Acusan a inmigrante africano de pertenecer a la MS-13, pero él no sabía ni lo que era
Todo por unos tatuajes en español, - idioma que no entiende - y unas trenzas
Youmbi Roberto Nfor, de 24 años, creció en una región de Camerún conocida como Grassfields, y nunca había escuchado sobre la banda criminal MS-13, con amplia presencia en países de Centroamérica y también en la Costa Oeste de Estados Unidos.
Sin embargo. a pesar de nunca haber tenido ninguna relación con ello, fue acusado por el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) de pertenecer a la asociación criminal cuando presentó una solicitud para obtener asilo en el país.
¿La razón de esa acusación? Según los abogados de ICE, Nfor tenía demasiados tatuajes en sus piernas y en su pecho, lo que lo convertía en un sospechoso de ser un criminal, aunque un experto en la simbología que utilizan las pandillas había segurado que no existía coincidencia alguna.
En el caso de Nfor, al igual que en el de otros muchos migrantes, las autoridades han utilizado la excusa de que estas personas tienen vínculos criminales para negarles el asilo, la residencia o la ciudadanía, según explica Yahoo News en un artículo en donde también hace énfasis en la manera que se ha referido el presidente Donald Trump a quienes supuestamente integran estas organizaciones delictivas.
En el 2016, Nfor, quien entonces tenía apenas 22 años, tuvo que dejar su país tras haber sido descubierto mientras mantenía relaciones sexuales con otro hombre, lo que en Camerún está considerado como un crimen y supuesto a hasta cinco años de prisión. Con la ayuda de un amigo logró llegar hasta Nigeria y de ahí volar hasta Ecuador, en donde inició su travesía hasta Estados Unidos.
Tras cerca de dos meses de viaje, Nfor arribó a San Isidro, uno de los puertos de entrada hacia Estados Unidos, en donde permaneció casi dos años mientras que su caso de asilo estaba en proceso sin tener un abogado que lo defendiera.
Aunque es común que los migrantes que han llegado a la frontera soliciten su liberación mientras que sus casos son avaluados, las peticiones de Nfor, redactadas por él mismo, fueron negadas en repetidas ocasiones.
Fue justo en ese año, 2016, cuando Nfor escuchó por primera vez el nombre de la MS-13 en voz de Donald Trump, quien en uno de sus discursos durante su campaña presidencial mencionó a la pandilla.
Pero dos años después, en el 2018, Nfor continuaba recluído a pesar de que un juez le había aprobado su petición de asilo. Según recuerda, lo mantuvieron en el centro de detención Stewart, en Lumpkin, manejado por una empresa privada que tiene contratos con ICE.
De acuerdo con la investigación de Yahoo News, un oficial del centro le pidió a Nfor revisar sus tatuajes y tomarles fotografías. Momentos después, le informó que ICE había determinado que pertenecía a la MS-13 y que había sido acusado oficialmente, por lo que no era elegible para beneficiarse. Todo había ocurrido el 30 de julio de 2018.
Para suerte de Nfor, Darell Dones, un agente especial retirado del FBI, fue contactado para ayudar en el caso de este joven artista que había sido acusado de pertenecer a la Mara Salvatrucha por tener varios tatuajes con palabras en español, un idioma que no entendía, y varias trenzas de colores en su cabello.
Tras revisar los archivos del caso, Dones entrevistó a Nfor, quien negó las acusaciones que pesaban sobre sus hombros. En una declaración jurada que fue presentada ante un tribunal, el investigador indicó que era imposible que Nfor perteneciera a la banda puesto que sus tatuajes tenían un significado ligado a su cultura y que además, el color rojo que tenían algunos estaba prohibido en la MS-13.
“Se sabe que las pandillas MS-13 atacan severamente, incluso matan” a quienes tienen ese color”, recoge Yahoo News.
El 13 de septiembre de 2018, un juez de inmigración determinó que la evidencia ofrecida por ICE no era convincente y Nfor fue finalmente liberado. Ahora vive junto a un viejo conocido en Plymoth, Minnesota, y espera por un permiso de trabajo.
“Creo que valió la pena, definitivamente. Al menos puedo estar en paz y puedo vivir sin tener miedo”, aseveró Nfor.
(Editado por Geysell Cisneros)