Patólogo forense en juicio en Puerto Rico contra exboxeador Félix Verdejo testifica que Keishla Rodríguez estaba sin vida cuando fue lanzada a la Laguna
Mark Shuman no pudo determinar una causa específica de la muerte de la joven; el especialista es testigo de la defensa
Félix Verdejo en su encuentro con Antonio Lozada Jr., en el 2018, en el Madison Square Garden de Nueva York. Crédito: Abbie Parr | Getty Images
Por Carlos González
PUERTO RICO – El patólogo forense Mark Shuman declaró que, basado en un análisis que hizo de las fotos y del informe completado en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Keishla Rodríguez Ortiz estaba sin vida cuando fue lanzada a la Laguna San José en abril del 2021.
Además, no puede determinar una causa específica de la muerte de la joven basada en la información que tuvo a su disposición.
En la continuación del juicio contra el exboxeador Félix Verdejo en el Tribunal Federal en Hato Rey, la defensa convocó a Shuman para refutar el trabajo de la patóloga forense, Rosa Rodríguez Castillo, quien estuvo asignada para hacer la autopsia de Rodríguez Ortiz.
“Hubo un intento para disponer de un cuerpo, no de ahogar a la persona. Ella (Rodríguez) no estaba viva al momento de ser lanzada al agua. Tampoco había sangrado debajo de la piel del rostro, solo un poco en el tobillo izquierdo”, dijo Shuman.
La conclusión de Rodríguez Castillo, quien testificó en el juicio el pasado 28 de junio, fue que Keishla recibió un golpe en el rostro que le provocó sangrado interno y, a su vez, una desviación del tabique. Luego, fue inyectada con una combinación compuesta por xelazina y pentalino. Esas drogas, presuntamente, causaron que la víctima perdiera la habilidad de movimiento por lo que facilitó que fuera amarrada con un alambre y un bloque antes de ser lanzada a la laguna. Además, la autopsia reveló la presencia de agua en su sistema respiratorio.
Sin embargo, Shuman sostuvo que la cantidad de líquido encontrado en los senos esfenoidales fue mínima. Estableció, además, que el agua pudo haber llegado a esa zona del cuerpo aunque estuviera muerta.
“Pueden existir muchas causas de muerte. Se puede matar a alguien por estrangulación o una sobredosis de drogas. Por lo que he visto, la causa no puede ser determinada. La mejor manera para determinar el tiempo de muerta es estimar entre la última vez que la vieron con vida y cuando fue encontrada. Es difícil determinar”, explicó.
Shuman también basó sus conclusiones en que encontró mínimo sangrado en el tobillo izquierdo alrededor del alambre.
“Si ella estuviese viva y moviéndose, el alambre provocaría una cortadura en el tobillo. Hay muy poco sangrado, pero no en la muñeca ni en el área del cuello”, recalcó.
“En las fotos del cuello no hay sangrado. Si ella estaba consciente y peleando contra el alambre, tendría abrasiones. El alambre atado a un bloque fue usado como una manera para disponer de un cuerpo”, afirmó.
También recalcó que la desviación en el tabique no se debió a un golpe reciente, sino que pudo tratarse de una condición o una lesión provocada durante un incidente previo.
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