El naranja le sienta bien: el romance entre Holanda y el Barcelona que ha revolucionado el fútbol más de una vez

Ronald Koeman es el quinto holandés que dirigirá al Barça y todos sus antecesores triunfaron

Frank Rijkaard fue el responsable de debutar a Leo Messi en el Barcelona.

Frank Rijkaard fue el responsable de debutar a Leo Messi en el Barcelona. Crédito: Getty Images

No es para nadie un secreto el tórrido romance que ha existido entre el fútbol holandés y el FC Barcelona, una historia que se comenzó a entretejer en los años 70s y que ahora vive un nuevo episodio de lo que podríamos llamar la ola naranja-azul-grana.

Todo comenzó con Rinus Michels, el creador del fútbol total, dirigió al Barcelona en una primera etapa de 1971 a 1974, ganó la liga en este último año y fue cuando decidió ir a dirigir a la selección holandesa para revolucionar el fútbol para siempre.

Después de dos finales mundialistas con la “Naranja Mecánica”, MIchels volvió al Barça para comenzar a hacer escuela y ganar la Copa del Rey, pero el Barcelona había quedado infectado con el virus del fútbol total de Michels.

El Barça era un buen equipo de fútbol, solo eso, hasta que llegó Johan Cruyff. El creador de toda una filosofía en el equipo azulgrana también fue quien consiguió la primera gloria europea para el equipo. El holandés planteó un proyecto a largo plazo, basado en su idea de vivir y entender el fútbol: “Si tienes el balón no necesitas defender”.

Ganó la Champions de 1992, sí, la del histórico gol de Koeman, además, una Recopa, una Supercopa de Europa, cuatro Ligas, tres Supercopas de España y una Copa del Rey en una de las épocas más grandes del barcelonismo sin duda.

Se fue del Barça en 1994 cuando cayó de forma estrepitosa en la final de la Champions ante el histórico AC Milan de Arrigo Zacchi.

Pero el Barça siguió confiando en el modelo y entonces llegó Louis Van Gaal, otro técnico proveniente del Ajax que inundó al equipo de sus compatriotas, conocido como “el Barça de los holandeses”: Kluivert, Cocu, los hermanos de Boer, Reiziger, se sumaban a un talentoso cuadro base liderado por Pep Guardiola y Luis Figo. Una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de Europa llegaron a las vitrinas del club en ese periodo.

Van Gaal tuvo una segunda y lamentable etapa con el Barça luego de su paso como seleccionador holandés; llegó en verano del 2003 pero solo dirigido hasta diciembre.

Cabe mencionar que Van Gaal fue el encargado de debutar a la generación más brillante en la historia de La Masía: Xavi, Iniesta, Victor Valdés y Carles Puyol.

Para reemplazarlo, la entonces directiva del Barça, liderada por Joan Laporta decidió jugársela con otro neerlandés prácticamente sin experiencia: Frank Rijkaard, un gran jugador que solo había sido asistente de Gus Hiddink con la selección de Holanda, pero eso también fue suficiente para escribir páginas doradas en el club catalán.

El Barça no ganaba un título de Liga desde 1999, y Rijkaard ganó dos, también conquistó la segunda Champions para el club y dos Supercopas de España. Dirigió un plantel brillante con Ronaldinho, Etoo y Deco e hizo debutar a un joven prometedor: Leo Messi.

Los antecedentes no pueden generar una mayor expectativa para el equipo catalán que le abre la puerta por quinta ocasión a un técnico de los Países Bajos, uno que además ama los colores azulgranas y entiende el legado que dejaron sus coterráneos que lo antecedieron.

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