El examen del éxito

Se pudiera pensar que uno de los principales obstáculos para que un joven ingrese a la universidad, es la falta de recursos económicos.

Pero no es así.

La aprobación de un examen y el apoyo de los padres desde que su hijo ingresa en la primaria, son fundamentales.

El Examen de Aptitud Académica (SAT, por sus siglas en inglés), es la mayor barrera que un estudiante, sobre todo latino, enfrenta para lograr su ingreso a cualquiera de estos planteles educativos.

“Un gran número de nuestros estudiantes latinos no están preparados para pasar este examen”, explicó María de Los Ángeles Corral, directora asociada de Comunicaciones Latinas del College Board, una organización que ofrece recursos informativos tanto a estudiantes como a sus padres.

“Muchos de ellos no logran alcanzar ni siquiera el porcentaje mínimo de puntos que requieren las universidades”, añadió.

El SAT es un examen en donde se evalúa el nivel de conocimientos en matemáticas, lectura y redacción. Para que un estudiante sea aceptado en cualquier universidad de este país, debe logra 2,400 puntos en total, el menor puntaje con el que puede ser aceptado es de 1,550.

“Nuestros estudiantes latinos están por debajo de esos puntos y por eso enfrentan más retos”, señaló Corral.

Un estudio, SAT Collage & Career Readiness Benchmark 2012, realizado por dicha organización, reveló que de cada 100 estudiantes de noveno grado, 44 logran ingresar a la universidad, pero sólo 21 obtienen su licenciatura en un periodo de seis años.

Corral explicó que hay jóvenes que no concluyen la universidad por su falta de preparación en materias básicas lo que les cuesta aumentar sus grados.

Pero el estudio reveló situaciones que los expertos en educación observan como positivas, como el hecho de que el 62% de los estudiantes que hicieron el examen dijeron que en su familia serían los primeros en ir a la universidad.

“Esto quiere decir que los padres no saben navegar con el sistema universitario y ese es otro obstáculo”.

De 1.66 millones de estudiantes que realizó el SAT, 500 mil dijeron que el inglés no fue su primer idioma.

“Cada año se incrementa el número”, expresó la experta. “Esto significa que hay más estudiantes latinos en nuestros salones de clases en el país”.

El éxito de un estudiante, depende casi en su totalidad del apoyo de los padres.

El estudio del College Board, detalla que el involucramiento de los padres en la educación de sus hijos, desde la primaria, le da solidez educativa al estudiante.

Corral explicó que muchos padres ponen de pretexto el desconocimiento del sistema educativo, el hecho de no hablar inglés o de no tener la preparación suficiente.

“Hemos comprobado que aún con esos obstáculo, cuando un estudiante tiene el apoyo ya sea del padre, de un concejero o de alguien, marca una diferencia en sus decisiones”, comentó la directora asociada.

Juan Jaramillo es un ejemplo de ello. Hace cuatro años emigró de México a Texas, y en ese tiempo aprendió inglés, asistió a una escuela secundaria pública, que no estaba precisamente en una de las mejores áreas, y este año fue admitido en la Universidad de Harvard, porque su puntaje en el SAT fue de 2100.

“¿Cuál es la diferencia? la decisión de sus padres”, explicó Corral. “Sus padres nos dijeron que su prioridad en la vida era su educación y por eso estaban muy enfocados en eso”.

El estudio identificó tres factores que ayudan a mejorar la puntuación en los SAT:

1. Durante secundaria tomar el currículum básico que son: cuatro años de inglés, tres de matemáticas, tres de historia o ciencias sociales.

2. Aprovechar los cursos que se ofrecen en secundaria. Los cursos más avanzados les ayuda significativamente.

3. Que tomen el examen de práctica, el PSAT. Se da una vez al año en la mayoría de las escuelas y este se realizará el próximo 17 de octubre. Muchos estudiantes, incluso maestros, no están bien enterados y hay quienes lo toman sin saber lo que es. Otros no lo realizan porque saben que no les afecta en su calificación, pero sin embargo, les da una idea muy clara de lo que en realidad es el SAT para ingresar a la universidad.