ICE declara prófuga a activista por no autodeportarse
"No cumplió con su promesa de dejar el país"
SALT LAKE CITY — La activista mexicana Cecilia Figueroa, que lleva una década viviendo en Utah, figura como “prófuga” en la lista del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) tras no abandonar el país por cuenta propia según la propia inmigrante había acordado, dijeron las autoridades.
En un comunicado oficial emitido por este martes a última hora por ICE, la agencia federal indicó que Figueroa “no cumplió con su promesa de dejar el país”.
El documento, firmado por la portavoz Alethea Smock, revela que Figueroa “fue arrestada dos veces por oficiales de inmigración por ingresar ilegalmente a Estados Unidos”.
Mujer recibe su Green Card dos meses después de tener orden de deportación
En marzo de 2008, indica el comunicado, “se emitió una orden de remoción rápida en su contra por haber sido convicta a nivel federal de reingresar ilegalmente” (al país).
Según la portavoz de ICE, el caso de Figueroa se cerró el pasado 27 de agosto, cuando se le negó “la solicitud de beneficios de inmigración”.
En vez de arrestarla y deportarla, por “razones humanitarias” se la dejó en libertad con el acuerdo de que Figueroa regresaría a México el 2 de septiembre.
“No lo hizo y ahora sigue prófuga”, indicó Smock.
En declaraciones de hace algún tiempo a los medios en Salt Lake City, la mexicana, de 55 años de edad, dijo que tenía interés en quedarse en Estados Unidos y pedir asilo para no regresar “a uno de los lugares más peligrosos en México”, en referencia al estado de Guerrero.
Psiquiatra de profesión, Figueroa trabajaba como voluntaria en el grupo proinmigrante Comunidades Unidas y en la Escuela Guadalupe, donde colaboraba en programas de salud y educación.
La semana pasada, cuando unas 150 personas se movilizaron pidiendo que no fuese deportada, la inmigrante explicó que uno de sus sobrinos en México había sido secuestrado y asesinado, y que otros dos sobrinos fueron víctimas de intento de secuestro.
Alertan a empleadores y universidades de redadas de ICE
A la vez, aseguró, su temor era que, de regresar a México, ella misma sería víctima de violencia.
En un comunicado de Comunidades Unidas, la organización respaldó la decisión de Figueroa de quedarse en Estados Unidos y pedir asilo, reconociendo que será “un proceso largo y difícil”.
Como en otros lugares del país, la Iglesia Unitaria (en este caso, la congregación en Salt Lake City) también expresó su respaldo a la inmigrante.
“Forzar a alguien a volver a un lugar donde corre peligro no hace que Estados Unidos sea grande otra vez”, afirmó la pastora Mónica Dobbins.
Bajo el lema “Cecilia es de Utah”, compañeros y amigos de Figueroa en Comunidades Unidas activaron un formulario en línea para recibir donaciones, que hasta el momento ha recaudado $1,670 dólares.