Rechazo por arresto de vendedora ambulante en el metro y llamado al Alcalde a apoyar a comerciantes informales
María Falcón fue esposada y encerrada en una celda por vender fruta en una estación de Brooklyn, y mientras Eric Adams defendió el proceder del NYPD y ordenó una evaluación de lo ocurrido, la acción generó rechazo
En su campaña por la Alcaldía, Eric Adams dio su palabra de que como mandatario de la Ciudad de Nueva York ayudaría y defendería a los comerciantes informales, buena parte de ellos, madres solteras e inmigrantes, quienes se ganan la vida vendiendo comida y artículos en las calles y estaciones de tren. Pero con dolor y vergüenza, María Falcón, vendedora ambulante de Brooklyn, de 43 años, asegura que parece que al Alcalde “se le olvidó” su compromiso con el gremio de trabajadores como ella.
La madre ecuatoriana, quien se dedica a la venta de fruta picada y chocolates para poder sobrevivir en la Gran Manzana, fue arrestada y esposada el viernes pasado por dos policías del NYPD, en una plataforma del metro, en la estación Broadway Junction, en Brooklyn, como se aprecia en un video grabado por su hija, que se hizo viral y que ha generado rechazo.
La trabajadora cuenta con licencia, pero no permiso de venta, porque desde hace más de 40 años la Ciudad de Nueva York no emitió más, y aunque reconoce que la MTA prohíbe la venta de comida ambulante en estaciones y trenes, advierte que “la situación está tan difícil” que se rebusca la vida sin hacerle daño a nadie.
“Se siente horrible que uno quiera ganarse la vida de manera honrada y vengan los policías, uno de ellos latino, y me arresten como si fuera una delincuente. Yo soy gente pobre, pero no le estoy robando a nadie“, aseguró la ecuatoriana, originaria de la provincia de Cañar, tras revelar que uno de los uniformados la esposó y el otro se encargó de su carrito con la fruta que vende, mientras la llevaban esposada por la estación hasta una celda, donde fue retenida por dos horas.
La vendedora ambulante narró que su dolor fue doble ese día. No solo la arrestaron desde las 5:30 de la tarde hasta las 8:00 p.m. y la requisaron bajo la premisa de que “tenían que asegurarse de que no tuviera armas ni drogas”, sino que le botaron su fruta, y no le devolvieron el carrito con el que trabaja.
“El policía primero me vio y me dijo que me fuera. Yo de veritas dejé de vender y cuando me vio sentada al rato, se me vino y me dijo: ‘Te di una oportunidad y no te fuiste. Ahora te vas a ir a la celda’, y me puso las esposas como si fuera una criminal, cuando en esa misma estación hace apenas unos días hubo un apuñalamiento y a esos delincuentes si no los agarran”, dijo la madre de tres hijas, una de ellas nacida en Nueva York.
“Yo no estoy haciendo delincuencia. No soy mala persona. Este es mi trabajo, yo le dije, pero el policía me llevó a la celda y allá me hizo sacar el suéter, me hurgó todo, según él, para ver si tenía algo. Me cortó el cordón del pantalón, los cordones de los zapatos. Fue muy humillante“, recordó la mujer. “Luego, el jefe de ellos me dijo que me podía ir y que tengo que presentarme a la corte el 19 de mayo. Me botaron a la basura los mangos, la papaya, la piña, un pedacito de sandía y unos kiwis y fresas que tenía. Y aunque le rogué que me regresara el cochecito para poder trabajar, me dijo: ‘no te vamos a dar nada. Aquí esta tu mandil’, y me mandó soltando después”.
‘No somos delincuentes’
María asegura que entiende que los policías están haciendo su trabajo, pero le pidió al Alcalde Adams que busque una manera de permitir que madres como ella puedan trabajar en los trenes y las calles sin ser perseguidas como si fueran delincuentes.
“Señor Alcalde, nosotros no somos malas personas. No hacemos daño a nadie. Trabajamos honradamente, yo no agarro ni cupones de comida, pero entienda que ahora mismo no hay trabajo fijo. Ayúdenos, por favor con un plan de permisos de venta para que todos estemos mejor. Yo no quiero estar corriendo de la policía. Lindo fuera que usted nos tratara como gente honrada y que nos valorara”, agregó la vendedora ambulante, quien tuvo que comprar otro carrito por $89 dólares y nuevos implementos para poder seguir trabajando.
“No somos delincuentes. A los delincuentes y a los ladrones es a quienes la policía debería perseguir y no enfocarse en nosotros“, agregó la trabajadora, mencionando con tristeza que le dolió también que el alcalde Adams no saliera en su defensa sino que por el contrario avalara las acciones de la policía contra ella.
“Tenemos que seguir las reglas”, fue la respuesta inicial que dio el mandatario al ser interrogado sobre el arresto de María. “Esos oficiales se encontraron, dijeron: ‘No puedes hacer esto aquí’, hubo un compromiso real y la mujer decidió hacer algo diferente. No podemos tener nada y todo vale en nuestra ciudad (…) Estamos evaluando a ver exactamente qué sucedió y hacer el entrenamiento adecuado”
El Alcalde agregó también que permitir la venta de alimentos sin garantías, pudiera representar un riesgo a la salud. “Es por eso que existen reglas en el sistema de metro”.
Hay que formalizar esa labor
Tras el incidente y la defensa que el Alcalde hizo del arresto de la vendedora ambulante, activistas y defensores de los vendedores ambulantes mostraron su rechazo y pidieron al mandatario que tome acciones para garantizar que los trabajadores de la calle no sean objeto de persecución policial, y por el contrario se formalice su labor y se emitan tantas licencias y permisos de venta como sean necesarios.
“Ningún individuo debe ser esposado y humillado simplemente por vender fruta fresca para mantener a su familia. Como todas las madres, María merece ser tratada con dignidad. Como todos los dueños de pequeñas empresas, ella merece que se respete su profesión”, aseguró la Coalición de Vendedores Ambulantes, de la que forma parte el proyecto NYC Street Vendor. “Es hora de que la Ciudad apoye esta industria y cree un camino para que los vendedores ambulantes formalicen su trabajo y esperamos trabajar con el alcalde Adams para reformar este sistema arcaico y arbitrario que discrimina a la industria de la venta ambulante, una parte icónica de la ciudad de Nueva York”.
En la misiva, que incluyó la voz de organizaciones como New York Immigration Coalition, Council on American Islamic Relations NY, Community Service Society New York, Transportation Alternatives y Street Vendor Project, se destacó que arrestos como el de María Falcón, es solo uno de varios “casos atroces de criminalización abierta a los vendedores ambulantes” en último año.
“Los vendedores ambulantes como María tienen toda la intención de seguir las reglas, al igual que cualquier otra pequeña empresa. María obtuvo su licencia de vendedor ambulante de alimentos de manera legal, aprobó el curso de seguridad alimentaria del DOHMH, según lo requerido y paga impuestos sobre las ventas trimestrales en su negocio”, destacó la Coalición. “Ella trató con gran esfuerzo de obtener un permiso de vendedor ambulante de alimentos de la ciudad, pero no se le permitió recibir uno debido al límite obsoleto y arbitrario de los permisos de vendedores ambulantes de alimentos. Este es el tema central sobre el que el alcalde Adams aún tiene que hablar o abordar. Hay una acumulación de más de 17,000 personas que quieren abrir sus pequeñas empresas, pero día tras día se les dice que no”.
La senadora estatal Jessica Ramos, quien ha tratado de que Albany apruebe una pieza de ley que levante los límites en la emisión de permisos y licencias de venta ambulante, rechazó la acción policial de la que la vendedora ecuatoriana fue objeto y pidió a la Legislatura dar luz verde a su iniciativa, al tiempo que criticó las palabras del Alcalde.
“Esta respuesta es una regresión, Alcalde. La mayoría de los vendedores están certificados para la preparación de alimentos por el Departamento de Salud, porque no hay límite en ese tipo de licencia. Sin embargo, hay un tope en los permisos de venta, lo que resulta en una criminalización de cómo estos trabajadores se ganan la vida”, dijo la senadora de origen inmigrante. “La preocupación por la seguridad del consumidor es precisamente lo que resuelve (el proyecto) S1175B. Hacemos que la venta sea más segura otorgando permisos, no arrestando a los vendedores. Esto necesita una solución regulatoria, no una respuesta policial. Comprender los detalles de las obras de esta ciudad es una parte necesaria para saber cómo administrarlas”.
La presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams se sumó a las voces de protesta por la manera como los oficiales del NYPD actuaron con la vendedora, y su oficina advirtió que ese tipo de medidas que criminaliza a trabajadores no ayuda con la seguridad.
“La seguridad pública no avanza cuando los neoyorquinos en busca de oportunidades económicas mediante la venta de frutas son criminalizados y pasan innecesariamente por el sistema de justicia penal. La dependencia excesiva de estas respuestas continuas solo socava la salud y la seguridad de las comunidades”, comentó un vocero de la presidenta del órgano legislativo municipal.
Tras conocer las preocupaciones y el llamado de la Coalición de Vendedores Ambulantes a que se promuevan soluciones que ayuden a formalizar la labor de los ambulantes y se eviten acciones policiales, la Administración del Alcalde Adams advirtió que el mandatario sigue comprometido en la defensa y ayuda de los ambulantes.
“El alcalde Adams ha sido un defensor claro y constante para garantizar que los vendedores ambulantes, muchos de los cuales son inmigrantes neoyorquinos, puedan participar de manera justa y legal en la economía local. Es por eso que su ‘Plan para la recuperación económica de la ciudad de Nueva York’ pide expandir las oportunidades de emprendimiento legal para los vendedores ambulantes“, aseguró un portavoz del Alcalde. “La Administración continuará impulsando políticas innovadoras que aborden las necesidades únicas de los empresarios inmigrantes y construyan una recuperación equitativa”.
Sobre la detención de María Falcón, el portavoz recordó que las normas de la MTA prohíben la venta en el metro, y que el aumento de las licencias de vendedores ambulantes no tiene nada que ver con las normas de venta en el subterránea.
Asimismo, revelaron que habrá un anuncio próximo de la Junta Asesora de Vendedores Ambulantes que abordará algunos de los clamores de los defensores de los trabajadores.
La policía del NYPD por su parte aseguró que la vendedora recibió una advertencia el 5 de abril, donde se le emitió una citación por vender en el metro, y se negó a dejar de vender en el lugar “después de múltiples advertencias”.
María afirma que por ahora no tiene otra opción que seguir vendiendo su fruta. Si no lo hace, no podrá reunir el dinero para la renta y alimentar a su familia. “Tengo que seguir trabajando. Necesito sobrevivir“, dijo la vendedora este martes con cierta preocupación, pero actitud positiva, mientras se arreglaba su delantalcito rosa, parada al lado de su nuevo carrito, y con la esperanza de que la policía no la vuelva a arrestar.