Neoyorquinos ahora tendrán derecho a reparar sus propios aparatos electrónicos
La gobernadora Hochul firmó la ley que exige a los productores brindar a los consumidores y pequeñas empresas herramientas, manuales y piezas para que arreglen sus dispositivos, como teléfonos celulares y computadoras en un triunfo a usuarios y pequeños talleres de reparación
El 2023 comenzó con una buena noticia a futuro para los neoyorquinos que posean aparatos electrónicos y digitales, como computadoras y teléfonos celulares.
Pronto los consumidores podrán tener el derecho a repararlos ellos mismos, o mandarlos a talleres independientes y no desecharlos. Los productores estarán obligados a suministrar manuales en los que se explique cómo hacerlo, al igual que las piezas para sus arreglos, sin necesidad de tener que gastar dinero extra llevándolos a lugares especializados.
Así lo anunció la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, tras firmar la Ley de reparación digital justa, que fue aprobada en 2022 por la Legislatura estatal, que busca poner fin al “monopolio de las grandes tecnologías” en el mercado de reparaciones, que suele ser costoso.
La ley, la primera en la nación, entrará en vigor en un año y tendrá un enorme impacto en el bolsillo de los consumidores, pues según datos revelados por el Estado, actualmente hay aproximadamente 1,200 marcas y modelos diferentes de teléfonos celulares disponibles en el país y la mayoría no se pueden reparar actualmente debido a la falta de acceso a piezas, manuales y herramientas de diagnóstico, y advirtieron que “cualquier pequeño taller de reparación de propiedad local que repare teléfonos Apple o Samsung ya tiene la habilidad más que suficiente para reparar estas marcas menos comunes, además de otros dispositivos”.
La legisladora Patricia Fahy, patrocinadora del proyecto de ley, destacó que esta ley pone a los consumidores en primer lugar, apoya a los talleres de reparación independientes y reduce los desechos electrónicos en el medio ambiente”.
“Con la ley los fabricantes de productos electrónicos deben permitir el acceso a la información crítica y las piezas requeridas por los talleres de reparación locales independientes para completar las reparaciones de muchos productos electrónicos, poniendo fin a lo que es un monopolio en el mercado de reparación por parte de las grandes tecnológicas e incentivando la competencia”, comentó la legisladora. “Al mismo tiempo, también estamos reduciendo las 655,000 toneladas de desechos electrónicos tóxicos que se desechan en un solo año aquí en el estado de Nueva York, donde el 85% de esos desechos terminan en un vertedero”.
Chuck Bell, director del programa de defensa de Consumer Reports, manifestó que la ley gana también los servicios de reparación justos, al tiempo que ahorrará dinero a los neoyorquinos, creando un modelo que invitó a otros estados a que sigan.
Gay Gordon-Byrne, director ejecutivo de la organización The Repair Association, calificó la ley como un “golpe contundente” contra “los oligarcas tecnológicos” de la reparación.
“Esta guerra por el acceso a la reparación se está librando en todo el mundo, y esta primera victoria es histórica (…) Este fue un verdadero esfuerzo de coalición y una prueba de que David puede vencer a Goliat”, recalcó Gordon.
Kyle Wiens, cofundador de la empresa de reparaciones iFixit, quien se beneficiará con la nueva normativa, advirtió que el panorama luce positivo para todos los que usan dispositivos electrónicos, pues podrán tener la opción de reparar y no desechar.
“Este es un fantástico paso adelante. La gente quiere usar su tecnología por más tiempo, y gracias a esta ley podrán hacerlo. Desde baterías para sus teléfonos inteligentes hasta pantallas para sus Chromebooks, los neoyorquinos finalmente tendrán derecho a reparar sus propias cosas”, dijo el experto.
Rich Schrader, director legislativo y de políticas de Nueva York para NRDC (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales), dijo que la Ley de reparación justa es una victoria para todos, y en buena parte para la protección ambiental.
“La ley no solo protege nuestros bolsillos, sino que contribuirá en gran medida a reducir el creciente problema de desechos electrónicos del estado de Nueva York. Con demasiada frecuencia, los dispositivos electrónicos rotos se incineran o terminan en vertederos, lo que filtra plomo y mercurio en el suelo y contamina las aguas subterráneas”, afirmó el ejecutivo.
Peter A. Baynes, director de NYCOM, mencionó por su parte que un problema actual es que los municipios que buscan mantener bajos los costos de reparación no pueden identificar soluciones más asequibles internamente o a través de un taller de reparación local independiente, por lo que esta nueva ley llega en buen momento.
“Exigir a los fabricantes de productos electrónicos digitales que brinden información y repuestos críticos a los consumidores y talleres de reparación locales brindará a los gobiernos locales más opciones para reducir los costos de mantenimiento de equipos y desechos, al tiempo que apoya a las empresas independientes dentro de sus economías locales”, dijo Baynes.