Ralla el queso mozzarella fácil y rápido con este truco

Si eres de las personas que cuando ralla el queso mozzarella pasas por la experiencia de verlo como se convierte en un estado gomoso y se ablanda rápidamente, te traemos un truco sencillo y efectivo: congelarlo antes de rallarlo.

Aunque es importante advertir que congelarlo puede cambiar la textura del queso, lo cierto es que los resultados a la hora de rallarlo se hace mucho más sencillo.

La recomendación es colocar el bloque de queso en el congelador, y una vez que este congelado rallarlo de manera sencilla sin que se ablande demasiado rápido, se vuelva pastoso y que los trocitos se queden pegados en el rallador haciendo más difícil el proceso de rallado.

Los resultados serán mucho más prolijos, con mechones de queso bonitos y uniformes, siempre y cuando sea el queso de mozzarella en bloque duro; pues el truco no funciona con tipo de queso fresco y suave.

Esta opción es ideal para las personas que prefieran rallar el queso por sí mismo, antes que comprar el queso rallado, pues no tiene la misma calidad. Además, que la frescura de un queso recién rallado es superior y hace más apetitoso la preparación.

El queso previamente rallado tiene una capa de almidón para evitar que se formen grumos, indica el portal Mashed, y este factor afecta los platos, ya que le da una textura arenosa y desagradable.

Descubre cómo congela queso mozzarella de manera correcta

Hay varias cosas que se deben tomar en cuenta para preservar la calidad y la textura del queso mozzarella al momento de congelarlo.

Mantener congelado el queso mozzarella el menor tiempo posible. El portal Mashed, recomienda dejarlo solo unos minutos en el congelador para que sea más fácil rallarlo.

Mientras que para tenerlo listo para rallar en cualquier momento se puede dejar en el congelador como máximo tres meses para preservar la textura y calidad del producto.

Y justamente para preservar la calidad del queso hay varias recomendaciones a seguir, por ejemplo que se guarde en una bolsa plástica hermética, tratando de sacar la mayor cantidad de aire. En caso de que no esté destapado, se puede congelar con su envoltorio hermético original.

Es importante que se guarde con la menor cantidad de aire, para evitar que el oxígeno y el agua impacten el queso durante el proceso.

También es fundamental identificar el bloque de queso con la fecha para un mejor manejo del tiempo de congelado.

Al momento de utilizar el queso es crucial manejarlo en el momento, para evitar que se descongele. Una vez ralles el queso que necesitas, llevar el resto al congelador nuevamente en una bolsa sellada.

En caso de que te quede un poco de queso rallado, lo puedes reservar en la nevera y emplearlo en el menor tiempo posible.

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