Costos ocultos al momento de alquilar una casa o departamento y para los que debes estar preparado
Unos previos y otros recurrentes, pero hay gastos que debes contemplar además de la renta.
El contexto económico actual o las circunstancias de vida de cada persona hacen que busquemos arrendar una propiedad para comenzar nuestras vidas de manera independiente, sin embargo, aunque muchas de las rentas a lo largo de Estados Unidos cuentan con servicios incluidos por el pago de la mensualidad, hay otras que no y que además se generan diversos gastos que dependen completamente del inquilino, por lo que estás en el mejor momento de contemplarlos para tus próximos planes.
La primera cantidad que debes tomar en cuenta que vas a tener que desembolsar es la tarifa de solicitud que puede variar entre 20 dólares o hasta más de 75 dependiendo de la zona donde decidas vivir. Este dinero va destinado para averiguar información sobre aquellas personas que quieren iniciar un contrato de alquiler. Desde el historial crediticio, de desalojo y hasta criminal, es de especial importancia para el propietario, sobre todo para que tenga la seguridad suficiente sobre en qué manos está dejando su patrimonio, aunque sea por un periodo corto de tiempo.
Si bien éste es no es un gasto recurrente cuando una persona ya está arrendando, sí debes contemplarlo en tu proceso de búsqueda porque es muy seguro que cada dueño al que preguntes por su vivienda te pedirá la cifra que considere más conveniente.
Un típico error que se comete al momento de aventurarse a la independencia y que es unos de los gastos más fuertes al principio es la de no considerar pagar un depósito de seguridad para el arrendador, que generalmente equivale a un mes de alquiler, aunque hay dueños que podrían solicitar hasta dos meses a parte del precio de renta que corre a partir de hacer uso de ella.
Este depósito sirve como garantía para el propietario ante un daño a la propiedad, si faltara pagar algún mes o si rompe el contrato de arrendamiento, según las cláusulas de cada convenio. Asimismo, y dependiendo de las circunstancias, puede ser utilizado como una forma de adelanto de los últimos meses o mes del cual equivalga el depósito por parte del arrendatario cuando éste decida cambiarse al final de su contrato o debería ser reembolsable por el dueño al final del mismo.
También es oportuno mencionar que el dueño puede estipular un pago extra si decides tener una mascota en la propiedad. Aquí debes tener especial cuidado en los términos contractuales porque, por una parte, está el depósito por mascota que funge de manera similar al depósito de renta que sirve como un aval ante posibles daños que pudiera generar el animal que, en el llegado de no suceder, tendría que serte reembolsable; y la tarifa por mascota, que no se reintegra en ningún momento ya que éste es un precio estipulado para permitirle vivir a tu “amigo” contigo. En ambos casos, espera pagar un extra entre $200 y $500, según Zumper.
La mudanza es otro de los gastos típicos que se deben contemplar mucho antes de incluso encontrar una propiedad. Investiga la mejor opción en mudanzas de tu zona que cubra el servicio completo, desde el traslado hasta la distancia, ya que existen empresas que lo agregan hasta llegar al destino y puede generarte problemas económicos que no percibías. Si tienes la facilidad de ser apoyado por un conocido, aún así deberías pagar la gasolina del vehículo (y hasta la comida).
Otro gasto que puede ser recurrente cada mes es el seguro de inquilinos, el cual no protege la vivienda, que es el seguro de la propiedad a cargo de su arrendador, sino que puede cubrir algunos posibles daños que sus artículos personales pudieran tener o hasta responsabilidad civil en caso de que alguien dentro de la propiedad sufra de algún accidente. Dependiendo del contrato, este pago tendrías que hacerlo cada mes a tu corredor de seguros o podría ser anual.
Aunque hay propiedades que cuentan con todos los servicios por el precio del alquiler, hay otras que no, por lo que también tendrás que responsabilizarte de los pagos de cada uno de ellos: internet, electricidad, gas, agua y recolección de basura. Por ello es conveniente que previo a realizar cualquier firma, se acuerde con claridad con cuáles servicios cuenta la vivienda o si tienen que ser cubiertos por el arrendatario.
Como puedes verlo, rentar una propiedad no es sólo pagar por ella cada mes para poderla habitar, sino que se ocultan otros gastos previos o durante tu arrendamiento, sin embargo, la experiencia de vivir de manera independiente vale la pena, sólo debes ser cuidadoso en tus finanzas y estar prevenido ante éstas y otras circunstancias que se te pudieran presentar.