Lanzan campaña ‘Pago Justo por el Cuidado en el Hogar’ para frenar la crisis de escasez de cuidadores en Nueva York

En el estado de Nueva York se está viviendo la peor crisis del país por la escasez de personal para realizar la labor de cuidados en el hogar, y una de las principales razones de esto son los bajos salarios que estos cuidadores reciben. Y para tratar de poner fin a esta situación, en plan emergencia de salud por el COVID-19 y que afecta principalmente a ancianos y personas con discapacidades, una canalización de organizaciones y funcionarios electos lanzaron este martes la campaña ‘Pago Justo por el Cuidado en el Hogar’.

Con esta iniciativa, presentada por la Fiscal General de Estado Letitia James y el defensor del pueblo de la Gran Manzana Jumaane Williams, junto a miembros de las organizaciones 1199 y AARP, se espera impulsar la aprobación de ley estatal ‘Fair Pay for Home Care Act’ que, según un estudio del CUNY Graduate Center, estimulará la creación de más de 250,000 nuevos puestos de trabajos bien remunerados para mujeres en todo Nueva York, incluyendo 181,000 de ellas de las minorías.

“Los trabajadores de atención domiciliaria son héroes anónimos que trabajaron las veinticuatro horas del día durante los días más oscuros de la pandemia para brindar atención y consuelo a los más vulnerables”, dijo James en un comunicado.

Y al referirse a los datos de CUNY que también demuestran que las mujeres representan el 91% de esta fuerza laboral en todo el estado, y de ellas el 77% son de las minorías, principalmente hispanas y afroamericanas, la Fiscal General destacó que principalmente “son estas mujeres de color, las que están siendo crónicamente mal pagadas y subvaloradas. Es hora de que las tratemos con el mismo respeto y dignidad que ofrecen generosamente a nuestros adultos mayores y a los más vulnerables, al aprobar la Ley de Pago Justo por Cuidado en el Hogar”.

Una crisis en medio de otra crisis

Y esta crisis de escasez de cuidadores no podía ocurrir en un peor momento, en medio de la emergencia de salud creada por la pandemia del COVID-19. Y precisamente una de las principales consecuencias negativas de esta situación, es que muchos de los ancianos y personas con discapacidades que no han podido conseguir alguien que los cuide en sus propias casas, han tenido que ser llevados a hogares de cuidados en donde han enfrentado el riesgo de contagiarse del virus.

“La pandemia ha demostrado lo importante que es poder recibir atención de alta calidad en nuestros hogares y ha puesto al descubierto la falta de apoyo del Estado a las personas que realizan ese trabajo; mientras nos recuperamos de la pandemia, no podemos permitir que esta crisis siga”, indicó Williams.

El Defensor del Pueblo también resaltó que esta actual crisis de atención domiciliaria en el estado de Nueva York “ha dejado a los cuidadores con un salario cercano a la pobreza y ha llevado a las personas mayores y con discapacidades a renunciar a la atención que necesitan. Albany debe incluir la ley del Pago Justo por Cuidado en el Hogar en el presupuesto del próximo año para que los trabajadores puedan recibir salarios justos, los proveedores puedan garantizar la mejor atención posible y más futuros cuidadores se unan a la industria”.

Otro dato que resaltaron fue que debido a los salarios bajos y horarios irregulares, el 57% de los trabajadores de atención domiciliaria actualmente reciben asistencia pública y el 49% vive en o cerca de la pobreza.

Además, las investigaciones han encontrado que los bajos salarios son el factor determinante más importante que causa la peor escasez de atención domiciliaria en el estado. Dado que se estima que la población de Nueva York de más de 65 años crezca un 25% en los próximos 20 años, se prevé que la escasez actual de mano de obra aumente exponencialmente: Nueva York tendrá más de 600,000 puestos de trabajo de atención domiciliaria para 2026.

La misma investigación también determinó que a los pacientes con COVID-19 en recuperación les ha ido mucho mejor en la atención domiciliaria que en los asilos de ancianos.

Gran apoyo en Albany

La Ley de Pago Justo por el Cuidado en el Hogar cuenta actualmente con apoyo bipartidista en ambas cámaras de la Legislatura Estatal, con 79 patrocinadores en la Asamblea y 33 patrocinadores en el Senado. Si se aprueba, el Estado vería un aumento en los ingresos por un total de $5.4 mil millones a través de la creación de empleos y el permitir que muchos de los trabajadores de cuidado en el hogar dejen de depender de la asistencia social.

“Al igual que la atención médica, al igual que el cuidado de los niños, la capacidad de ser atendido como un adulto mayor en la familiaridad y comodidad de su propio hogar no es una comodidad. Al tratarlo como tal, hemos permitido que el mercado impulse los salarios de este trabajo crítico a un nivel tan bajo, que ahora casi el 20% de los puestos de atención domiciliaria están vacantes”, dijo la senadora estatal Jessica Ramos.

Entre tanto, la asambleísta Jessica González-Rojas, dijo que la pandemia de coronavirus “ha puesto de manifiesto lo que muchos de nosotros hemos sabido durante tanto tiempo que es cierto, que nuestro sistema de prestación de atención médica sigue dejando sin atención a muchos de nuestros neoyorquinos más vulnerables, incluidos los adultos mayores y las personas que viven con discapacidades. Ellos son nuestras parejas, nuestros padres y nuestros seres queridos. Debemos invertir en el cuidado de estos neoyorquinos, lo que significa que debemos aprobar un pago justo por el cuidado en el hogar. Este es un imperativo de justicia económica, justicia de género y justicia racial”.

Beneficios de la Ley de Pago Justo por el Cuidado en el Hogar:

• 2,5000 nuevos puestos de trabajo para las mujeres durante la próxima década crearía la ley.
• 181,000 nuevos empleos para mujeres de color durante la próxima década crearía la Ley de Pago Justo por Cuidado en el Hogar.
• 351.000 mujeres que actualmente son trabajadoras de cuidados domiciliarios, recibirían un aumento de salario justo.
• 288.000 mujeres de color que actualmente son cuidadoras, estarían incluidas en las que recibirían salarios justos.