Joe Biden firma proyecto de ley que prohíbe la importación de uranio desde Rusia
Según el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, la ley firmada por Joe Biden, ayudará a proteger el sector energético y fortalecerá la seguridad energética y económica de Estados Unidos al reducir su dependencia de Rusia para la energía nuclear civil
El presidente Joe Biden firmó una legislación aprobada por el Congreso en el que prohíbe la importación de uranio desde Rusia, iniciativa con el que Estados Unidos busca ganar terreno en el sector energético.
“Esta nueva ley restablece el liderazgo de Estados Unidos en el sector nuclear. Ayudará a proteger nuestro sector energético para las generaciones venideras“, destacó en un comunicado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
El anuncio de la medida fortalecerá “la seguridad energética y económica de nuestra nación al reducir (y, en última instancia, eliminar) nuestra dependencia de Rusia para la energía nuclear civil“, añadió el asesor.
El proyecto de ley va conjuntamente con la disposición de $2,720 millones de dólares en fondos federales para promover la industria local de procesamiento de uranio, lo cual envía un mensaje bastante claro, explicó Sullivan, de que Estados Unidos está comprometido con el crecimiento a largo plazo en este sector.
Ese objetivo se empalma con las metas multilaterales que Estados Unidos estableció en 2023 con Canadá, Francia, Japón y Reino Unido de invertir de manera colectiva $4,200 millones de dólares para extender la capacidad nacional de procesamiento de uranio.
La prohibición firmada por Biden, que entrará en vigencia en 90 días, se suma a la impuesta por el Gobierno demócrata contra la importación de petróleo ruso, después de la invasión de Rusia al territorio de Ucrania en febrero de 2022.
Sigue leyendo:
- Congresista republicano propuso un juicio político contra Joe Biden por frenar envío de armas a Israel
- Republicanos cuestionan el compromiso de Joe Biden con Israel, luego de frenar envío de armas
- Joe Biden afirma que la economía en EE.UU. va bien, pero los electores no están muy convencidos de ello