Papas fritas y snacks salados de paquete: su consumo habitual aumenta 50% tu riesgo de morir tempranamente
Un reciente estudio realizado por la Universidad Médica de Harbin en China, se basó en comprender mejor los efectos que tienen los diferentes alimentos cuando se consumen en determinadas comidas. Se dieron a la tarea de analizar diferentes estilos de alimentación en bocadillos, almuerzo y cena ¡sigue leyendo para conocer los hallazgos!
Seamos honestos uno de los retos más grandes cuando se trata de alimentación es planificar comidas saludables y nutritivas. De tal modo que siempre resulta más fácil recurrir a comidas accesibles que no son del todo saludables, lo cierto es que cuando se trata de los bocadillos ¡el riesgo es mayor! En la mayoría de las ocasiones, los snacks generalmente se reducen a lo que tengamos a la mano o encontremos en la primer tienda del camino. La realidad es que existen algunos alimentos de botana salada que por el bien de la salud es mejor evitar. De hecho un reciente estudio descubrió que comer bocadillos con almidón como son las papas fritas y otros snacks salados similares, puede aumentar el riesgo de muerte prematura.
Este interesante trabajo de investigación proviene de un nuevo estudio realizado por la Universidad Médica de Harbin en China y fue publicado en Journal of the American Heart Association ¿En qué consistió? Los investigadores analizaron los datos de 21,503 participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 2003 a 2014 en Estados Unidos. Como parte del estudio se observaron los patrones dietéticos en cada comida durante el día. Los miembros del grupo tenían al menos 30 años al comienzo del estudio y estaban divididos casi en partes iguales con un 51% de mujeres. Lo interesante fue que los investigadores utilizaron como parte del estudio el Índice Nacional de Muerte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. El objetivo fue hacer referencias cruzadas de los participantes que murieron hasta fines de 2015 debido a alguna enfermedad cardíaca, cáncer o cualquier otra causa.
El autor principal del estudio Ying Li, profesor en el departamento de nutrición e higiene alimentaria de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Médica de Harbin, declaró en el comunicado de presa sobre el estudio: “Las personas están cada vez más preocupadas por lo que comen y cuándo comen. Es por ello que nuestro equipo buscó comprender mejor los efectos que tienen los diferentes alimentos cuando se consumen en determinadas comidas”.
Los participantes se dividieron en diferentes grupos según lo que comían típicamente como bocadillos durante el día. Conforme el tipo de snacks fueron categorizados como: bocadillos de granos, bocadillos con almidón, bocadillos de frutas y bocadillos lácteos. Los resultados encontraron que los participantes que comían alimentos con almidón como papas fritas entre comidas, se asociaron con un aumento del 50 al 52% en el riesgo de muerte por cualquier causa, así como un aumento del 44 al 57% en el riesgo de muerte relacionado con la enfermedad cardiovascular.
Otros hallazgos interesantes:
Este estudio abrió la conversación en muchos aspectos, ya que además de descubrir que siempre será mejor evitar comer bocadillos con almidón como las papas fritas entre comidas. También arrojó otra información valiosa sobre las decisiones más saludables a la hora de comer. De tal modo que el equipo de investigadores tomó un desglose similar a las comidas del mediodía, categorizando a los participantes con diferentes tipos de dieta: un almuerzo occidental, un almuerzo a base de verduras y un almuerzo a base de frutas. Los resultados mostraron que los participantes que comieron un almuerzo occidental, que consistía principalmente en cereales refinados, grasas sólidas, queso, azúcares añadidos y carne curada, vieron un aumento del 44% en el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. Por otro lado, los miembros del grupo que comieron un almuerzo a base de frutas que consistía principalmente en granos integrales, frutas, yogurt y nueces vieron una disminución del 34% en el riesgo de muerte debido a una enfermedad cardiovascular.
Por último y no menos importante, el estudio encontró otro grandioso hallazgo sobre los beneficios para la salud al consumir una cena a base de plantas. Por lo tanto separaron a los participantes en grupos con diferentes estilos de cena: cena occidental, una cena de verduras y una cena de frutas. Los resultados encontraron que comer una cena a base de vegetales se asoció con una reducción del 23% en las muertes relacionadas con enfermedades cardíacas y una reducción del 31% en las muertes por cualquier causa. Según los investigadores, el grupo que cenó a base de vegetales se definió como el que consumió en mayor cantidad vegetales coloridos y variados: verduras de hoja verde, otras verduras de colores: amarillas, rojas y anaranjadas, y legumbres para la cena.
Los investigadores concluyeron que cuándo comemos puede ser tan importante para la salud como lo que comemos. Lo cierto es que existen alimentos que siempre va ser una buena idea integrar en cualquier comida del día, apuesta por todo aquello que sea natural e integral. Las frutas y verduras siempre serán el mejor aliado, también los cereales integrales, frutos secos, semillas, yogurt, quesos bajos en grasa, licuados naturales y líquidos como infusiones y tés.
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