Preparada una moratoria de multas para acabar con la crisis de los toldos
Una propuesta de ley que será aprobada antes de fin de año cambia el mercado de estas señales comerciales
Muchos comerciantes, sobre todo en Brooklyn, han retirado los toldos de entrada de sus negocios para evitar multas por carecer de licencia de instalación. El miedo a unas sanciones, que pueden exceder los $6,000, debe disiparse ahora que la oficina del alcalde y el concejal Rafael Espinal han llegado a un acuerdo para abrir una moratoria de un año a la imposición de multas por el Departamento de Edificios (DOB en sus siglas en inglés).
Esta moratoria se enmarca dentro de una Ley sobre Toldos (The Awning Act) que Espinal espera que se apruebe por el concejo el 20 de diciembre y sea firmada por el alcalde inmediatamente para que entre en vigor.
Con esta ley no solo se trata de ayudar a los pequeños comerciantes a regularizar su situación, en caso de que tengan que hacerlo, sino además se les ayuda con los costos porque se permite que todas las empresas que se dedican a instalar todos puedan hacerlo en locales comerciales y no solo las menos de 30 que actualmente tienen licencia para ello.
Al abrir el mercado a la competencia se espera que el precio de fabricación e instalación caiga. No obstante, las empresas instaladoras tienen que seguir cumpliendo con una normativa que es distinta según el vecindario en el que se localice el pequeño negocio que quiera un toldo. Por ejemplo, en los districtos comerciales las normas son distintas que en otros lugares de la ciudad.
Quienes estén pendientes de pagar la multa, podrán entrar en un programa para que se les archive y no tengan que abonar nada. Quienes hayan pagado ya la sanción recibirán descuentos en los permisos para instalar un nuevo toldo o señal por lo que necesitarán hacer frente a solo el 25% del costo.
La portavoz de Espinal afirmó que con o sin sanción nadie debe retirar su toldo como han hecho muchos negocios sobre todo en Brooklyn. En este condado y según cifras de DOB se levantaron actas de ilegalidad a 1,046 negocios hasta noviembre cuando el año pasado esta situación afectó a unos 310. El DOB no sale a buscar toldos ilegalmente colocados a no ser que reciba una llamada en el 311. En ese caso tienen obligación de hacer una inspección.
Y han recibido muchas llamadas en el último año y medio. El concejal Espinal explicaba recientemente a este diario que sospechaban que las llamadas estaban hechas por parte de alguna empresa de toldos que quería más negocio. Otros concejales que apoyan la ley como como Carlos Menchaca, Bob Holden, Peter Koo, Justin Brannan y Kalman Yeger además del presidente del condado Eric Adams, han recibido informaciones de los afectados que les hacen pensar que la sospecha está bien fundada.
Buena parte de los negocios afectados por las multas, el costo de la retirada y nueva instalación de un toldo de forma homologada a la ley –que incluyen los honorarios de un arquitecto– son de emigrantes o minorías que operan con unos márgenes muy bajos y ya pagan unas rentas comerciales muy altas.
De acuerdo con la nueva ley se creara un grupo de trabajo con dueños de pequeños negocios, cámaras de comercio de cada condado y representantes de agencias de la ciudad que seguriá analizando las preocupaciones que se tenga sobre la implementación de esta ley de 1961 que regula los toldos comerciales.