Lo que sucede en el cuerpo al comer queso todos días
Comer queso tiene muchas ventajas nutricionales, pero muchas desventajas si lo consumes en exceso
¿Existe algo más delicioso que el queso? No lo creo. El mundo de los quesos es fascinante, su amplia gama de variantes les confiere una inmensa versatilidad. Ya sea para disfrutarlos solos acompañados de algunos frutos secos y rojos, o bien como un elemento clave que llena de sabor textura y personalidad todo tipo de platillos; los quesos son un alimento completo que no puede faltar en la dieta.
Considerados la estrella de la familia de los lácteos, sus formas y sabores llegaron para hacernos la vida más placentera. Gran parte de su encanto es que cada quien es libre de elegir sus variantes y usos favoritos, sin embargo como todo en la vida; consumirlos en exceso no es nada saludable.
Si bien el queso es una buena fuente de proteínas, calcio y fósforo, que se asocian con propiedades medicinales. No podemos dejar pasar que se trata de un producto que puede ser calórico, alto en grasas y sobre todo carente de fibra. Es por ello que combinarlos con la ingesta de alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y galletas integrales, es un buen complemento para llenar los vacíos en nutrientes y sobre todo aumentar la ingesta de fibra.
También cuando hablamos de quesos, es muy importante tener en cuenta cuales son realmente las mejores opciones para la salud. De tal modo que la invitación es consumirlos con cautela y seleccionar aquellos que contengan menor aporte calórico, grasas y sodio.
La buena noticia es que comer queso con moderación no solo es delicioso, es un buen complemento en toda alimentación saludable. Según información revelada por la Asociación Estadounidense del Corazón, la recomendación es contemplar porciones de queso es de 1.5 onzas y no excederse de tres porciones por día. Sin embargo, excedernos con este exquisito deleite terrenal podría traer algunas consecuencias que deterioran la salud.
1. Posible aumento de peso
No es ninguna sorpresa que el consumo excesivo de queso (sobre todo los ricos en grasas), sean considerados un factor de aumento de peso, de hecho se cuenta con un estudio del 2016 que lo avala. En dicho trabajo de investigación se enfatiza que el aumento de peso es especialmente común, cuando el queso consume en grandes cantidades o en combinación con otros alimentos no tan saludables. Es importante saber que no todos los quesos son iguales, de hecho dependiendo del tipo de queso que elija, podrías agregar hasta 100 calorías adicionales por cada onza de queso. Y de hecho es raro que solo consumamos una onza por platillo o ocasión, pues 100 onzas es una porción muy pequeña. Otro factor indiscutible dependerá de lo que elija comer con su queso, ya que el queso puede combinarse con alimentos con alto contenido de grasa y bajo contenido de fibra, como es el caso de las galletas saladas, chips, pizza, pan bajo en fibra o pasta. Aunque no lo creas en muchas ocasiones por el simple hecho de comer queso a lo largo del día, se pueden ingerir 800 o 900 calorías o incluso más si sigue comiendo trozos durante el día. ¡Sin lugar a dudas esto explica el aumento de peso!
2. Afecciones digestivas
Es popularmente sabido que los lácteos pueden ser un grupo de alimentos muy pesados para el estómago. Por lo tanto comer demasiado queso, se ha relacionado con mayor riesgo de problemas estomacales como dolor abdominal, flatulencias e hinchazón, especialmente para aquellas personas que presentan intolerancia a la lactosa. Aunque el queso es un alimento con bajo contenido de lactosa, existen variantes que la contienen en mayor cantidad. Por lo tanto comer una cantidad de lactosa mayor que la capacidad del cuerpo para digerirla puede provocar trastornos gastrointestinales, que es la definición de intolerancia a la lactosa. Otra de las principales afecciones digestivas de consumir queso en exceso, es que se trata de un hábito que puede dificultar el ir al baño. Recordemos que aunque el queso es una buena fuente de proteínas, “no contiene fibra” y si lo consumimos en conjunto con un plan de alimentación bajo en fibra, con seguridad se presentará estreñimiento.
3. Mayor riesgo de enfermedad cardíaca
El queso es parte de una dieta saludable cuando se consume con moderación, comer grandes porciones de queso con frecuencia, especialmente quesos con alto contenido de grasa y grasas saturadas, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Esto llama de manera especial la atención en los casos de personas con antecedentes familiares de colesterol alto o enfermedad cardíaca y señala que las pautas dietéticas para los estadounidenses 2015-2020 recomiendan que un máximo del 10% de sus calorías diarias totales provengan de grasas saturadas. Por ejemplo: una onza de queso parmesano, que es aproximadamente del tamaño de un dado, aporta el 23% de la cantidad diaria recomendada de grasa saturada. La sugerencia es clara y nos invita a seleccionar las variantes con menos grasas como el requesón, el queso mozarella, el cottage y el feta.