Siguió los consejos de Julio César Chárez y recupera el hambre en el ring
Adrián Granados busca ponerse en el mapa del boxeo estelar al enfrentar al excampeón Danny García este sábado
Los Ángeles.- Adrián Granados es un experimentado y aguerrido boxeador de sangre mexicana cuya carrera no lograba despegar y las distracciones en el área de Chicago, de donde es originario, le impedían enfocarse de la mejor forma.
Entonces Granados le hizo una llamada a Julio César Chávez, nada menos, para pedirle consejos.
“Me dijo: ‘Cámbiale a la cosa, vente pa’cá’, y me dio muchos consejos de cómo entrenar, cómo manejar mi vida y cómo elegir buenas amistades y la ruta buena para una carrera boxística”, reveló Granados en entrevista.
Esos consejos no pudieron haber venido de alguien mejor, considerando que el “César del Boxeo”, no obstante su grandeza, lidió con todo tipo de problemas y tentaciones fuera del ring.
Esa llamada con “JC” se tradujo en un cambio radical para Granados, mudándose de Chicago a Culiacán en diciembre de 2017.
“Funcionó muy bien, me enamoré de Culiacán y luego me enamoré en Culiacán”, dijo el púgil de 29 años de edad, quien conoció en tierras sinaloenses a su actual pareja romántica.
Y ahora Granados dice que está en su mejor forma como peleador y listo para brillar. Su oportunidad llega este sábado en el Dignity Health Sports Park de Carson al enfrentar al excampeón mundial Danny García en peso welter en una función de la empresa PBC que será transmitida por FOX (8 pm Este/5 pm Pac).
García (34-2) viene de una derrota contra Shawn Porter en septiembre y a su vez encara el combate como uno para recuperarse. Pero Granados promete ser un cliente difícil para el hombre de sangre puertorriqueña.
“Me siento bien confiado y listo para ganar este sábado”, dijo Granados, con récord de 20-6-2. “Puede ser algo bien grande para mi carrera, algo que necesito… Quiero ser una estrella y quiero ser campeón del mundo y ganando a Danny García puede ser mi rumbo”.
Granados nació en Berwyn, Illinois, hijo de padres originarios de Nuevo León y Coahuila. Le tocó crecer en un barrio complicado del sur de Chicago.
“Sí tenemos mala fama y pues hay que andar enfocados de no caer en malas amistades, pandillas, drogas; hay vicios que pueden afectar a un niño como yo cuando iba creciendo. Le doy gracias a mis padres que me dieron una mejor vida”, comentó Granados.
La mudanza a Culiacán fue para Adrián más que un cambio de casa y un viaje para encontrar el amor. Él dice que le ha permitido recobrar su hambre como peleador, que sentía que estaba perdiendo por mala fortuna en el boxeo.
“Ya sabe la gente que me han robado varias peleas, regresó mi hambre y por eso tengo tantas ganas de ganar esta pelea”, comentó Granados, que entrena con su mismo preparador de sus años en Chicago, George Hernández.
Sus frustraciones en el boxeo se fueron acumulando.
“Nunca he tenido managers que me apoyaban, no tenía un promotor grande, siempre tenía que tener un trabajo al mismo tiempo de boxear”, explicó. “Ha sido muy duro para mí, he tenido que tomar muchas peleas que no debía, pero era para sobresalir y para sobrevivir. Es por eso que muchos ven mi récord y juzgan que tengo seis perdidas, dos empates, pero no saben de la controversia de que siempre iba en contra de promotor o en contra del favorito”.
Granados menciona sus combates de 2017 contra Adrien Broner y Shawn Porter como pleitos que piensa que le robaron. La pelea contra Broner fue una decisión dividida y contra Porter los jueces anotaron una desahogada decisión unánime.
Y por eso, contra García, estando el juego la corona “plata” del Consejo Mundial de Boxeo, Adrián Granados se propone ganar y no dejar dudas.
“Hay muchas más herramientas que ser agresivo y fajador. Las voy a demostrar este sábado”..