‘Serenity’, el oscuro reencuentro de Matthew McConaughey y Anne Hathaway
Entrevistamos a los dos actores, que llevaban sin trabajar juntos desde 'Interstellar' y estrenan un nuevo thriller de Steven Knight
Exploraron el espacio juntos en 2014 con la “Interstellar” de Christopher Nolan, pero Anne Hathaway y Matthew McConaughey no habían vuelto a coincidir en una película hasta ahora. Hoy se estrena “Serenity”, un thriller del guionista y director inglés Steven Knight –creador de la serie “Peaky Blinders” – en el que el actor texano interpreta al capitán de un pequeño pesquero en el Caribe obsesionado con atrapar un gran pez vela, hasta que su exmujer –Hathaway– aparece en la isla con un oscuro pedido: que mate a su actual marido, un millonario abusador, para salvarla a ella y al hijo que tuvieron ambos. Pero en el fondo, nada es lo que parece.
Charlamos con estos dos ganadores del Óscar pocos días antes del estreno de “Serenity”.
Pregunta: ¿Cómo fue trabajar juntos otra vez?
Anne Hathaway: ¡Oh!
Matthew McConaughey: Fue divertido. Disfrutamos trabajando juntos y estábamos esperando una oportunidad para hacerlo de nuevo. Confiamos uno en el otro, nos lo pasamos bien, nuestras familias se conocen… Ambos llegamos preparados al trabajo y nos apoyamos. Siempre me gusta trabajar con Anne.
A.H.: Creo que Matthew y yo nos sentimos atraídos por estas películas que retuercen la mente de la audiencia y a la vez les da esplendor visual. Además, cuando trabajas con alguien por primera vez, empiezas desde la primera casilla, tienes que empezar a conocerte. Con Matthew teníamos la experiencia de todo un film juntos. Conocemos nuestros procesos. Fue muy bueno empezar con todo eso ya adelantado.
P.: Se llama “Serenity”, pero la historia es cualquier cosa menos “serena”…
A.H.: El título que venía en el guion que me enviaron decía “Serenity or A Small Dark Look”, quizá eso lo explique.
M.M.: Cuando leí el guion me dije: ‘Éste es el tipo de película que me gusta ver en un cine’. Realmente disfruto un buen film misterioso, sexy, a momentos terrorífico y manipulativo. Muchas veces tenía que releer páginas anteriores para encontrar pistas. Creo que eso es parte de lo divertido de una película como ésta.
P.: Steven Knight es un director y guionista muy especial…
A.H.: Ves su trabajo y te imaginas a un tipo de hombre muy curioso. Pero es la persona más agradable, más generosa, comprensible… un poco callado pero a la vez divertidísimo. Yo lo encuentro fascinante y me siento afortunada de compartir con él.
M.M.: Es un gran guionista. Nos habló de su proceso de escritura. Él dice que, cuando está escribiendo, lo último que sale de la boca del personaje es la verdad última. Y si eso contradice completamente una verdad anterior, él vuelve atrás y reescribe todo de nuevo hasta ese punto. Hay una línea en la película que dice: “A veces la gente puede hacer cosas malas por buenas razones”. Eso es lo que a Steven le interesa en los dramas que escribe.
A.H.: Cada aspecto de esta película lo puedes iluminar con toda la luz que quieras y la va a reflejar. Es un prisma. Es tan meticuloso. Todo tiene un propósito… Así que tú, como miembro de la audiencia, tienes la responsabilidad de estar alerta al borde de tu asiento, de escuchar y prestar atención.
P.: ¿Cómo construyeron sus personajes?
M.M.: Baker es un solitario. Yo lo interpreté asumiendo que, independientemente de a quién le hablara, él siempre estaba teniendo un monólogo con su hijo, aunque el hijo no estuviera allí. Al final necesita encontrar justicia entre dos obsesiones diferentes: pescar el pez y matar a un hombre. Una consume a la otra.
A.H.: Con Karen fue descorazonador darse cuenta de que mucho de lo que le motiva es: “Me puedes ver como quieras verme, no importa, porque en realidad no me estás viendo”. Eso condiciona su vida. Hay tanto detrás de esa máscara con la que se presenta como agradable, atractiva, silenciosa… vista pero invisible. Sentí que eso era muy triste y muy real.
P.: Aunque se supone que están en el Caribe, filmaron en Isla Mauricio y muchas de las escenas ocurren en el mar…
A.H.: ¡Me encantó!
M.M.: Sí. Se vuelve parte de la aventura y es un reto. Cuando trabajas en el mar estás a merced de la Madre Naturaleza. Llovía todo los días y tienes que parar la escena, rodar entre lluvia y lluvia. El mar se pone bravo y los botes se golpean unos con otros. Tienes que evitar peligros y estar seguro; y a la vez quieres lograr la toma más bonita. Mauricio fue como una isla de fantasía en el medio del Océano Índico que no mucha gente conoce. Tiene una luz mágica. La gente es hindú, musulmana y creole. No es una isla ambiciosa. Una isla de pescadores que podría estar en cualquier lugar en cualquier momento.