A votar por los que todavía no votan
Estas elecciones serán difíciles
Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre serán difíciles y decisivas porque ocurren en medio de la pandemia, por la intolerancia entre los amigos y opositores de la reelección del presidente Donald Trump, por la eliminación de publicaciones en redes sociales como Facebook o Twitter y por las denuncias sobre supuesta intromisión extranjera.
Además, porque el Presidente Trump tendió un manto de duda sobre los votos en ausencia o por correo, que también retrasaría la entrega de los resultados, si los votantes se demoran en enviarlos.
Ya sean azules o rojos, nativos o inmigrantes, los electores enfrentan la polarización, que según los analistas, sólo se compara con las elecciones de 1860, cuando Abraham Lincoln ganó sin apoyo de ningún color partidista.
Ese triunfo, de uno de los más grandes presidentes de la historia de los Estados Unidos, provocó que se formaran los siete Estados Confederados que amenazaron con el fin de la Unión Americana y llevó a la guerra civil hasta 1865.
Y ahora en este año 2020 en medio de tanta incertidumbre, casi 32 millones de inmigrantes con derechos ciudadanos tienen la posibilidad de decidir y cambiar el rumbo de la historia.
Ese logro sólo sería posible si al final la decisión es como dicen los boxeadores por knock-out y no quedan dudas sobre la dupla elegida entre Donald Trump y Mike Pence vs. Joe Biden y Kamala Harris.
Si lo pensamos bien, cada inmigrante con derecho estaría votando por la paz y nos alejaríamos del riesgo de repetir la historia, o volver a padecer una guerra civil.
Y apuesto a que cada voto de uno de los nuestros vale por dos, porque votarán por sí mismos y por todos aquellos que todavía no pueden ejercer ese derecho ciudadano.
Es tan delicada la situación política actual que, por ejemplo en Nueva York, el comisionado de la policía, Dermot F. Shea, puso en alerta a los miles de uniformados para que estén listos para contener posibles enfrentamientos callejeros durante o después de las elecciones, si la incertidumbre sobre el resultado se prolonga.
Por eso todos los ciudadanos deben hacer el esfuerzo de presentarse a las urnas, no por correo, ni en ausencia, pues el momento histórico requiere una votación masiva, con respuesta clara y pronta para evitar cualquier posibilidad de demandas ante la Corte.
A cambio de ese mínimo esfuerzo, usando las mascarillas para desafiar al coronavirus, tendremos una elección clara que evitaría disputas sobre quién fue el elegido para gobernar por los próximos cuatro años.
(La autora -que utiliza un pseudónimo- es una periodista radicada en Nueva York)