Medicina al día: El miedo a la colonoscopía
Que no le dé vergüenza si está entre los cientos de personas que sienten pánico ante la idea de someterse a una colonoscopía (¡es difícil imaginar que a alguien le pueda gustar que le revisen el colon utilizando un tubo!).
Pregúntele a su médico acerca de la colonoscopía virtual, una forma menos invasiva que utiliza la tecnología de imágenes (radiografías) para evaluar su intestino grueso en búsqueda de lesiones o de pólipos potencialmente cancerosos.
Aunque la colonoscopía tradicional (en la que se revisa el colón a través de un tubo flexible insertado por el recto mientras el paciente está bajo sedación), sigue siendo la prueba por excelencia para revisar la salud del colon, el American College of Obstetricians and Gynecologists considera que someterse regularmente a la prueba es más importante que el método que se use para examinarlo, especialmente cuando el paciente tiene más de 50 años y tiene antecedentes de cáncer de colon en la familia.
Una emergencia puede presentarse en el momento menos pensado. Y es entonces que un botiquín de primeros auxilios puede resultarle indispensable para curar la picadura de un insecto, desinfectar un raspón, aliviar un golpe, sacar una astilla, vendar una articulación adolorida?
Puede comprar uno en la farmacia, o prepararlo usted mismo usado una cajita de cierre hermético.
La Cruz Roja Americana recomienda que contenga: una pomada antiséptica, una compresa fría (se activan presionándolas), guantes desechables, curitas protectoras de varios tamaños, gasa y cinta adhesiva, un gel para limpiar las manos, bolsas plásticas, una tijerita, pinzas, una linterna y baterías de repuesto.
Además, incluya medicamentos que necesite con regularidad (esencial si va de viaje) y los teléfonos de emergencia.
Revise el botiquín con frecuencia para reponer lo necesario y verificar que las baterías funcionen. Guarde el botiquín en un lugar seguro fuera del alcance de los niños. Es una buena idea tener uno en casa, otro en el automóvil y hasta un tercero en la oficina.
Y recuerde llevarse uno consigo cuando la familia vaya de campamento, a la playa, o a navegar en bote.