‘Yo no renuncio’ dice el presidente Lugo

El Senado paraguayo lo somete a juicio hoy por 'su mal desempeño'

El mandatario Fernando Lugo hablaba ayer con la prensa en el Palacio de Gobierno, en Asunción.

El mandatario Fernando Lugo hablaba ayer con la prensa en el Palacio de Gobierno, en Asunción. Crédito: AP

ASUNCIÓN, Paraguay.- El presidente paraguayo Fernando Lugo será sometido a juicio político para una eventual destitución a pedido de la Cámara de Diputados bajo el cargo de mal desempeño en sus funciones.

El Senado, convertido en tribunal, admitió la acusación de la cámara baja y dispuso que hoy se desarrolle el juicio de valoración política desde las 12.00 hasta las 17.00 horas, de acuerdo con el informe de Jorge Oviedo, presidente del Senado.

El vicepresidente Federico Franco, del conservador Partido Liberal Radical Auténtico, “está listo para asumir el mando y pacificar el país”, dijo el diputado liberal Enrique Sallim Buzarquis.

El Senado se reunió en forma extraordinaria para recibir la nota de acusación de los diputados y discutió la elaboración de un reglamento interno para el desarrollo del juicio. Una copia de la acusación fue enviada a Lugo para preparar su defensa, que podrá hacer personalmente o a través de abogados.

Hoy viernes durante una hora y media unos cinco diputados en condición de fiscales leerán la acusación. Luego habrá un receso de una hora y al reiniciarse, Lugo o sus abogados presentarán la defensa en un plazo máximo de dos horas. Posteriormente el Senado hará la valoración del descargo del mandatario y votará si lo destituye o lo absuelve.

Si el exobispo católico es destituido, el Partido Liberal Radical Auténtico volverá a ocupar la presidencia del país luego de 76 años.

“Aquí está decidida la destitución de Lugo. Para mí esto es un golpe institucional. El juicio político es puro trámite. Apenas le dan dos horas para defenderse”, dijo el socialista Carlos Filizzola, hasta el sábado ministro del Interior de Lugo.

Luego de que la Cámara de Diputados resolvió pedir al Senado su juicio político por 76 votos a favor, uno en contra y tres ausencias, Lugo anunció que no renunciaría al cargo.

“Este presidente anuncia que no va a renunciar al cargo y que se somete con absoluta obediencia a la constitución y las leyes a enfrentar el juicio político con todas sus consecuencias”, dijo Lugo en conferencia de prensa.

Lugo instó al parlamento a “cumplir con trámites y plazos constitucionales que me ofrezcan como presidente de la república toda la garantía de una justa y legítima defensa”.

En medio de la fuerte tensión política, el teniente coronel Amado Ramírez, vocero del comando de fuerzas militares, indicó que “las fuerzas armadas se mantienen dentro de sus funciones específicas establecidas por las leyes, respetando la vigencia de la institucionalidad y el estado democrático”.

En tanto, gobernantes de los países de la Unasur acordaron enviar una misión de cancilleres de la región a Asunción junto al secretario general del organismo, el venezolano Alí Rodríguez, para apoyar la estabilidad y la democracia en Paraguay, dijo a periodistas el canciller brasileño Antonio Patriota en Río de Janeiro.

El ministro agregó que “los presidentes expresaron su convicción de que se debe preservar la estabilidad y el pleno respeto al orden democrático en Paraguay, observar el pleno cumplimiento de los dispositivos constitucionales y asegurar el derecho a defensa y debido proceso”.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Por su parte, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza, pidió que durante el proceso “se resguarde, en todo momento, el diálogo, el entendimiento y la paz interna en este país miembro de la OEA”.

Según un comunicado del organismo hemisférico, Insulza expresó su esperanza de que “el proceso político que se está desarrollando continúe su curso dentro del marco de la constitución y de la ley, con pleno respeto a los derechos de todos los involucrados, y conduzca a un resultado que garantice la estabilidad y continuidad democrática en la República del Paraguay”.

El pedido de juicio político a Lugo se produjo seis días después de la muerte de 17 personas en un enfrentamiento armado entre policías y campesinos durante el intento de desalojo de una reserva forestal que desembocó en la renuncia del ministro del Interior y del jefe de la policía.

Los diputados opositores José López Chávez, Clemente Barrios, Carlos Liseras, Alvaro Mariño y Oscar Tuma fueron designados fiscales. López Chávez informó que los cargos contra Lugo serán numerosos e incluyen su responsabilidad en la sangrienta balacera entre policías y campesinos, su vínculo con líderes de organizaciones de campesinos que invaden haciendas privadas y nepotismo en la administración pública, entre otras.

Lugo, de 61 años y enfermo de cáncer linfático, asumió el mando en agosto de 2008 y debe entregar el poder en agosto de 2013.

Eulalio López, de la Liga Nacional de Carperos, de extrema izquierda, señaló a The Associated Press que “cerca de 100 mil compañeros estamos buscando dinero para pagar los vehículos que nos llevarán hasta Asunción para apoyar a Lugo en contra del juicio político. Será un apoyo pacífico”.

Por su parte, organizaciones de campesinos de la izquierda moderada informaron que sólo se mantendrán atentas al desarrollo de los hechos.

“Lugo no está cumpliendo su principal promesa electoral de otorgar la reforma agraria pero no es culpa suya sino del Poder Judicial que frena todo intento de expropiar tierras en manos de extranjeros o recuperar terrenos que originalmente eran del Estado y hoy están en manos de ex adherentes de la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989)”, dijo Belarmino Balbuena, líder del Movimiento Campesino Paraguayo en entrevista con la AP.

El analista político Horacio Galeano Perrone dijo a la AP que Lugo perdió respaldo entre los campesinos y su popularidad fue deteriorándose porque “el verdadero problema es la falta de reforma agraria. Estamos ante un estallido social y un estallido del campo”.

En tanto, el politólogo Bernardino Cano Radil explicó a la AP que “su incapacidad para conducir el estado, sus señales confusas para repudiar la violencia, sus reuniones con personas irregulares y de conducta violenta de la política, su impotencia de enfrentar la situación política, su falta de diálogo con los partidos políticos democráticos parlamentarios, todo esto fue minando su apoyo popular.

Y sobre todo porque perdió la confianza del otro gran partido de gobierno que le llevó a ganar en 2008 que fue el Partido Liberal Radical Auténtico. Al renunciar todo su gabinete de liberales, quedo sin sostén político”.

Pompeyo Lugo, hermano mayor del mandatario y militante del opositor Partido Colorado, coincidió en que el presidente “tiene sus propias ideas, no escucha a nadie… El tiene una esposa, el Partido Liberal, y varias novias, las organizaciones de izquierda. Así es imposible gobernar”.

La muerte de 11 campesinos y seis policías ocurrió el viernes durante un enfrentamiento armado en el interior de una reserva forestal de dos mil hectáreas en las afueras del pueblo Curuguaty, a casi 400 kilómetros al noreste de Asunción.

En Paraguay 80% de las tierras fértiles está en poder de 2% de la población. Los terrenos, en su mayoría, están destinados a la producción agrícola y ganadera que por primera vez en 2010 permitió que Paraguay tuviera un crecimiento económico de 14,5%. Sin embargo, de 6,4 millones de habitantes 39% es pobre y dentro de esa franja 19% es miserable, según dijo a la AP el analista internacional Ricardo Rodríguez.

El juicio político está establecido en el artículo 225 de la constitución vigente desde 1992 y establece que el presidente y otros funcionarios de alto rango “sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes”.

De concretarse el juicio político contra Lugo sería el cuarto desde 1931. El primero fue contra el mandatario José P. Guggiari. El segundo ocurrió en marzo de 1999 pero Raúl Cubas dimitió antes de sentarse en el banquillo de los acusados. El tercero fue en 2002 contra Luis González Macchi, quien no fue destituido porque el Senado no reunió 30 de los 45 votos necesarios.

El clima en Asunción el jueves era tenso. La mayoría de las instituciones educativas suspendieron las clases por el día y pidieron a los padres que retiren a sus hijos de los colegios como medida de seguridad. Los locales comerciales del microcentro de la capital cerraron sus puertas ante la posible movilización de campesinos frente al Congreso.

A su vez se activó el código rojo en todas las instalaciones del hospital de Emergencias Médicas para recibir mayor cantidad de gente. Para ello el nosocomio liberó camas, trasladó a los pacientes estables a otros centros de salud de menor complejidad, colocó más camillas en la zona de urgencias y suspendió las cirugías programadas.

“Es una actitud preventiva cuando hay algún riesgo de que pueda haber una llegada de gran cantidad de pacientes heridos, que siempre es una alternativa en una situación de concentración de masas y sobre todo con opiniones polarizadas”, dijo a la AP Enrique Bellassai, director del Hospital de Emergencias Médicas.

En esta nota

fernando Lugo
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain