Medicina al día: Tras una maratón
Si a usted le picó el bicho de anotarse en todos los maratones que hay porque se le volvió un reto personal y cree que es la manera más divertida de ejercitarse, lo felicito.
Sin embargo, tenga en cuenta que correr más de 25 millas puede pasarle la cuenta de cobro a su cuerpo.
Por eso, unos especialistas de la Clínica Cleveland sugieren que tenga en cuenta lo siguiente, luego de correr un maratón y atravesar la línea de llegada:
No deje de hidratarse: tome suficiente agua.
Haga ejercicios de estiramiento y camine por media hora para reducir el entumecimiento muscular.
Consuma carbohidratos para reemplazar todo los que usó. Pero no abuse porque le puede doler el estómago.
Ponga compresas de hielo en intervalos de 15 minutos a lo largo del día en las áreas que hayan quedado resentidas o con dolor.
Si puede darse un masaje luego de la carrera, sería ideal.
No corra durante una semana después del maratón. Si quiere hacer ejercicio, camine o nade.
Descanse para así poder recuperarse.
A veces los cambios más sencillos pueden hacer una gran diferencia. Si cocina con cebolla blanca, sustitúyala por cebolla morada.
Según un estudio realizado en la Universidad China de Hong Kong, la cebolla morada puede reducir en un 20% los niveles de los lípidos de baja densidad (LDL o colesterol “malo”) en unas 8 semanas.
Los beneficios provienen de los esteroles vegetales y de sustancias llamadas sulfamidas, que le dan a la cebolla su sabor característico.
¿Vale la pena el cambio, no cree? Agregue crujientes ruedas de cebolla morada a las hamburguesas, o añádala picada en trocitos a las ensaladas o salsas.
La cebolla es además rica en vitamina A, B1 y C, calcio, magnesio, fósforo, hierro y potasio, y entre sus muchas otras virtudes, estimula el apetito, ayuda a la digestión y es diurética.
Al comprarla, elija las que tengan la cáscara seca y tersa. No las guarde en el refrigerador, sino en un lugar preferentemente seco, oscuro y ventilado.