En funerarias de NYC se aplican también restricciones para evitar contagios por coronavirus
Solo se permiten de 10 a 20 personas en las salas funerarias, de acuerdo con las nuevas reglas del Centro de Control de Prevención de Enfermedades. Las repatriaciones de cadáveres están suspendidas, por el cierre de las Cortes
Las medidas de distanciamiento social, para evitar la propagación del coronavirus en la Gran Manzana, han obligado la suspensión de centenares de eventos y celebraciones, pero existen algunos que no se pueden ni planificar, ni posponer: los funerales.
En las capillas velatorias de la ciudad, se imponen nuevas normas, para evitar que un acto funerario caracterizado por reuniones de hasta 100 personas se reduzcan estrictamente de 10 a 20 familiares o amigos, tomando en cuenta las dimensiones del salón, de acuerdo con una guía emitida por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
De igual forma, se han reducido las horas de las ceremonias velatorias, permitiéndose solo tres horas en “cuerpo presente”.
Janet Silva, de la funeraria La Rivera en Corona, Queens, indicó que en su caso disponen de dos capillas para servicios funerarios y solo están permitiendo 20 personas por sala, basados en los nuevos protocolos recomendados por las autoridades sanitarias, para evitar el contagio por COVID-19 en aglomeraciones.
“Además todo el personal está protegido con mascarillas y guantes. No se permite el acceso de los deudos o familiares a las oficinas. Estamos duplicando las medidas de higiene y de limpieza en todas las áreas”, agregó Silva.
En otros servicios, como Ortiz Funeral Home con sede en Manhattan, El Bronx y Brooklyn solo pueden ser diez, los asistentes por sala.
“Originalmente nuestros servicios se ofrecen de 4:00 p.m a 9:00 p.m, ahora solo hasta las 7:00 pm, pues hay un reducción de dos horas de las reuniones para cortar el tiempo en que la gente tenga contacto”, precisó vía telefónica, una trabajadora de servicio al cliente de estas casas funerarias.
También los abrazos de condolencia, los apretones de mano y la cercanía afectiva, tan propia en la cultura latina en estas “ceremonias de despedidas”, empiezan a modificarse, en tiempos de prevención por la enfermedad viral.
Hay otros cambios. En el momento del sepelio en los cementerios, el personal funerario debe mantenerse alejado de los asistentes, preferiblemente se sugiere que la familia aguarde dentro de sus vehículos, si es el caso, mientras se hace el proceso del entierro.
Imposible repatriar un cadáver
La familia dominicana González Feliz, de Washington Heights, trató esta semana de hacer los trámites para repatriar el cadáver de su abuela. No será posible porque las cortes están cerradas y no se pueden hacer los procesos legales para envío de los restos a la isla.
“Mi abuela desde hace muchos años, nos había pedido que si moría en Estados Unidos, ella no quería ser enterrada aquí, sino enviada a su pueblo natal en El Cibao. Pero no vamos a poder cumplir su voluntad” dijo a El Diario, Felicia Feliz, una de las nietas de la quisqueyana.
En efecto, voceros de Ortiz Funeral Home indican que solo están atendiendo procesos de cremación y entierros, porque el traslado de cuerpos a otros países se imposibilita por el cierre de las oficinas públicas.
Sugieren transmisión en línea de funerales
En un seminario con la Asociación Nacional de Directores de Funerarias, los CDC subrayaron que los funerales tienen que limitarse a un pequeño número de personas físicamente presentes, pero en medio de la emergencia se deberá pensar en las adecuaciones para transmitirse en línea para todos los demás.
Específicamente, estas políticas de “distanciamiento social” no tiene nada que ver con el riesgo de ser infectado por una persona fallecida, cuya causa de muerte estaba relacionada con el coronavirus.
“No hay evidencias que apunten a que esto sea posible”, dijeron fuentes de la CDC a medios nacionales.
¿Y si hay un aumento de la demanda?
The Cremation Institute advirtió en un comunicado, que la industria funeraria de los Estados Unidos no cuenta con los recursos suficientes para hacer frente al inevitable aumento de las muertes.
Este jueves anunciaron en medio de la pandemia de COVID-19, que “la industria funeraria debería estar preparándose para un aumento abrumador de la demanda”.
“De manera realista para este verano, podríamos ver un aumento en la demanda de servicios funerarios en más del 150%. No estoy seguro de cuántas corporaciones de atención de este tipo, y mucho menos de pequeños proveedores independientes, pueden lidiar con este aumento repentino de la demanda”, aseveró Adam Binstock, presidente The Cremation Institute.
Compañías funerarias de la ciudad de Nueva York declinaron hacer proyecciones si estaban en la capacidad de atender un incremento de los requerimientos de sus servicios, como consecuencia de la pandemia.