¿Practicar el ayuno intermitente es seguro para la diabetes?

Hoy en día todos quieren disfrutar de las maravillas terapéuticas del ayuno intermitente. Descubre si es un método saludable para la población diabética

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Crédito: shutterstock

En los últimos meses el ayuno intermitente se ha vuelto la tendencia alimenticia más popular no solo para perder peso, es considerado una poderosa herramienta de salud. Es por ello que cada día tenemos al alcance más referencias científicas que avalan sus propiedades medicinales, que se relacionan con beneficios para reducir el riesgo de padecer condiciones degenerativas como la obesidad, padecimientos cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y desórdenes neurológicos.

Lo cierto es que el ayuno intermitente últimamente parece ser la panacea para tratar prácticamente todas las dolencias. De tal modo que practicar el ayuno intermitente ha llamado de manera especial la atención por sus beneficios para prevenir y tratar la diabetes tipo 2. Teniendo en cuenta que solamente en Estados Unidos, más de 34 millones de personas padecen esta enfermedad crónica y degenerativa, y que dichas cifras van en aumento vale la pena hablar al respecto. Si bien existen numerosos factores relacionados con el estilo de vida que se asocian con un buen control de la enfermedad, como es el caso de la actividad física recurrente, vigilar los altos niveles de estrés y seguir una alimentación saludable. No siempre ha estado del todo claro cuáles son los mejores patrones alimenticios que pueden ser los más beneficiosos para controlar la diabetes. 

Un poco más sobre el ayuno intermitente y sus efectos:

Lo primero y más importante es entender algunos conceptos básicos acerca del ayuno intermitente. En principio la mayoría de la gente piensa que es una dieta, pero en realidad es más un término genérico para varios patrones de alimentación diferentes que involucran alguna forma de ayuno durante un período de tiempo designado. 

El ayuno intermitente activa un proceso llamado cambio metabólico en el organismo, el cual ocurre típicamente cuando una persona ayuna entre 8 y 12 horas. Durante este proceso, el cuerpo se queda sin glucosa (también conocida como azúcar en sangre) y pasa a quemar cuerpos cetónicos como combustible al descomponer la grasa almacenada. Según un estudio reciente publicado en The New England Journal of Medicine, este cambio metabólico de usar glucosa a usar cetonas como combustible también se relaciona con algunos beneficios adicionales para la salud: disminución de la inflamación, mejor regulación de la glucosa y una mejor respuesta al estrés. De tal manera que en dicho trabajo de investigación, los científicos sospechan que los cambios metabólicos que ocurren durante el ayuno se asocian con ventaja adicional sobre otras dietas enfocadas en la pérdida de peso y en el control de las afecciones metabólicas como la diabetes.

Un poco sobre la diabetes:

Una de las principales ventajas del ayuno intermitente es que se trata de un método que puede tener un gran impacto en los niveles de azúcar en sangre, sin embargo es importante saber ¿Qué dice la ciencia?

En primer lugar es importante tener en cuenta que la diabetes es una condición que se caracteriza por las típicas alteraciones en los niveles de glucosa, sensibilidad a la insulina y problemas para metabolizar o procesar los carbohidratos. Lo que sucede cuando comemos cualquier tipo de carbohidrato, es que eventualmente se descomponen en un azúcar simple llamado glucosa y por lo tanto se libera en el torrente sanguíneo (a esto se le conoce como azúcar en la sangre), el cual las células terminan utilizando como combustible.

Cuando la glucosa entra al torrente sanguíneo, el cuerpo libera una hormona llamada insulina; que ayuda a que ciertos órganos como es el caso de los músculos, hígado, tejidos grasos y cerebro, absorban la glucosa del torrente sanguíneo y así se utiliza como energía.

Lo cierto es que existen diversos factores, como la obesidad y el aumento de peso excesivo, que pueden afectar la capacidad de las células para usar la insulina, esto hace que la glucosa se acumule en el torrente sanguíneo y se provoca el aumento en los niveles. A esta condición se le conoce médicamente como resistencia a la insulina, que de cierta manera es el antecedente de la pre-diabetes y diabetes tipo 2.

La gran pregunta ¿El ayuno intermitente ayuda con la diabetes?

Existen algunas opiniones encontradas al respecto y de cierta manera la respuesta no es del todo clara. Sobre todo porque la mayoría de los estudios sobre ayuno intermitente y diabetes, con los que se cuenta hasta el momento se han realizado en animales. Sin embargo dichas referencias tienen un buen sustento científico y nos dan una idea de cómo el ayuno puede beneficiar el tratamiento de la diabetes, ya que se ha demostrado que es una práctica que mejora la sensibilidad a la insulina y previene la obesidad.

Sobre las referencias de estudios realizados en humanos, se cuenta con un informe relevante publicado en BMJ y que avala al ayuno intermitente como un método exitoso para tratar la resistencia a la insulina y reducir la hemoglobina AC1 (una medida del control de azúcar en sangre que se realiza por varios meses).

A la vez se cuenta con otro estudio prometedor, que se basó en seguir los efectos del ayuno intermitente en los participantes por varios meses y los resultados fueron bastante prometedores, ya que pudieron suspender por completo la medicación con insulina.

Ahora hablemos sobre sus posibles desventajas. Muchos médicos han llegado a la misma conclusión y señalan que el ayuno intermitente puede exacerbar los patrones de alimentación desordenados en personas vulnerables. Esto se relaciona con los efectos que ocasiona esperar demasiado tiempo para comer en algunas personas, lo cual puede alterar las hormonas del hambre y aumentar de cierta manera los antojos y el apetito.

También se cuenta con algunos estudios que han encontrado que el ayuno intermitente a largo plazo en mujeres con sobrepeso y obesidad resultó en un ciclo menstrual más largo que el promedio y en niveles alterados en las hormonas reproductivas en mujeres con peso normal.

Otros efectos secundarios negativos que se han relacionado con el ayuno intermitente son: estreñimiento, retención de líquidos, mareo, debilidad general, aumento de la sensación de hambre, mal humor, irritabilidad, problemas para concentrarse, aumento de la fatiga y comer en exceso. 

A modo de conclusión podemos decir que es cierto que el ayuno intermitente va mucho más allá de ser una dieta de moda pasajera, se trata de un método que con la adecuada supervisión médica se relaciona con extraordinarios beneficios para la salud, peso corporal, longevidad, estado de ánimo y niveles de energía.

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