Conceden última voluntad a hispano sentenciado a muerte en Texas: pastor orará por él y le pondrá su mano durante ejecución bajo inyección letal

El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó este jueves que un pastor podrá poner sus manos sobre John Henry Ramírez y orar por él mientras es ejecutado

Inyeccion letal pena de muerte

Una sala para ejecuciones por inyección letal en la prisión estatal de San Quentin en California. Crédito: Department of Corrections and Rehabilitation | Getty Images

El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó este jueves que un pastor podrá poner sus manos sobre John Henry Ramírez y orar por él mientras es ejecutado en Texas.

El jefe del alto foro John Roberts indicó en una opinión que respaldaron otros siete jueces, que no hay intención en denegar el libre ejercicio de la religión al hispano de 37 años sentenciado a morir bajo inyección letal.

Ramírez resultó convicto por el asesinato en el 2004 de Pablo Castro, empleado de una tienda de conveniencia y padre de nueve hijos. Castro fue asesinado por el otro hispano en medio de un robo en Corpus Christi.

Ramírez, quien no impugnó su culpabilidad o su sentencia, pidió, como última voluntad, la presencia de un ministro bautista para que ore por él en voz alta y colocando una mano en su cuerpo mientras recibe la inyección de fenobarbital.

“Ramírez podría sufrir un daño irreparable con la ausencia de medidas cautelares porque no podría participar en el ejercicio religioso en sus momentos finales de vida“, escribió Roberts. “El Congreso determinó que prisioneros como Ramírez tienen un fuerte interés en evitar una cargar sustancial en su ejercicio de libertad religiosa, aún estando confinados”, argumentó el juez.

Por su parte, el pastor Dana Moore catalogó como una bendición mixta el fallo del Supremo.

“La parte bendecida es el precedente que establece que indica que la religión sigue siendo importante en este país”, planteó a ABC News Moore quien llevará a cabo la oración final por el reo. “Yo estaré allí para orar por John en el momento de su ejecución y agarrarle la mano o el pie, siempre que él lo siga queriendo así”, agregó el religioso.

El juez Clarence Thomas, quien permanece hospitalizado por una infección, fue el voto disidente.

Thomas señaló que Ramírez creó un retraso, a través de la petición, para enfrentarse al castigo.

Las oraciones mediante audio o a través de un capellán correccional fueron comunes por más de 30 años hasta que en el 2019, el estado prohibió la práctica citando preocupaciones de seguridad.

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