Comienza batalla contrarreloj para lograr reforma de leyes de renta en NY
Con protestas y audiencias, activistas y políticos exigen que Albany apruebe un paquete de nueve iniciativas que proteja a los inquilinos
Ahora sí empezó en forma el conteo regresivo hasta el próximo 14 de junio, fecha en que expiran las leyes de renta actuales, que benefician a por lo menos 2.5 millones de neoyorquinos que viven en unidades cobijadas por normas de alquileres estabilizados. Y tratando de ejercer presión sobre la Legislatura estatal, para que apruebe un paquete de nueve iniciativas que protegerían más a los inquilinos, este jueves decenas de manifestantes y políticos defensores de los arrendatarios, se dieron cita en una demostración en la Alcaldía para levantar sus voces y pedir acciones.
“No podemos dejar de cumplir nuestra responsabilidad con las personas que nos eligieron y es por eso que vamos a dar una pelea fuerte para que se aprueben estas nueve leyes que garanticen que nuestra gente no va a seguir siendo víctima de desalojos y atropellos por parte de los dueños de edificios”, aseguró la asambleísta Catalina Cruz, durante la manifestación, que presidió la primera audiencia sobre las reformas de rentas en la Asamblea estatal. “No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los caseros se enriquecen a costa del sufrimiento de los inquilinos”.
Roberto Rodríguez, un inquilino que vive hace más de 25 años en un apartamento en Williamsburg, en Brooklyn, rindió su testimonio ante el Comité de Vivienda de la Cámara Baja, donde urgió a los legisladores a que se pongan del lado de la justicia.
“Las leyes actuales están destrozando a nuestra comunidad, porque le permiten a los caseros hacer lo que quieran y están amparados con figuras como la renta preferencial, el bono de vacancia y los desalojos, por lo que necesitamos que se aprueben los cambios inmediatamente”, aseguró el puertorriqueño, de 65 años. “También pedimos que se ponga freno a los caseros que están utilizando ahora la táctica de bancarrota para no cumplir con sus obligaciones”.
Lucas Rennique, organizador de inquilinos de la organización Los Sures, se mostró optimista en que Albany aprobara las reformas de renta, y advirtió que si no sucede así, se está jugando con el futuro de miles de familias de bajos recursos y recursos medios que podrían terminar ampliando las cifras de desamparados.
“Tenemos muchos casos en los que estas leyes actuales están ahorcando a los inquilinos, como pasó con una señora de Brooklyn, mamá de cuatro hijos quien ya no puede pagar más incrementos y que de ser lanzada a la calle estaría enfrentando su segundo desalojo con sus pequeños”, dijo el activista. “Si no se aprueban las leyes, estamos poniendo en riesgo la estabilidad de familias enteras y niños, muchos de ellos hispanos”.
Protegen 1 millón de apartamentos
El paquete de medidas, que protege a más de 1 millón de apartamentos de la Gran Manzana, no solamente busca protecciones a los arrendatarios beneficiados por los programas de renta estabilizada, sino que además aboga para que se le quite a los caseros privilegios actuales, que les permiten aumentar costos considerablemente y desalojar a sus inquilinos, amparados en la ley. Los proyectos proponen que figuras como la renta preferencial y el bono de vacancia, que permite incrementar en un 20% el monto del inmueble cuando alguien se va, que han contribuido a que se hayan perdido más de 300,000 unidades de renta controladas desde 1994, se tumben.
La Asamblea promoverá dos audiencias más para escuchar las voces tanto de inquilinos, como de caseros, quienes defienden las leyes actuales, asegurando que en los últimos años los costos de mantener los edificios han aumentado considerablemente, algo que los defensores de los arrendatarios refutan.
“Las propuestas de Albany significarían que los caseros de más del 40% de las unidades de renta estabilizadas de la ciudad no podrían costear una inversión más allá del mantenimiento básico, los impuestos y los servicios, en cinco años”, aseguraron líderes de propietarios a través de un comunicado conjunto.
Y mientras activistas e inquilinos aseguran que intensificarán la lucha y las protestas para que la Legislatura de el paso hacia el frente y apruebe la reforma a las rentas, los dueños de edificios y las grandes inmobiliarias no cesan su lobby para convencer a varios políticos de no votar a favor de las propuestas, según lo denunció la propia senadora Julia Salazar.