Muere Gina Montes, vedette y bailarina de “La Carabina de Ambrosio”
Gina Montes, quien ganó popularidad por su participación en el programa de comedia “La Carabina de Ambrosio”, falleció tras una larga batalla contra el cáncer
La despampanante imagen de Gina Montes bailando en las cortinillas de inicio y final del programa “La Carabina de Ambrosio” quedó grabada en la memoria de varios mexicanos.
La coreógrafa, bailarina, vedette y actriz de origen brasileño participó en la exitosa emisión, al aire durante ocho años de manera ininterrumpida.
Sin embargo, el cáncer terminó con la vida de Regina Inés Barbosa Govea (nombre real de Gina), a los 71 años, en su residencia en Nueva York, donde vivía desde hace varias décadas.
“La Carabina de Ambrosio fue un programa tan afortunado y tan bien estructurado que todos éramos una parte importante de la emisión y Gina Montes también, porque además era la imagen con la que abríamos todos los días”, comentó César Costa, compañero y amigo de la fallecida bailarina.
“Ella era un encanto de persona, yo le tuve muchísimo cariño a Gina Montes, así es que siento mucho que haya fallecido”.
Antes de alcanzar la popularidad en México, Gina debutó en la televisión de su país natal en su adolescencia, también como bailarina y coreógrafa con sus hermanas.
Llegó a México a mediados de los años 70. Años después tuvo la oportunidad de unirse a “La Carabina de Ambrosio”, en la que compartió créditos con Costa, Xavier López “Chabelo”, Benito Castro y Alejandro Suárez, entre otros.
“El programa fue tomando una fórmula muy divertida porque fue cómico-mágico-musical. ¿Cómo olvidar cuando decían: ‘Thank You-Denank You’?, así respondía Gina Montes que era un encanto de persona, como una niña grande. Fue una gran compañera y la vamos a extrañar”, recordó Costa, de 82 años.
En la emisión, que estuvo al aire de 1978 a 1987, Gina era la sexy ayudante del mago Beto “El Boticario” (Roberto Ramírez Garza), y alumna en la escuelita.
Al finalizar el exitoso show, Gina se fue a vivir a Estados Unidos, para poder procrear a su hija, Judith, donde tuvo una vida complicada y tuvo que iniciar desde cero: trabajó en una guardería, fue chofer y limpió casas, relató en una entrevista realizada en 2012.
Además, sufrió un accidente automovilístico en Nueva York por el que casi pierde el pie. Durante tres años, la amante del baile y los tacones estuvo en silla de ruedas, luego volvió a caminar.