La Unión de Carpinteros y Contratistas crea buenos empleos para que los neoyorquinos que trabajan prosperen en nuestra ciudad

Contenido Patrocinado

Contenido Patrocinado

Crédito: Cortesía

A lo largo de mi vida he trabajado en Nueva York, en todo tipo de trabajos que hacen que la ciudad funcione. Cuando era más joven, eso significaba apenas sobrevivir, ganando un salario mínimo y viviendo de cheque en cheque. Hoy, significa ser dueña de mi casa, poder mantener a mis hijos y tener un plan de jubilación seguro. ¿Qué cambió? Trabajar con La Unión de Carpinteros y Contratistas.

Me uní a un programa de aprendizaje para convertirme en carpintera de La Unión cuando tenía 38 años, donde conseguí todas las habilidades técnicas que necesitaba para destacarme en el campo. Fue un trabajo agotador, pero me llenó de orgullo y me dio la estabilidad que nunca antes había sentido.

En un momento en que los costos de la vivienda ascienden y superan los aumentos en los salarios, es más importante que nunca ofrecerles oportunidades laborales con mejores salarios a los neoyorquinos de clase trabajadora. Los Carpinteros y Contratistas de La Unión están a la vanguardia del esfuerzo por procurar empleos de más calidad. Me siento afortunada de estar en la punta receptora de esta oportunidad que transforma vidas.

Como carpintera de La Unión, recibo un buen salario. Tengo excelentes beneficios de salud y jubilación. Mis hijos tuvieron acceso a oportunidades de becas universitarias a través de La Unión. Vivo una vida cómoda de clase media, mientras realizo un trabajo vital para construir la ciudad que es mi hogar.

Quienes construimos esta ciudad merecemos poder vivir en ella.  Para infortunio, eso no siempre es cierto para otros colegas de la construcción que no hacen parte de La Unión. Con frecuencia, los patrones se aprovechan de los trabajadores que no pertenecen a La Unión y les privan de salarios y beneficios justos. Mi sueño es que todos los trabajadores de la construcción puedan vivir la vida que yo vivo, y que más neoyorquinos que trabajan, especialmente mujeres de color como yo, puedan experimentar las oportunidades que brinda trabajar con contratistas de La Unión.

Hoy, soy administradora y delegada certificada de La Unión, representando a mis hermanos y hermanas en el Local 157. También soy co-presidenta del Comité de Hermanas, que ayuda a empoderar a las mujeres en los oficios y, también, reclutar a más mujeres en nuestras filas. He trabajado en algunos de los edificios más emblemáticos de Nueva York, incluyendo el World Trade Center. Y todo comenzó cuando cogí un volante para un programa de aprendizaje.

Gracias a los Carpinteros y Contratistas de La Unión, miles de hombres y mujeres están construyendo la infraestructura, los edificios y las atracciones que sientan las bases de nuestra ciudad e impulsan la actividad económica. Hacer esto desde cero es fundamental para un Nueva York próspera, al mismo tiempo pagando buenos salarios que permitan a los trabajadores vivir aquí. Eso incluye a los trabajadores que construyen esos mismos hogares y negocios.

Estoy orgullosa de construir la mejor versión de Nueva York, junto con mi familia de Carpinteros y Contratistas de La Unión todos los días, para hacer que nuestra ciudad sea más asequible para trabajadores como yo.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain