Elyfer Torres habla en exclusiva de la impresionante transformación de ‘Betty en New York’
"Fue un procesos largo, casi por comodidad estuve un año entero sin usar maquillaje, dejándome el bigote... Lo disfruté y aprendí muchas cosas"
Llegó a ‘Betty en New York’, la novela de Telemundo de las 9/8 PM Centro, uno de los momentos más impactantes, esperados y que marca un antes y un después en la historia: la transformación de la protagonista de ‘fea’ a ‘guapa’… En exclusiva hablamos con Elyfer Torres, la actriz que le dio vida y que nos explica que esto no se trata de un cambio físico, sino la primera vez de sentirse amada al mirarse al espejo.
Elyfer también nos explicó cómo fue para ella volver a recuperar su imagen después de estar un año sin maquillaje y con bigotes.
Pregunta: Elyfer, ¿que significa este cambio en la vida de Betty?
Elyfer Torres: Esta mujer que amo, porque al final yo la cree, está viviendo este momento que jamás se imaginó, de decir: “me gusto a mí misma”… Lo más importante de este cambio no es decir, “Ay que guapa soy”, sino de decir “por primera vez me miro a espejo y me gusta lo que veo, acepto lo que veo frente al espejo y lo amo”, y creo que por eso es súper emotivo.
P: En la primera entrevista que hicimos, me dijiste que en la transformación que tuviste que hacer para ser Betty, te costaba verte al espejo con bigotes, ¿cómo fue para ti recuperar tu imagen a través del personaje que te la hizo perder?
E.T.: Emocionante porque antes de comenzar este proyecto tuve que eliminar mis fotos y mi imagen que había online, entonces es un proceso como de cerrar un ciclo, que cerrarlo es doloroso cuando representa algo tan importante para ti. A mi me cambió la vida, entonces es como ir alejándome poquito a poquito del personaje. Muy feliz de que haya sucedido, de que a la gente le haya gustado, porque creo que es lo más importante, que las personas de verdad conectaron con Betty, con la historia. Todos en la vida alguna vez hemos sido Betty, tal vez no diario como ella , pero me he sentido así y se parece un poco más a mí porque me hace recuperarme a mí. Ahora estoy en México y ya recuperé mis uñas, no tengo aparatos en la boca.
P: ¿Cómo fue volver a ser tú?
E.T.: Fue un procesos largo, casi por comodidad estuve un año entero sin usar maquillaje, dejándome el bigote… Lo disfruté y aprendí muchas cosas, Betty me ha dejado ser una mujer mucho más libre, por ejemplo, ayer fui al super en pijama porque necesitaba algo a punto de dormir. Creo que eso me enseñó mucho, de que son las cosas que realmente importan de las personas, lo sabía pero no lo tenía internalizar, y esa es la parte más difícil: lo creo y lo hago. Me convertí en una mujer más libre de lo que quiero y de cómo me quiero ver según mi momento.
P: ¿Cómo fue para ti grabar ese momento?
E.T.: Detrás de cámara fue muy loco, yo venía de los últimos días de filmación, estábamos vueltos locos, venía de hacer muchas escenas en una unidad y tenía que ir lejísimos. Algunas partes se grabaron con una doble cuando no sale mi cara, yo hice los tiros de frente y fue súper emotivo porque yo sabía que se acercaba el final tanto de la historia como de la filmación, entonces estaba como sintiendo cosas muy fuertes… Para el personaje, para Betty era algo muy nuevo porque es la primera vez que se ama y se gusta frente al espejo, entonces mi dilema era: ¿cómo voy a hacer para que se entienda de que mirarse al espejo encierre todo esto en un parlamento de “Esta soy yo”? … Traté de que fuera natural, no pensarlo mucho y dejarme llevar… Ojalá que la gente haya disfrutado el momento y lo haya entendido ese ‘esta soy yo’, como “me reconozco a mí misma, y la persona que siento que soy”.
P: ¿Sientes que tienes una responsabilidad extra al no caer en el típico de que solo siendo ‘linda’ triunfas?
E.T.: Exacto, es un mensaje muy lindo para los jóvenes en donde estamos creciendo en un mundo tan bombardeado de estereotipos, de lo que es bello, no por juzgar, tenemos a las Kardashian. Es tener una protagonistas que es ‘fea’, pero que cuenta la historia de esta mujer, que se encuentra a si misma y descubre su verdadero ser. Me parece maravilloso, Fernando Gaytan (el autor) fue un genio. Es imprimir esto en las nuevas generaciones de que no tengo que cambiar para gustarle a otros u otras, si yo soy feliz con que voy a cambiar es porque soy capaz de evolucionar. Basta con esto de si eres mujer tienes que tener hijos y limpiar, eres hombre tienes que trabajar y proveer, ¡no! Betty esta rompiendo estereotipos de belleza, de rol. Ella busca ser ella, esta historia sigue sin morir por ese mensaje poderoso que tiene, por esa comunicación masiva de que para ser bonita tenemos que ser un producto de consumo masculino. Ser bonito es como ser feliz.