Tasas al alza, comisiones a vigilar: rebaje sus balances
Mantener un balance se ha encarecido por la subida de tasas, pero no es el único costo a evitar
La Reserva Federal subió las tasas de interés a finales de septiembre y advirtió que lo haría otra vez. Estas tasas repercuten en el dinero que se prestan a corto plazo los bancos entre sí pero si cree que no le afectan directamente, mire su cartera. Si en ella tiene una tarjeta de crédito — aconsejable para tener una historia crediticia además de para usarla en pagos con más garantías que el débito– sepa que no está en lo cierto.
La Reserva empezó a subir las tasas en diciembre de 2015 después de haber mantenido estas entre el 0%-0.25% durante años para luchar contra la crisis. Desde entonces lo ha hecho ocho veces. Aunque no se note casi nada en el rendimiento de sus ahorros en el banco si se percibe, y bastante, en los intereses que se cobran por los créditos, incluidos los de las tarjetas que suben inmediatamente.
Actualmente los intereses anuales (APR) que se cobran por tener un balance en una tarjeta han subido hasta el 17.01% cuando hace seis meses eran de 16.47%, según las tabulaciones que hace regularmente Creditcards.com. Esta es la media del país pero la de las tarjetas de máxima tasa de interés han subido hasta 24.39% (cerca de lo que la legislación del estado de Nueva York considera ya usura, el 25%). Incluso con una buena calificación de crédito se tienen tarjetas con tasas sobre balances del 20% APR.
Estas subidas pueden ser muy costosas y elevar el precio de la deuda por lo que se impone adoptar la estrategia más rápida para pagar lo que se debe.
En este ambiente, la buena, o no tan mala noticia, es que las comisiones que se aplican por los emisores se mantienen estables o ligeramente a la baja. Según la misma Creditcards.com que ha verificado que las tasas por ciertos usos o penalizaciones: pagar tarde, usar más del límite de crédito, hacer transferencia de balances o avance de dinero, entre otros se mantienen estables.
Pero la apuesta es que sea solo de momento. La competencia entre emisores y bancos ha sido tan fuerte que se han rebajado las cantidades con las que se penalizan o se cobran servicios. Los ingresos por estas comisiones han bajado tanto que se espera que los grandes bancos reevaluen estas estrategias.
Cuáles son las comisiones más frecuentes (de más a menos):
- De pago tardío. No solo puede afectar a su historial crediticio sino también a su bolsillo porque se cobra una tasa que puede estar entre $25 y $38. Cuando le pasa a alguien por primera vez, normalmente el banco lo perdona y no da parte a las agencias de crédito si no ha pasado más de dos meses. Una manera de evitarla es hacer pagos mínimos automáticos.
- Por pedir dinero por adelantado o cash advance. Es un servicio que sale caro porque se puede cobrar por ello $38.
- Por escasez de fondos. Se cobra cuando el cliente trata de pagar con un medio de pago que no tiene acceso a suficientes fondos. Por ejemplo, no hay dinero suficiente en la cuenta para el pago directo o el cheque se escribe con menos fondos de los que requiere la orden de pago.
- Por transferencia de balance. Algo que se puede (y debe hacer) si se prevé que se tardará en devolver el dinero y todavía algún banco ofrece una tarjeta con 0% de interés como promoción durante un cierto número de meses. Estas ofertas facilitan la devolución de un crédito que no crece. Suele cobrarse entre $5 o $10 o un porcentaje de la cantidad que se traspase, la cantidad mayor.
- Por uso con divisa extranjera. Es una comisión que cada vez menos emisores aplican pero que sigue vigente en muchas tarjetas. Normalmente es el 3% de la cantidad de la que se trate.
- Anualidades. Algunas tarjetas, sobre todo las que ofrecen descuentos, compras o millas suelen tener una tasa anual que en algunos casos puede sobrepasar los $100
- Pasarse del límite. Pocas tarjetas siguen cobrando en caso de que se exceda el límite de crédito que se le concede. Pero verifique que la suya no es una de ellas.