Parientes de “El Chapo” se reparten tierras del Cartel de Sinaloa porque Guzmán “ya no va a regresar”
Familiares del convicto capo detallan sobre la redistribución de territorio mientras el exjefe del cartel espera por sentencia en Nueva York
Un sobrino del convicto narco Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, apodado el “Comandante”, dijo que como saben que “el tío ya no va a regresar” luchan para mantener el poder del Cartel de Sinaloa en San Miguel, Badiraguato.
Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2017 y declarado culpable de narcotráfico en la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, en febrero pasado. El narco, que permanece en una prisión de alta seguridad en Manhattan, espera por su sentencia.
“Nosotros sabemos que el tío (Guzmán Loera) ya no va a regresar. Desde el principio supimos que era un juicio perdido, y aún así teníamos esperanza que ganara, pero era difícil. Desde que se lo llevaron a Estados Unidos, fue difícil que las cosas salieran a su favor”, señaló al semanario mexicano Río Doce el supuesto sobrino de “El Chapo”, quien no quiso dar su nombre de pila.
El informe de la publicación indica, además, que el territorio que controlaba “El Chapo” ha sido repartido entre otros miembros de su familia, como hermanos, primos y sobrinos, quienes se han quedado con sus clientes.
“El Cacho”, otro de los familiares de Guzmán, aseguró, por su parte, que el CDS mantiene vigilancia en toda la sierra para evitar el ingreso de otros grupos criminales, como “La Línea”, que opera en Chihuahua.
Como parte de la estrategia, los Guzmán supuestamente mantienen retenes en todos los caminos que conducen a Sinaloa por la parte de la sierra del llamado Triángulo Dorado, la frontera entre Chihuahua, Durango y Sinaloa.
“Nosotros no nos movemos de aquí y hay que estar pendientes y bien comunicados en caso de que algo se presente porque si esa gente (de la La Línea) entra para acá, se van a poner muy feas las cosas”, dijo “El Cacho”.
“Desde que se lo llevaron, hay más guerras, más conflictos, porque los que quedaron en su lugar resultaron ser más desordenados que cuando mi tío, y ahí empiezan a hacer lo que quieren, y ya no se respeta a la gente ni se respetan las reglas”, agregó.
“Aquí seguimos oiga. Echándole ganas, y trabajando porque el tráfico de la droga no se detiene aunque no esté el jefe, pero eso sí, pendientes que no nos vaya a caer el gobierno”, sostuvo el “Comandante”.