Nueva York se blinda fuerte ante alertas de ciberataques en medio del clima de conflicto entre Rusia y Ucrania
Crean el Centro de Operaciones de Seguridad Conjunta (JSOC) que operará desde Brooklyn
En coincidencia con algunas alertas globales, no confirmadas, de posibles ataques cibernéticos por parte de Rusia, ante el conflicto que se plantea con Ucrania, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, junto con los alcaldes de Albany, Buffalo, Rochester, Syracuse y Yonkers, dieron a conocer este martes el nuevo Centro de Operaciones de Seguridad Conjunta (JSOC) que reforzará la capacidad del estado para combatir las amenazas de ciberseguridad.
El nuevo centro, con sede en Brooklyn, será el primero en su tipo para coordinar los esfuerzos de seguridad cibernética en todo el estado de Nueva York, lo que ayudará a fomentar la colaboración entre las entidades federales, estatales y de la ciudad.
La mandataria estatal aclaró que no hay un aumento inmediato en la amenazas de ataques, por parte de Rusia o sus entidades aliadas, pero que el nuevo centro de comando ayudaría a preparar los diversos sistemas de software del gobierno del estado ante cualquier escenario.
“Dadas las circunstancias geopolíticas cada vez más volátiles. Ya no podemos actuar de forma independiente”, especificó Hochul.
El alcalde Adams también firmó este martes la Orden Ejecutiva 10, que establece las funciones y responsabilidades del Comando Cibernético (NYC3) bajo la dirección de la Oficina de Tecnología e Innovación de la Ciudad, supervisada por el Director de Tecnología de la Ciudad de Nueva York. (CTO) Matt Fraser.
La orden también requiere que cada agencia de la ciudad, designe un enlace que trabajará con la Oficina de Comando Cibernético, para compartir información, monitorear amenazas y adoptar las mejores prácticas en torno a la seguridad cibernética.
“La tecnología hace funcionar nuestra agua, controla nuestra electricidad y nos notifica durante una emergencia, por lo que los ataques cibernéticos tienen la capacidad de detener toda nuestra ciudad, si no estamos preparados”, alertó el alcalde Adams.
En medio de la dinámica mundial de hackeos informáticos, el año pasado el Departamento Legal de la ciudad fue pirateado.
Para evitar cualquier incidencia similar los nuevos enlaces de la agencia ayudarían a garantizar que las oficinas de la ciudad implementaran las mejores prácticas de ciberseguridad.
“Nuestra ciudad es un objetivo principal para aquellos que quieren causar destrucción, y aunque el Comando Cibernético de la Ciudad de Nueva York ya es un modelo nacional, para impedir estas amenazas, es hora de que nuestra seguridad cibernética pase al siguiente nivel”, destacó el mandatario municipal.
El liderazgo de Nueva York en finanzas, energía, transporte, atención médica y otros campos críticos convierte al estado en un objetivo atractivo para los ataques cibernéticos que pueden interrumpir las operaciones, incluida la infraestructura y los servicios vitales para los ciudadanos.
Algunos antecedentes
A medida que las tensiones entre Rusia y Estados Unidos aumentan debido al conflicto con Ucrania, se han elevado alertas de ataques cibernéticos que podrían iniciar con “hackeos” a cuentas personales.
A medida que las tensiones entre Rusia y Estados Unidos aumentan, debido al conflicto con Ucrania, se han elevado alertas de ataques cibernéticos que podrían iniciar con “hackeos” a cuentas personales.
Como primer paso, para mejorar la ciberseguridad del estado, la gobernadora dijo que incluyó $62 millones para iniciativas de seguridad cibernética en su propuesta de presupuesto 2023.
Asimismo, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. informaron a la Voz de América (VOA) que “por el momento, no había amenazas específicas o creíbles que indicaran que ataques a sistemas informáticos del país estén a punto de desencadenarse.
Hay algunos antecedentes, por ejemplo el virus NotPetya, de junio de 2017, diseñado por el servicio de inteligencia militar de Rusia, apuntó a un sitio web de contabilidad ucraniano, pero luego afectó a empresas de todo el mundo, incluido el gigante naviero danés Maersk y a la empresa de correos FedEx, con sede en EE. UU.