Sospechoso de asesinatos de Tylenol mezclado con cianuro de 1982 es hallado muerto en su apartamento de Massachusetts

James Lewis, quien fue el principal sospechoso de los homicidios con Tylenol, fue encontrado muerto en su vivienda en Massachusetts, las autoridades determinaron que la muerte no era sospechosa

Las cápsulas de Tylenol extrafuerte de venta libre fueron mezcladas con cianuro de potasio.

Las cápsulas de Tylenol extrafuerte de venta libre fueron mezcladas con cianuro de potasio.  Crédito: Scott Olson | Getty Images

El principal sospechoso de los homicidios de Tylenol con cianuro en 1982 fue hallado sin vida en su apartamento de Massachusetts.

De acuerdo con la policía de Cambridge, James Lewis, de 76 años, fue encontrado inconsciente el domingo después de las 4:00 de la tarde. Fue declarado muerto más tarde.

Las autoridades señalaron que “se determinó que muerte no era sospechosa”.

Lewis cumplió una sentencia de 12 años por intento de extorsión al enviar a Johnson & Johnson una carta en 1982 prometiendo que detendría los homicidios si le pagaban un millón de dólares. No fue acusado de asesinato.

Las muertes no resueltas en Chicago sucedieron luego de que las cápsulas de Tylenol extrafuerte de venta libre fueran mezcladas con cianuro de potasio.

Los temores causados por los asesinatos llevaron a cambios significativos en la manera en que se empaquetan los medicamentos en Estados Unidos y los sellos de seguridad a prueba de manipulaciones que se convirtieron en una norma.

Los envenenamientos inspiraron a imitadores y provocaron uno de los retiros de productos más grandes de la historia.

La empresa Johnson & Johnson, matriz del fabricante de medicamentos McNeil, se le otorgó su agresividad al retirar el producto y su franqueza al tratar con las muertes, y el producto se recuperó casi inmediatamente en ventas. Actualmente en un analgésico muy popular.

Nadie fue acusado por los asesinatos, pero Lewis estaba bajo vigilancia de las autoridades periódicamente, informó CNN.

Cuando Lewis fue capturado en la ciudad de Nueva York en 1982 tras una cacería humana por todo el país, les indicó a los detectives una descripción bien precisa de cómo pudo haber actuado el asesino. Asimismo, el sujeto admitió que envió la carta y exigió el dinero, pero dijo que no tuvo la intención de cobrarlo.

El medio Chicago Tribune había dado a conocer en 2022 que algunos de los detectives seguían presionando para que se procesara a Lewis, y que el hombre dijo que había sido tratado injustamente y seguía negando su participación en los hechos.

El 29 de septiembre de 1982, una menor de 12 años en Elk Grove Village estaba resfriada, por lo que tomó dos cápsulas de Tylenol antes de ir a su escuela en la mañana. Poco después colapsó y murió.

En los siguientes días seis personas más perderían la vida tras tomar Tylenol. La policía determinó rápidamente que las pastillas estaban mezcladas con cianuro.

Por su parte, el exfiscal federal adjunto Jeremy Margolis, quien procesó a Lewis por intento de extorsión, apuntó en un comunicado lo siguiente: “Me entristeció saber de la muerte de James Lewis, no porque esté muerto, sino porque no murió en prisión”.

La falta de rendición de cuentas de este caso particular ha frustrado durante décadas a las familias de las víctimas.

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