Acepta cuando te mueres de envidia

“El éxito hace que mucha gente te odie, me gustaría que no fuese así. Sería maravilloso disfrutar del éxito sin ver envidia en los ojos de los que te rodean”, esta frase la hizo famosa Marilyn Monroe, una mujer cuya indiscutible belleza quitaba el aliento de hombres y mujeres de su época, hermosura que también generó emociones no muy positivas en algunas actrices quienes aseguraban tener más talento o una presencia más fuerte y glamorosa, que la de esa actriz que alcanzó la fama mundial.

Seguramente, tienes en tu lista de deseos una larga fila de sueños e ilusiones por cumplir, ganas de entrar a cierta preparatoria o universidad y tener algunas cosas que puedan hacer más emocionante el comienzo de esa nueva etapa.

No siempre nos sale todo tal y como queremos, y es casi inevitable sospechar que algunas personitas tienen ‘estrella’ porque no sólo todo les sale bien, además poseen inteligencia y hermosura, y por si fuera esto poco, tienen en sus manos la forma de cristalizar aquello que tanto deseas y que tú no tienes.

¡Cuidado! Es momento de sacudirte esos malos pensamientos, que además de hacer un terrible gesto en tu rostro que no habrá maquillaje que lo arregle, harán que te distraigas de tus propias metas.

Bernardo Stamateas, autor del libro Gente Tóxica de Ediciones B, explica que envidiar es una emoción que no sólo implica anhelar lo que la otra persona tiene, es también querer pasar por la misma circunstancia que el otro; “el acto de envidiar implica mucho más: Te coloca en un plano de continua insatisfacción y de queja permanente. La envidia nace de la sensación o de la creencia de que nunca tendrás lo que el otro posee”.

Hagamos un pequeño test con algunas preguntas que Bernardo Stamateas comparte en su libro, y contéstalas con un simple y honesto sí o no, y averigüemos si hay que hacer una limpieza de emociones:

1. Si una amiga cercana tiene algún logro o un motivo de mucha alegría, ¿te sientes mal?

2. ¿Te cuesta felicitar a la gente?

3. ¿Te sientes mal cuando alguien importante para ti, habla maravillas de alguien que conoces?

4. ¿Críticas a gente famosa o que no conoces?

Y la pregunta más cruda de todas:

5. ¿Te alegra que alguien que ha triunfado, o sido muy feliz, esté pasando por un mal momento?

Si tienes 2 o más sí como respuesta, mi comentario es: ¡Basta princesa! es necesario que mires hacia tu propia vida y observes qué es lo que ha hecho el otro para llegar a determinado lugar y que tú no has trabajado.

El autor comenta que esta reflexión no tiene como fin cargarte de culpas y reproches, sino ponerte ante un nuevo planteamiento acerca de la forma y las estrategias que debes accionar para llegar a tus objetivos. Lo que las otras personas tienen no es fruto de la casualidad o la suerte, sino de la acción, decisión y ejecución de lo dispuesto.

No debe de afectarte de manera negativa el número de retos que has tenido que enfrentar, ni tampoco la adversidad con la que has lidiado, sé que a veces no encontramos ‘ni los pies ni la cabeza’ a muchas experiencias que vivimos, pero evita que ciertas circunstancias y condiciones hagan de ti una persona que percibe su propia existencia y la de los demás de forma restringida, celosa y desconfiada.

¿Consejos? Bernardo Stamateas te comparte algunas sugerencias para que de una buena vez por todas, te quites de encima esa envidia que no te deja seguir adelante y brillar con luz propia:

• Valora el hecho de que te tienes a ti misma

• Busca consejos de gente sabia

• Demuestra amor y ternura a los seres que amas

• Reconoce tus cualidades, cultívalas y ¡aprovéchalas!

• Admira, sin temor, los éxitos de otros

Que nada opaque la lindura y talentos que tienes, tú eres dueña y constructora de tu propio destino, mira hacia adelante y esfuérzate por cumplir tus sueños.

Colaboración de Fundación Teletón México

“Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”.

Bojorge@teleton.org.mx