso de agradecimiento…
L.E.: En uno de los momentos más difíciles de mi vida me ha llegado una de las cosas más lindas que yo podía esperar en mi carrera profesional.
P: Ganas el Emmy en la misma semana que te llega la demanda de divorcio de parte de tu esposo…
L.E.: Es una montaña rusa increíble, y yo creo que Dios aprieta pero no ahoga. Esto es el mejor ejemplo para las mujeres que hemos pasado por esto, y que hemos tratado de hacer lo posible por mantener la familia, el trabajo, por mantener la sonrisa, por mantener la cabeza en alto, la dignidad… ¡Qué no hemos pasado las mujeres por mantener la relación!… Y mira que te dicen: “¡Ten fe! ¡confía!”… Éste es el mejor ejemplo para las mujeres que están pasando algo así afuera, esto es luz, recibir un Emmy en mi carrera es pura luz, y opaca cualquier cosa que pueda estar pasando negativa en mi vida.
P: ¿Cómo estás viviendo este proceso en donde pasas de la separación, con una esperanza, a recibir la demanda de divorcio?
L.E.: Es algo que nunca te esperas. Nosotros, por el momento que estamos viviendo, tuvimos un acuerdo de que lo que fuera a pasar esperar. Nunca se habló de divorcio, es la verdad…Habían pasado dos o tres días que había llegado a manos de abogados por una situación que tenemos con los negocios, no necesariamente con nosotros, se empieza un proceso y esto tiene más que ver con otra cosa que con la decisión… Incluso me llamó (Lorenzo) inmediatamente cuando se dio cuenta y quería ‘dismiss the case’, y le digo: “No te atormentes, la vida es una y si algo va a pasar, las cosas van a cambiar y no hay ningún tormento porque las cosas están así y ya déjalo así”… Lorencito está por graduarse en mayo 23, y queríamos que esto no pasara en este momento. No tengo el control sobre lo que pasó ahí, no quiero defenderlo, pero tampoco quiero hundirlo. Es el padre de mis hijos, siempre vamos a ser un equipo, una familia, no importa lo que llegue a pasar al final.
P: ¿Te sorprendió?
L.E.: Sí, claro son momentos difíciles pero no es algo que no me esperara, que no lo tuviéramos a lo mejor hablado, pero todo tranquilo y haciendo lo mejor posible…
P: Tú separas el tema de los negocios y la separación, con lo personal y el corazón. ¿Cómo están en esa parte personal?
L.E.: Increíblemente estamos bien, hay muchas cosas pasando, creo que es un proceso que tenía que pasar. A lo mejor es un proceso que él tienen que pasara y vivir, es algo que yo también tenía que vivir para apreciar muchas otras cosas… No sabes lo que yo aprecio ahora a mis amigas, esas hermanas del alma, mi familia, mi hermano, los momentos con mis hijos… Hay que tener mucha fe. Haces cosas que nunca hacías antes, soy una mujer que miro del lado positivo, y creo que he tratado eso, algo bueno tiene que salir de todo esto.
No me imagino jamás teniendo una pelea grande con el padre de mis hijos. Él es un hombre que en muchos de los sentidos de la palabra ha sido espectacular… Este proceso está fuertísimo, del que no puedo hablar, pero ha sido una etapa muy difícil pero con mucha fuerza he salido adelante.
P: ¿Cómo es tu vida hoy?
L.E.: Ejercicio, terapia, que jamás en la vida había hecho. Desde que pasó esto yo pregunté: “¿qué es lo que hay que hacer?”… Salir adelante y ver a través del ojo del huracán, y ver más allá todo el tiempo y pueden pasar meses, un año, dos… No sabes en qué momento para la tormenta y eso es lo que he hecho. Desde que me levanto doy gracias a Dios hasta por lo que estoy viviendo, muy positiva en todo momento… Triste, la tristeza es fuerte; yo no me imaginé que el proceso era tan fuerte. Si no, a todas esas mujeres que me lo han dicho las hubiera llamado todo el tiempo, les hubiera mandado mensajes positivos todo el tiempo. Mujeres, perdónenme. Aquellas personas que yo no estuve ahí, entiendo cómo es el proceso, pero he estado dentro de todo muy enfocada, no he perdido el enfoque.