¿Qué deben saber (y temer) los padres de menores de edad sobre la legalización de la marihuana en NY?
El inicio de la venta legal de la hierba para mayores de 21 años en dispensarios, está precedida por un aumento del 8% de presencia de sustancias controladas en escuelas públicas y un alza de intoxicaciones accidentales de niños menores de seis años con estos productos
La dominicana “Teresa González”, de 35 años, quien prefiere usar un nombre ficticio para proteger su identidad, descubrió el año pasado que sus dos hijos adolescentes, de 15 y 17 años, estudiantes de una escuela secundaria en Inwood, estaban consumiendo marihuana. Su “proveedor” era un compañero del aula.
“Cuando supe esto me volví loca. Lo primero que me respondieron fue: ¿En cuál mundo vive usted? La hierba ya es legal en Nueva York”, comentó.
La isleña, al igual que miles de padres y representantes de la Gran Manzana, está tratando de entender cómo enfrentar el hecho de que el cannabis recreacional para adultos haya sido legalizado desde marzo de 2021, y más aún, cómo esa nueva realidad impactará la vida de sus hijos.
“Yo entiendo que desde hace muchos años aquí la mayoría de los jóvenes se sienten tentados a las drogas. Más aún en esta ciudad. Pero lo que sí queda claro es que ahora hay la certeza que es algo natural e inofensivo, que no hace mal. Tanto así, que lo venden legalmente en tiendas”, destacó la quisqueyana.
De hecho, debido a los alcances de la legislación, ya existe el primer dispensario de venta libre en el Bajo Manhattan. Solo para mayores de 21 años.
También en el Alto Manhattan, las abuelas dominicanas Miriam Valerio y Carmen Caro tienen una opinión muy personal y radical sobre uno de los efectos que traerá la legalización del cannabis en muy corto tiempo.
“Esto de esta legalización lo que hizo fue mandar un mensaje de que usar drogas es algo muy normal. Y traerá más vicios a los más jóvenes y los niños, que tendrán más facilidades para conseguir todo en cada esquina. Si antes ya veníamos mal. Imagínate ahora”, coinciden casi en coro las inmigrantes.
Más presencia en las escuelas
Pero los razonamientos personales de Miriam y Carmen, ante uno de los temas más controversiales y polarizantes en la historia reciente de Nueva York, tienen ya algunos datos que las respaldan.
Algunas aproximaciones del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE), compartidos por la publicación Chalkbeat, parecen dar algunas luces sobre las preocupaciones de estas madres y abuelas consultadas en el Alto Manhattan: “Los informes de sustancias controladas y reportes de drogas encontradas en los estudiantes en la escuela aumentaron un 8% en 2022, en comparación con el mismo período en 2019”.
Según los datos divulgados por la publicación especializada en temas educativos, a pesar de que la población estudiantil K-12, ha disminuido en un 11%, los aumentos de reportes de tenencia de drogas, fueron aún mayores en la escuela intermedia.
Asimismo, un docente puertorriqueño en una escuela en Harlem, que también optó por mantener su identidad en reserva, lo perfila personalmente como una “moda creciente” entre los grados más tempranos de secundaria.
“Yo desconozco si se trata de algo asociado con la legalización de la marihuana en el estado. Nadie lo podría asegurar. Pero antes, los chicos que fumaban, trataban de ocultar más el consumo. Ahora se sienten más libres. Más aun con esto del vapeo. Y como hay muchas formas como las gomitas, todo pasa más disimulado”, describe el educador de secundaria.
Las escuelas tienen sus protocolos, pero…
Lo cierto es que el consumo y la tenencia de la hierba en espacios escolares de Nueva York, pese a la nueva legislación, se considera como una falta muy grave, que no solo lleva a medidas disciplinarias, sino que exige que los estudiantes sean dirigidos a programas especiales, consejería, y reuniones con sus familiares. Todo depende de cada contexto y la realidad de cada plantel.
Por ello, el DOE cuenta con el programa de Especialistas en Prevención e Intervención de Abuso de Sustancias (SAPIS) que brinda una gama de servicios de prevención e intervención en los grados K-12.
Este programa brinda talleres para padres que abordan problemas de abuso de alcohol y sustancias, así como la prevención de la intimidación y la violencia. SAPIS además brinda esquemas de respuestas a crisis a centros escolares públicos que necesitan apoyo durante este tipo de incidentes.
Sin embargo, como precisa Chalkbeat, “la cantidad de consejeros dedicados al abuso de sustancias en las escuelas de la ciudad, se ha reducido casi a la mitad durante la última década, dejando a muchas unidades educativas, sin saber exactamente cómo responder”.
De hecho, cuando la dominicana Teresa González fue a exponer su preocupación en el plantel sobre los productos de marihuana que descubrió a sus hijos, le ofrecieron información sobre algunos programas y reuniones. Hicieron seguimiento a jornadas de consultoría. Pero a su criterio, eso “nunca será suficiente”.
“Aquí hay una droga que ya está legalizada. Y es más fácil de encontrar. Cuando me llamaron a la asesoría, me preguntaron si mis hijos tenían ansiedad o crisis familiares. O si alguien en la casa usaba sustancias. Mi respuesta fue muy clara: Todos los jóvenes de la escuela son los que usan la hierba”, dijo enfática.
En contraparte, fuentes del DOE subrayaron que “no existe, ni existirá, ningún relajamiento de las medidas disciplinarias en contra el estudiantado, por el uso o tenencia de sustancias. Nada ha cambiado en los espacios escolares con este tema”.
El riesgo del envenenamiento
El acceso comercial y legal a más productos derivados de la marihuana, como las gomitas, también trae otras preocupaciones fuera de las aulas, ya puestas en consideración inclusive por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“Los niños, los adultos y las mascotas podrían confundir los productos de marihuana, en particular los comestibles, con alimentos o dulces normales. Si consumen marihuana, los niños podrían enfermarse gravemente, y tener dificultad para caminar o sentarse o para respirar”, concluye un reporte de las CDC.
Además está muy claro, para esta agencia federal, que desde que se legalizó el consumo de marihuana en algunos estados ha aumentado la cantidad de intoxicaciones (envenenamientos) no intencionales en niños. Algunos casos han requerido visitas a la sala de emergencias u hospitalizaciones.
En sus actualizaciones, las CDC destacan que el humo de marihuana de segunda mano también contiene tetrahidrocanabinol (THC), el compuesto responsable de la mayoría de sus efectos psicoactivos (o la “euforia”).
En estudios recientes se han encontrado fuertes asociaciones entre informes de tener alguien en el hogar que consume marihuana (por ejemplo padres, madres, familiar o cuidador) y niños con niveles detectables de THC.
“Los niños expuestos a THC están potencialmente en riesgo de presentar efectos negativos de salud. Se necesitan más investigaciones, para comprender cómo la exposición a marihuana de segunda mano puede afectar a los niños”, concluye un amplio reporte de las CDC.
“A prueba de niños”
A juicio de Jeffrey García, creador de la Asociación Latina de Cannabis en Nueva York, la legislación aprobada en 2021, incluye estrictas regulaciones, de tal manera que todos los consumidores, cuenten con medidas rigurosas para proteger a los menores. Unas normas que antes no existían.
“Entiendo que esto requiere todavía de mucha educación y cambios culturales. Pero la legalización es un punto muy positivo, para justamente evitar que los niños y jóvenes tengan acceso a productos de muy mala calidad en el mercado negro”, razonó.
García asegura que Nueva York vive un proceso de adaptación, que incluye educar más a los consumidores. Pero que también implica superar los mismos temores que surgieron cuando hace 100 años se legalizó el consumo de alcohol.
“El espíritu de la ley es muy claro. Estamos conscientes que justamente en nuestras comunidades hispanas, debemos educar mucho más. Pero nada más negativo que el esquema de contrabando y mercado negro, que justamente significa una gran riesgo para los niños y jóvenes de nuestros vecindarios”, remató.
De igual forma, Lyla Hunt, subdirectora de la Oficina de Gestión de Cannabis de Nueva York, enfatizó a medios locales que parte del objetivo de legalizar la hierba es erradicar a los vendedores ilícitos que tienen más probabilidades de vender a los niños y ofrecer productos con mayor contenido de THC o tetrahidrocannabinol.
“En un mercado de cannabis no regulado, no hay controles de ningún tipo para garantizar que estos productos se mantengan alejados de los jóvenes”, dijo.
Portavoces de esta nueva agencia estatal aseguran que han sido muy estrictos en compartir las mejores prácticas para los operadores y quienes reciban licencia de cultivo y comercialización, sobretodo regulando severamente que todos los empaques distribuidos legalmente en los dispensarios de Nueva York estén sellados a “prueba de niños”.
“El cannabis es legal ahora. Eso no significa que sea legal para todos. Tampoco que sea legal en todas partes. Los padres deben guardar estos productos bajo llave”, subrayó la funcionaria.
Antecedentes en todo el país
Sin embargo, ya en la antesala del despegue definitivo de los productos de cannabis comercializados legalmente en dispensarios en Nueva York, hay algunos antecedentes en todo el país: Hubo un salto dramático en la cantidad de niños menores de 6 años que ingirieron accidentalmente galletas, gomitas y golosinas con cannabis durante un período de cinco años, según un estudio divulgado recientemente por la revista Pediatrics.
En concreto más de 7,000 casos de niños menores de 6 años se intoxicaron en todo el país de acuerdo con las estadísticas del Sistema Nacional de Datos sobre Intoxicaciones entre 2017 y 2021.
Hubo 207 casos en 2017 y 3,054 en 2021. Más de la mitad de los niños tenían entre 2 y 3 años. Más del 90% consiguió los comestibles en casa.
El problema de fondo al parecer es que muchos de estos productos comestibles están presentados como caramelos de goma de colores, barras de chocolate y galletas empacadas para parecerse a bocadillos populares.
¿Qué establecen las leyes sobre la marihuana en NY?
- En marzo de 2021 se aprobó la Ley de Regulación e Impuestos de la Marihuana (MRTA).
- Al igual que con el alcohol, solamente las personas de 21 años de edad o más pueden poseer y consumir cannabis para adultos.
- Los adultos mayores de 21 años pueden poseer hasta 3 onzas de cannabis y 24 gramos de cannabis concentrada (como aceite para vaporización o un producto comestible).
- Se exige a los adultos conservar estos productos en un lugar seguro y mantenerse fuera del alcance de las personas menores de 21 años.
- Es ilegal y peligroso conducir bajo la influencia de la cannabis. Puede ser procesado por conducir bajo la influencia y estaría sujeto a las mismas sanciones que si condujera ebrio.
- Está prohibido fumar cannabis en cualquier lugar en donde esté prohibido fumar tabaco. Recuerde que los arrendadores, propietarios de inmuebles y compañías arrendadoras aún pueden prohibir el consumo de cannabis en sus inmuebles.
- Dado que la marihuana es ilegal a nivel federal, no puede cruzar fronteras estatales o internacionales mientras está en posesión de este producto.