La deuda que más pesa sobre la comunidad latina

Más del 66% de los licenciados de esta comunidad tienen una deuda cuyo promedio asciende a $25,452

El desfile es un acontecimiento que unifica, anima la comunidad colombiana y promueve relaciones interculturales en nuestra sociedad. Una meta importante del desfile es promover en la comunidad colombiana un sentido de orgullo por su herencia.

El desfile es un acontecimiento que unifica, anima la comunidad colombiana y promueve relaciones interculturales en nuestra sociedad. Una meta importante del desfile es promover en la comunidad colombiana un sentido de orgullo por su herencia. Crédito: Shutterstock

Los estudiantes en EEUU y sus familias deben un total de 1.53 billones (trillions en inglés) en deuda estudiantil. Hay doce dígitos en esa cifra detrás del uno y eso significa que es la acumulación de deuda más grande tras las hipotecarias.

Es, a diferencia de los créditos para comprar una casa, una deuda no asegurada por un activo y se concede a una persona con poca o ninguna historia crediticia. La bancarrota no es salida para la obligación de devolver estos pagos que afectan más seriamente que a nadie a las comunidades de color, tanto a los afroamericanos como a los latinos y que es un ancla en el potencial desarrollo económico de los estudiantes, sus familias y sus comunidades.

De acuerdo con un informe recién publicado por el Center for Responsible Lending (CRL) y la NAACP, el patrón histórico de desigualdad en acceso a la educación superior — la que abre el camino a los profesionales y cada vez más que nunca a los trabajos que garantizan la posibilidad de la clase media y la movilidad social–, se mantiene para muchos estudiantes.

“Los afroamericanos y latinos tienen difícil financiar sus experiencias universitarias debido a una amplia discriminación social. Adicionalmente, muy a menudo son presa de instituciones de baja calidad y con ánimo de ganancia que no aportan buenos beneficios educativos. Como resultado, los estudiantes de color acumulan altos niveles de deuda insostenible”, se explica en el informe.

De acuerdo a los cálculos del CRL, a diferencia de generaciones previas, la mayoría de los estudiantes de universidad se gradúan con deuda. En 2016, el 70% tomó algún préstamo para ello y el promedio de deuda es $30,000. Esta cifra es la mitad que resulta de quienes tienen más deuda y quienes tienen menos, es decir que hay quien sale con más peso que esta suma.

En el caso de los latinos, el 66.3% de los licenciados tuvieron deuda y el promedio es $25,500. En el caso de los afroamericanos casi el 85% tiene deuda, y es mayor que la de los latinos (unos $34,000 de promedio). El 70% de los blancos también tiene esta obligación una vez licenciado y suele deber unos $30,000.

Quienes más sufren de ello son, los que van a universidades con ánimo de lucro o for profit.

Según el CRL, a diferencia de los blancos, los estudiantes de color tienen menos soporte familiar para lidiar con este problema puesto que parten de una situación en sus hogares de menor riqueza y por tanto menos recursos para apoyar al estudiante.

En particular, muchos de los estudiantes latinos, entre los que ha habido tradicionalmente bajas tasas de licenciatura, son los primeros de sus familias en acudir a estos centros de enseñanza superior que han de abrirles la puerta a unas mejores oportunidades laborales.

Aracely Panameño, directora de asuntos latinos de la CRL explica a El Diario. Uno de los problemas más importantes que tienen los latinos es que hay una proporción muy significativa que comienza sus estudios, contrae deuda y luego no acaba sus  estudios.

“El 11% de los latinos optan por ir a las universidades con ánimo de ganancias y el 67% de ellos dejan los estudios antes de completarlos”, aclara. “El costo es grave porque salen con deuda y sin la capacitación que les ayudaría a reducirla y eliminarla”.

En el caso de los latinos lo positivo es que la mayoría optan por universidades públicas, community colleges de dos años. “El problema es que también tienden a abandonar los estudios antes de acabar”.

Esta deuda es menor, entre $2,000 y $10,000. Pero sin título, cualquier cantidad se pone muy complicada de devolver. Es un ancla que impide el avance.

“Por lo general hay un problema genera de concienciación de lo que es asumir una deuda”, explica aunque admite que en muchos casos no hay inversión ni en tiempo ni en recursos para que los estudiantes y sus familias entienda los costos”.

Los latinos reciben con dificultad la posibilidad de esta deuda porque han sufrido mucho con la crisis de la vivienda de hace 10 años. Panameño explica que los latinos “han atado su patrimonio a la plusvalía de su vivienda y la recuperación no ha sido plena en este sentido en los vecindarios donde tienen estas propiedades”. La dificultad de sacar partido de ese patrimonio impiden que puedan apoyar tanto a sus hijos y el shock recibido durante la crisis lleva a muchas familias a rechazar deudas.

En el caso de los estudiantes latinos y negros es más difícil eliminar la deuda porque según evidencian los datos oficiales incluso en los trabajos hay una diferencia salarial para personas con las mismas capacidades que afecta a las minorías. Esta diferencia es mucho mayor en el caso de las mujeres que sufren una mayor brecha salarial.

En CRL preocupa el alto nivel de préstamos que está lastrando la vida y los futuros de los más jóvenes y comunidades que no se benefician de un mayor nivel educativo y profesional de sus miembros. Dada la desigualdad social, será cada vez más difícil para los miembros de esta comunidad salir de una espiral que está profundizando desigualdades económicas que, por lo general, van en paralelo la división de raza y etnia.

Panameño explica que muchos jóvenes endeudados están agobiados con las devoluciones del dinero y dilatan la posibilidad de formar hogares, comprar viviendas y tener una vida independiente.

Para el conjunto del país es un problema porque el sistema laboral “no se beneficia de los empleados formados. Es como si nos estuviéramos penalizando”.

“Si los jóvenes no tienen la capacitación adecuada, habrá problemas para desarrollar algunos sectores y además si no hay oportunidad de mejorar laboralmente muchas personas necesitarán más asistencia pública que tiene costos para todos”, dice esta experta que recuerda que el 70% del PIB de EEUU depende del consumo. “Si no se tiene capacidad financiera para consumir, el impacto en al economía es negativo. Tenemos un rompecabezas que todos tenemos que completar y es importante para la economía nacional. Es cosa de todos”.

Cómo arreglarlo

Desde el CRL se dan algunas ideas,

  1. Permitir un mejor sistema de opciones de pago como los basados en ingresos, reducción de tasas de interés o incluso posibilidad de bancarrota o cancelación de deuda. Elizabeth Warren, candidata a la presidencia por el partido demócrata ha presentado la propuesta más elaborada en este sentido.
  2. Reforzamiento de estándares y supervisión de las opciones financieras que se ofrecen.
  3. Prevenir los abusos de instituciones con ánimo de lucro
  4. Hacer accesible la Universidad a todos los americanos a través de universidades públicas y con más becas Pell que ahora se han reducido. Panameño dice que los DACA deberían tener acceso a estas ayudas.

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