¿Qué pasa en el cuerpo cuando tenemos rescaca?

Todos en algún momento de la vida hemos padecido una infame resaca, si bien los síntomas suelen variar en cada persona, es un hecho que la intensidad de la misma tiende a ser una cuestión bastante impredecible. En muchas ocasiones beber una copa de vino en la cena, es razón suficiente para amanecer con un terrible dolor de cabeza y también hay otras noches de suerte en las que varios tragos pasan desapercibidos en nuestro sistema a la mañana siguiente.

Es importante mencionar que a menudo nos olvidamos que el alcohol es considerado una sustancia tóxica para el organismo humano y aunque existen diversas teorías sobre la resaca del día siguiente, la ciencia aún no cuenta con una explicación completa. Sin embargo diversos especialistas en medicina como es el caso de Ginger Hultin, vocera de la Academia de Nutrición y Dietética y propietaria de ChampagneNutrition y quien declaró para una entrevista con el portal EatingWell: al beber alcohol, hemos introducido una sustancia muy irritante en el cuerpo y es por ello que tiene que procesarlo y eliminarlo, como parte de este proceso se presentan síntomas infalibles como es el caso de la deshidratación. Sin embargo se cuenta con evidencia que señala como culpable a la toxina acetaldehído, que se crea cuando el hígado metaboliza e intenta excretar el alcohol del cuerpo.

Lo que sucede en el cuerpo con la resaca:

1. Mayor cansancio y somnolencia 

No todas las resacas son iguales, de lo que no existe duda es que dependiendo su nivel de intensidad se verán afectados los niveles de energía del organismo ¡Hasta por los siguientes tres días! Aquí la explicación de porqué una noche de fiesta puede hacer que nunca más quieras beber alcohol.  Se cuenta con un estudio realizado en el Centro de Investigación y Trastornos del Sueño en Detroit, en el cual se encontró que las resacas de alcohol podrían causar somnolencia diurna y una menor calidad del sueño. Una resaca se relaciona con una noche inquieta y una sensación de cansancio que persiste durante el día siguiente o más.

2. Problemas de concentración

También derivado de la típica sensación de fatiga y cansancio, es muy normal presentar problemas de concentración. Se cuenta con otro trabajo de investigación del año 2018 y encabezado por la Universidad de Duke asoció la resaca del alcohol con déficits de memoria y atención, lo que hace que sea bastante difícil mantenerse productivo en el trabajo  o actividades cotidianas al día siguiente.

3. Mucha sed, deshidratación

Existen muchos aspectos de la resaca que se relacionan con un aumento en la sed y ciertos niveles de deshidratación. La razón: el alcohol no solo es tóxico, sino que también es un diurético, lo que significa que extrae agua de nuestro cuerpo y lo deshidrata. De hecho la deshidratación se asocia con la mayoría de los síntomas más característicos de la resaca, como es el caso de dolores de cabeza, náuseas, vómitos y sequedad de boca.

4. Alteraciones el el estado de ánimo

Cuando dejamos de beber alcohol, el cuerpo experimenta ciertos cambios. Sobre todo por que es considerado un poderoso estimulante del sistema nervioso, de tal manera es que es bastante recurrente sentirse “apagado.” El alcohol es un importante disruptor del sistema endocrino, que se encarga de regular el equilibrio hormonal y la producción de los neurotransmirores como la serotonina y dopamina, el alcohol es técnicamente un depresor. De hecho se cuenta con numerosos estudios que confirman la directa y estrecha relación entre el consumo de alcohol, la ansiedad, la depresión y los cambios de humor. De tal manera que esa sensación de extrema felicidad que pueden ocasionar los primeros tragos de la noche, puede dar un giro muy brusco al día siguiente. 

5. Mayor inflamación

El alcohol puede generar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, y la razón principal es que se trata de una sustancia muy tóxica. Según información revelada por prestigiosa Clínica Mayo, el sistema inmunológico puede desencadenar ciertas respuestas a la inflamación que se manifiestan físicamente, desde afecciones cutáneas, enrojecimiento, cambios en la temperatura corporal, hasta depresión, alteraciones del sueño, pérdida de interés en las actividades diarias. Además, órganos importantes como los riñones y el hígado son más propensos a inflamarse y sufrir alteraciones en su funcionamiento habitual, ya que tienen que trabajar horas extras para eliminar todas las toxinas. Esta inflamación tiende a derivarse en afecciones digestivas, ya que el alcohol tiende a irritar los intestinos y deteriora significativamente al proceso digestivo. Es por ello que en un día de resaca es muy normal padecer náuseas, mareo y diarrea.