Síndrome del miembro fantasma: una sensación extraña para quienes han sufrido una amputación
El síndrome del miembro fantasma no genera dolor físico, pero sí puede causar malestar emocional
Después de una amputación, lo normal es dejar de sentir por completo la existencia del miembro que fue removido del cuerpo, sin embargo, esto no siempre es así. ¿Cómo es sentir algo que no está allí? A continuación presentamos más detalles en torno al síndrome del miembro fantasma.
¿Qué es el síndrome del miembro fantasma?
Mayo Clinic indica que el síndrome del miembro fantasma es la sensación de que un miembro amputado seguía en su sitio. Anteriormente, los especialistas consideraban que este era un problema psicológico propio de la amputación, pero se ha descubierto que no es así.
Los síntomas que caracterizan el síndrome del miembro fantasma se originan en la médula espinal y el cerebro. A diferencia del dolor fantasma, el síndrome del miembro fantasma es completamente indoloro.
Causas del síndrome del miembro fantasma
El síndrome del miembro fantasma no tiene una causa específica identificada. A pesar de que se sabe que su punto de partida es el cerebro, no se sabe qué factor o acción desencadena la condición.
Una propuesta común es que el cerebro intenta reorganizar toda la información sensorial posterior a la amputación, lo que ocurriría porque el cerebro continúa recibiendo señales de los nervios que el cuerpo anteriormente poseía.
Consecuencias del síndrome del miembro fantasma
El síndrome del miembro fantasma no genera dolor alguno en el paciente, pero sí es origen de severos malestares emocionales porque tiene un impacto psicológico capaz de incidir negativamente en las acciones y comportamientos de la persona.
Las sensaciones asociadas con el síndrome del miembro fantasma son susceptibles a desaparecer con el tiempo en determinados casos, pero otros ameritan un trabajo psicológico y terapéutico importante para que la persona retome la normalidad en su vida.
La incidencia del síndrome del miembro fantasma en la salud mental del paciente es innegable, por lo que la recomendación general es consultar los servicios de psicología necesarios para el correcto abordaje de la enfermedad.