No temas a la revisión de próstata
Son muchos los mitos que rondan a este examen médico fundamental de la salud masculina.
La semana pasada fue el cumpleaños número cincuenta de Raúl. Uno de sus grandes conflictos, según sus palabras, es cumplir con su primera revisión para verificar que no existe ningún riesgo con respecto al estado de salud de la próstata.
El temor que experimenta se debe a que algunas personas le han comentado que no sólo resulta doloroso, también le genera incomodidad y vergüenza debido al tacto rectal, que es el procedimiento para realizar el examen.
Él está dispuesto a evitar la prueba, tan es así que se justifica diciendo que no es necesaria, ya que no siente ninguna molestia, “y si algo anduviera mal, me dolería ¿no?”.
Desafortunadamente, así como Raúl, gran parte de la población masculina carece de la información adecuada, y los mitos que rodean a éste procedimiento de detección y prevención, son los responsables de que el índice de mortandad por cáncer de próstata, aumente considerablemente.
Hoy se sabe que este padecimiento causa de muerte de un hombre cada hora, además según la Secretaría de Salud (SS), lo ubicó en segundo lugar en el grupo de edad postproductiva, con una tasa de 71.7 por cada 100 mil habitantes.
Son muchos los mitos que rondan a este examen médico fundamental de la salud masculina.
La edad perfecta para acudir a revisión es a partir de los 40 años, aunque, en muchas ocasiones, en esta etapa no hay molestias notorias, sin embargo es muy importante tomar en cuenta que, mientras incrementan los años hay más probabilidades de riesgo. En esta etapa se recomienda asistir con el urólogo, por lo menos una vez al año.
“Después de los 50, es sumamente necesario que el varón se someta a revisión de forma semestral, la prueba que se realiza es un perfil prostático. Esta decisión, es la mejor forma de prevenir y atender a tiempo alguna anomalía”, comenta el doctor Jaime Salinas Soto, Jefe de cirugía del Hospital General de Iztapalapa.
El experto señala que a partir de los 80 años, este procedimiento es indispensable, y aunque de cada 100 hombres sólo 5 presentan diagnóstico negativo, la precaución puede salvar muchas vidas.
La gran barrera que aleja a miles de hombres de la salud prostática está construida por los tabúes populares que rodean al tema, el más importante, el tacto rectal y la revisión física.
Por ello, el especialista sugiere los siguientes procedimientos, que además de ser muy accesibles, cuentan con exactitud y sencillez en su realización: “Antes de imponer un juicio errado, es necesario acudir a su unidad de salud. La valoración es individual y se actúa según lo amerite el paciente”.
Y agrega, que el tacto rectal se utiliza hoy en día con menos frecuencia, pues ha sido sustituida por la prueba del Antígeno prostático. Hasta hoy, es la que ofrece mayor exactitud, toda vez que el procedimiento no representa ninguna complicación.
Otra alternativa es hacerse un ultrasonido, de igual forma es barato y menos incomodo. También cuenta con exactitud y puede demostrar si existen percances prostáticos.
La importancia de acudir al especialista puede ser el punto clave entre padecer una enfermedad mortal y llevar una vida sana, por ello, el experto Jaime Salinas comparte las preguntas más frecuentes referentes al tema.
1. ¿Cuáles son los síntomas del cáncer?
Cuando el cáncer está ya avanzado, pueden existir dolores crónicos en la parte baja de la espalda, cerca de los testículos y dolor o ardor al orinar. Aunque, hay que tomar en cuenta que en otras situaciones, no se manifiestan molestias y cuando hay reacción del paciente, ya es demasiado tarde. Por ello es adecuando asistir a revisiones frecuentes.
2. ¿En todas las revisiones se realiza tacto rectal?
No, en estos días es un recurso no tan concurrido. Se realiza en caso necesario. Por ello, como paciente, pregunte o comente a su médico los estudios que ya comentamos (Antígeno prostático y Ultrasonido) para que elija el que convenga más a su salud.
3. Si ya se detectó el cáncer, ¿cuál es el procedimiento a seguir?
Depende el grado de avance de la enfermedad, si ya es mayor, se procede a la operación (se extirpa la glándula y testículos). Si es detectada tempranamente, se emplean medicamentos y se espera a la reacción del paciente, en muchas ocasiones es favorable.
En la situación inicial de Raúl, la gravedad aún no se hace presente, sin embargo hay que recordar que la mayoría de los casos de cáncer detectados a tiempo tienen muy altas posibilidades de curarse. La decisión puede salvar miles de vidas y es el primer paso para una prevención eficaz y oportuna.
“La perseverancia es el motor del éxito”.
bojorge@teleton.org.mx