Aumenta la presión en NY por mejores salarios para trabajadores de atención domiciliaria ante escasez de personal
Coaliciones consideran como una emergencia que aprueben Ley de Pago Justo para el Cuidado del Hogar: 85% de agencias muestran una ascendente falta de mano de obra
Nueva York enfrenta una crisis silenciosa, que casi no ocupa titulares: la población de adultos mayores que requieren de cuidados domiciliarios aumenta, pero los bajos salarios y las condiciones laborales, está alejando a los trabajadores de esa actividad.
Desde el otoño del 2020 con los efectos de la pandemia del COVID-19, todo va peor: 85% de las agencias que ofrecen estos servicios, apenas pueden operar. De manera exponencial, están sufriendo una dramática escasez de personal.
Por ello, con un pie en el inicio de las sesiones legislativas de 2022 y cuando se estructura el próximo presupuesto estatal, este martes el movimiento Mayoría Solidaria de Nueva York (NY Caring Majority) aumentó la presión en una sesión virtual para que se apruebe la Ley de Pago Justo para el Cuidado del Hogar, que aumentaría el salario a los trabajadores de atención domiciliaria, pagados a través de Medicaid, en un esfuerzo por atraer personas a este sector.
“Estamos viviendo un momento de mucha demanda de mano de obra, pero también hay tanta competencia de otros sectores, que simplemente está dejando una brecha enorme para que este tipo de trabajo sea atractivo”, explicó Becky Preve, directora ejecutiva de la Asociación Aging en Nueva York.
Este anteproyecto de ley establecería el salario base para los asistentes de salud en el hogar en un 150% más del salario mínimo local, lo que permitiría a los trabajadores obtener al menos $35,000 al año.
Actualmente, muchos en la industria ganan tan solo $21,300 al año, trabajando extensas horas.
Los bajos salarios, más aún en los últimos meses, definidos por una alta tasa de inflación, dificultan la retención de los trabajadores. Ya que de acuerdo a los balances de estas organizaciones, empleos menos exigentes en cadenas de comida rápida ofrecen más dinero.
La legislación propuesta por la senadora estatal Rachel May y el asambleísta Richard Gottfried, establecería un salario mínimo más elevado para los asistentes de salud en el hogar, que se les paga a través de Medicaid, los cuales se encuentran entre los peor pagados entre los trabajadores domiciliarios, debido a las tasas de reembolso disponibles para sus empleadores.
El primer impulso para financiar esta iniciativa legal provendría del Gobierno federal si el Congreso aprueba la totalidad de la Ley Reconstruir Mejor (Build Back Better) propuesta por el presidente Joe Biden, y los fondos de los años siguientes se financiarían con recursos estatales.
Esta legislación que está a un paso del comité de discusión del Senado estatal y cuanta con apoyo mayoritario, en concreto aumentaría el salario en promedio a $22.50 por hora, que ahora es tan bajo como $12 en algunas partes del estado.
Presión a la Gobernadora
Los defensores de esta fuerza laboral también exigen a la gobernadora Kathy Hochul que incluya reembolsos más altos de Medicaid en el próximo presupuesto estatal.
“Hemos sido testigo de cómo ahora vas a un restaurante en Nueva York y todos los precios han sido modificados. Hemos observado cómo estos trabajos no cubren un nivel de vida digna. No se trata de robots. Debemos avanzar para que sean compensados dignamente”, expresó Linda Rosenthal, asambleísta de Manhattan, quien se integró a la petición virtual para que la gobernadora apoye esta legislación.
“Nosotros apreciamos que Hochul en su discurso del ‘Estado del Estado’ haya anunciado acciones para mejorar la calidad de vida de los trabajadores de la salud. Ahora esperamos ese mismo entusiasmo para que ofrezca su soporte al anteproyecto de Ley de Pago Justo para el Cuidado en el Hogar”, destacó la legisladora.
La expectativa es que en el periodo de sesiones legislativas, que termina en el próximo verano, ambas cámaras den luz verde a este paquete de beneficios, como una vía urgente para frenar la significativa escasez de fuerza laboral de atención domiciliaria, más aún cuando muchas familias sienten temor de llevar a sus adultos mayores a ancianatos por los riesgos pandémicos.
Hasta el momento aunque la legislación cuenta con una ruta clara de aprobación en Albany, la mandataria estatal no ha hecho público por ahora su apoyo a la nueva normativa salarial.
El Diario pidió a la oficina de la Gobernadora una reacción a esta solicitud y hasta ahora no consiguió respuestas.
“Prefiero trabajar en otra cosa”
Un informe de la Asociación de Atención Domiciliaria de Nueva York encontró que el 20% de los puestos en este campo de trabajo estaban vacantes en 2019, y que el 25 % de familias de pacientes informaron que no podían encontrar asistentes de atención médica en el hogar.
En efecto, una encuesta publicada en 2021 por la Asociación de Cuidado Personal Dirigida por el Consumidor del Estado de Nueva York encontró que siete de cada 10familias que necesitan estos servicios, reportaron que sus asistentes de salud en el hogar, abandonaron este sector debido a los bajos salarios. En muchos casos, aceptan trabajos de comida rápida mejor pagados.
“Prefiero trabajar en cualquier otra cosa. Generalmente debes estar muchas horas extras que nadie te las reconoce. Fueron muchos años atendiendo a ancianos con mucha responsabilidad, pero es un trabajo muy delicado y muy mal compensado”, cuenta la mexicana Bárbara López, quien forma parte de la organización Damas de Sunset Park.
Asimismo, Bárbara destaca que muchas de sus compañeras han vivido “situaciones horribles”, inclusive tiene casos de trabajadoras que reportan haber sido acusadas injustamente de robos a los ancianos y han sido “humilladas” solo porque necesitan trabajar.
“Por años hemos reclamado solo los mínimos Derechos Humanos. Si no hay cambios, difícilmente en el futuro se podrán llenar las vacantes que se necesitan. Gente preparada, certificada, que incluso tiene formación especializada prefiere otras industrias. El ingreso es de pobreza”, expuso la inmigrante poblana.
La crisis de COVID-19 también ha exacerbado las dificultades existentes que afligen a esta fuerza laboral.
800,000 vacantes
Según las proyecciones de varias coaliciones que defienden a esta masa laboral, Nueva York necesitará llenar más de 800,000 vacantes para asistentes de cuidado personal y de salud en el hogar hasta el 2026.
Pero en el esquema salarial y las protecciones actuales en donde el cálculo de las horas extras y delimitar funciones es complicado, hay quienes avizoran que vendrán tiempos peores. Por lo menos esa es la opinión de la dominicana Doris Valencia, de 50 años, quien relata por qué decidió “cambiar de profesión” luego de 15 años de contrato con algunas agencias en Manhattan.
Doris resume que siempre se termina trabajando más horas de las acordadas. Y haciendo otras faenas que tampoco estaban en los términos iniciales. Pero por razones de “humanidad” terminan asumiendo.
“Es muy difícil porque uno se encariña con los pacientes. Y te contratan solo para acompañar, asistir en lo básico y recordar que se tomen medicamentos. Pero pasan meses y estás con una persona adorable que te trata como familia y terminas limpiándole, cocinándole y lamentablemente la familia nunca te lo reconoce”, comparte la isleña.
La interpretación para Doris es que la pandemia terminó de dar la “estocada” al ánimo de miles de asistentes domiciliarios, porque obviamente surgieron riesgos adicionales.
“Sé de una compañera hispana muy profesional que cuando empezó esto del COVID-19, el señor que cuidaba por el Upper East Side se enfermó y murió. La hija se le fue encima echándole la culpa de haber llevado el virus a la casa. Prácticamente la acusó de asesina. Ella obviamente no quiere nunca más trabajar en eso”, aseguró.
Ventajas económicas
Los promotores de la legislación que busca justicia salarial para estos trabajadores, muestran que la legislación en general daría una “bendición económica” para Nueva York.
Un estudio realizado por el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) predijo que el proyecto de ley cubriría 20,000 puestos de trabajo de atención directa anualmente durante la próxima década, la mayoría de los cuales probablemente se destinarían a mujeres inmigrantes de color que cubren la mayor parte de esta fuerza laboral.
Además se crearía 18,000 empleos adicionales en otros sectores a través de una mayor actividad económica.
El informe académico predijo que la legislación generaría $5,400 millones para la economía del estado, aunado a lo derivado de los ahorros de Medicaid al mantener a las personas vulnerables fuera de los entornos de congregación.
¿En qué consiste el paquete legislativo?
- Anteproyecto (A6329/S5374) que ordena llevar los salarios de los trabajadores de atención domiciliaria 150% por encima del salario mínimo de cada condado, subrayando que este trabajo es un trabajo esencial altamente calificado que merece más que el mínimo legal.
- Legislaciones A10451 y S8361 las cuales requieren que las compañías de seguros privadas reembolsen el costo del equipo de protección personal para las agencias de atención domiciliaria.
- Anteproyecto S4222 que financia el Fondo de Innovación de Empleos de Atención Domiciliaria para determinar formas innovadoras de mejorar la calidad del trabajo en el sector de atención domiciliaria y mejorar el reclutamiento y la retención de esta fuerza laboral.
Una fuerza laboral inmigrante:
- 78% de esta masa laboral en Nueva York nació fuera de Estados Unidos.
- 38% son hispanos / latinos, el 27% negros (no hispanos) y el 18% asiáticos.
- 25,000 nuevos puestos de trabajo en este sector impulsaría la aprobación y puesta en práctica de esta legislación durante la próxima década.
- 180,000 nuevos empleos para personas de color generaría la Ley de Pago Justo por Cuidado en el Hogar.
- 351,000 personas que pertenecen a este sector recibirían mejoras salariales.
- 288,000 de trabajadores de color que actualmente son auxiliares domiciliarios serían directamente beneficiados.